Hay un tipo de gracia que no se puede rechazar: es una potencia misteriosa, casi intuida, que opera en nosotros sin nosotros y, a menudo, a pesar de nosotros. Está allí, dentro y fuera de nosotros,muy cerca.Conmueve,emociona,inquieta, estremece y entusiasma.
¿Cómo es posible todavía el orgullo cuando se ha experimentado eso?
Ante el amor , a veces, tengo la impresión de estar pisando terreno sagrado.
En el reflejo de nuestra vida, como en esta foto, hay un niño al que no le llegan los pies al suelo.
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