El sabor prohibido del jenjibre es una novela de Jamie Ford.
La narración alterna capítulos que se desarrollan en 1986 unos, y en 1942 y los años siguientes los otros. Empieza cuando Henry Lee, norteamericano de origen chino, tiene cincuenta y seis años. Acaba de enviudar después de un matrimonio feliz y de unos últimos años duros debido a la enfermedad de su esposa Ethel; y tiene un hijo, Marty, recién licenciado, que no vive con él, y con el que tiene una relación algo distante.
La narración alterna capítulos que se desarrollan en 1986 unos, y en 1942 y los años siguientes los otros. Empieza cuando Henry Lee, norteamericano de origen chino, tiene cincuenta y seis años. Acaba de enviudar después de un matrimonio feliz y de unos últimos años duros debido a la enfermedad de su esposa Ethel; y tiene un hijo, Marty, recién licenciado, que no vive con él, y con el que tiene una relación algo distante.
Por razones que entenderéis, me ha llegado muy dentro.
Muestra muy bien el mundo interior de su protagonista. Así, en un comentario que da idea de su modo de ser, es el que hace cuando, al recordar lo sucedido en su relación con Keiko, señala que «tuve mi oportunidad, y algunas veces en la vida no hay una segunda. Miras lo que tienes, no lo que has perdido, y sigues adelante».
Sí, no queda otra que seguir adelante sin mirar lo que has perdido.
Muestra muy bien el mundo interior de su protagonista. Así, en un comentario que da idea de su modo de ser, es el que hace cuando, al recordar lo sucedido en su relación con Keiko, señala que «tuve mi oportunidad, y algunas veces en la vida no hay una segunda. Miras lo que tienes, no lo que has perdido, y sigues adelante».
Sí, no queda otra que seguir adelante sin mirar lo que has perdido.
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COMO UNA PUTA CABRA.
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