He conocido unos cuantos que nos dejaron . Se fumaron la última hoja del librillo de papel de fumar: la hoja roja. Se fueron uno tras otro.
Dijo adiós Santi, un adolescente que le faltaba un hervor , pero tenía plaza con derecho a balcón en el cielo desde su nacimiento. Y Andreu, que grabó su última canción con nombre de mujer, Marta.
También se despidió Jaume que soñaba océanos mansos que eran sucursales del amor de Dios. Y el pobre chaval que se le fue la moto en una curva cuando más enamorado estaba de otras curvas.
Y el que se ahogó en aguas traidoras a punto de convertir África.
Ahora está expirando el aspirante a un máster , y no sobrevivirá mucho el líder de una multinacional que acaba de embarcar en uno de esos Boeings que hacen cosas raras. Un infarto anuncia su caída del telón a usted, por ejemplo.
Ahora está expirando el aspirante a un máster , y no sobrevivirá mucho el líder de una multinacional que acaba de embarcar en uno de esos Boeings que hacen cosas raras. Un infarto anuncia su caída del telón a usted, por ejemplo.
Vete a saber quienes serán los próximos, los Susos que lleguen a la última orilla
- previo pago de moneda a Caronte-, pero le pido a Dios que cuando llegue esté, por favor,
el hombre que una tarde, mirándote sentada en la barra del Otelo , empezó a enamorarse de ti con esa cara de gilipollas que se me pone cuando me enamoro.
¡Que esté allí, contigo, mi amor!: porque sé que me estarás esperando.
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UNA VEZ ES SUFICIENTE.
Yo también se lo pido, si me permites compartir petición.
ResponderEliminarUn abrazo¡¡¡¡
Este verano se están marchando unos cuantos ...
¡Modestino, qué alegría saber de ti!
EliminarUn abrazote muy fuerte.