domingo, 30 de octubre de 2022

ENCONTRAR LO QUE PERDIMOS. UNA METÁFORA DE HOY.

Leo  esta  deliciosa parábola de Proust.


"En realidad, como ocurre con las almas de difuntos en ciertas leyendas populares, cada hora de nuestra vida, se encarna y se oculta en cuanto muere en algún objeto material. Queda cautiva, cautiva para siempre, a menos que encontremos el objeto. Por él la reconocemos, la invocamos, y se libera. El objeto en donde se esconde o la sensación, ya que todo objeto es en relación a nosotros sensación, muy bien puede ocurrir que no lo encontremos jamás. Y así es cómo existen horas de nuestra vida que nunca resucitarán".

Me ha impresionado  esa comparación. Todos tenemos difuntos que nos han acompañado y querido. Y nos han dejado unos recuerdos, unos objetos: cartas, medallas, pulseras, relojes, un plato que nos gustaba mucho, una canción, una manera de reír...¡tantas cosas!

Allí se esconde  de alguna manera , la habita, el alma de esa persona. Y al reconocerla nos libera. Parece que vuelve  a  estar con nosotros, a nuestro lado.

Al  encontrarla parece que la invocamos , y de esa forma la liberamos, como el genio de la lámpara al ser  destapada.

El final es estremecedor: "y  así es cómo existen horas de nuestra vida que nunca resucitarán".

Hay que evocar  y explorar para resucitar aquell@s que tanto nos quisieron, y quisimos.





No hay comentarios:

Publicar un comentario