Cuando era un chaval en el colegio de los jesuitas se inauguró una especie club juvenil , medio parroquial, al que íbamos chicas y chicos de 15 años en adelante. Yo estaba fascinado por ese lugar porque había baile y ambiente . Allí bailé pegado por primera vez con una chica que se llamaba Elsa. No era guapa, pero tenía unas tetas rollo película de Fellini.
Porque , la verdad, uno a los 15 años estaba más salido que un balcón. Sólo quería hacer dos cosas que cuando las veía en las películas pensaba " ¿ y yo, qué "?. Y esas dos cosas eran, tocar teta, y besar a una chica.
Las guapas eran taxis con el cartel de " ocupado ", así que una tarde me dije " da igual, de hoy no pasa ". Y me senté en un sofáre de piel de sky al lado de Elsa . Elsa era rubicunda, un poco hipermástica para su edad , de brazos Pirelli, y como sembrada de pecas, como una sopa ...
Sonó "Oh Lord, why Lord", una canción de un grupo que se llamaba "Pop Tops", y que cantaba un negro
" He buscado en el cielo abierto
para hallar la razón de por qué
Era un lento lastimero, un negro rezando a Dios, " Oh lord, why Lord"....y le pedí bailar y estrenarme en la tentadora proximidad de los cuerpos.
Al sentir el enganche de su sostén y sus manos abrazando mi cuello creí que me moría...pero no ayudaba oír eso de Oh Lord, why Lord, como una oración, como si mi alma me estuviese avisando del pedazo de pecado mortal que iba a cometer.
Terminada la canción la invité a sentarnos y tomar algo. Le pasé el brazo sobre el cuello . Le sonreí. Ella me miró, y sonrió.
¡Estábamos demasiado cerca!
Allí aprendí que si te sientas en paralelo a una persona, y estás muy próximo a ella, al mirarla la ves bizca . Y Elsa, bizca, dejaba mucho que desear, la verdad
¡ Pero da igual, uno iba a lo que iba!
Mientras, seguía el eco en mis oídos de " Oh Lord , why Lord ¡" . Una balada tristísima que canta un tío que llora a Dios quejándose de su negritud y de que vaya mierda es esta vida . Vamos, como para andar besando a Elsa...
Y pienso "¡ a la mierda, venga Suso!"...
Y en ese instante, que necesito moverme para tomar posición y decidirme , siento que se me ha dormido el brazo. ¡¡¡Esta muerto!!¡, con un hormigueo horrible, como necrosado...¡ Oh Lord, why Lord! Muerto, cadáver total.
La miro. Me mira. Nos miramos.
Cierro los ojos. Elsa me toma la mano . Tenía mi cuello como un flamenco, me refiero al ave zancuda . Sus ojos brillaban febriles. Puse mi cabeza en su cuello, ¡ Dios, qué bien olía esa mujer!
Suspiré . Y la besé. Fue un beso muy de novatos . Una apretada de morros. Nada serio. Pero perdí el mundo de vista. Un zumbido en los oídos. Una caricia en la mano de Elsa. Un calor como de fiebre. Apoyó su cabeza en mi hombro. Metí la nariz entre su pelo. Tuve una erección. Un disparo de sangre. ¿Qué era esta cosa del deseo, este extraño cosquilleo?
Salí de allí acelerado. luego en la habitación me soñé esa escena a cámara lenta. Aquella fue la mejor y la peor noche de mi vida. He tenido noches mejores y noches muy desastres, pero esa...
Años después de aquel beso di muchos más. Pero jamás nadie se volvió a apoyar en mi hombro como Elsa. Ni se me volvió a dormir el brazo apoyado en el sofá .Y no es nostalgia, sino la certeza de que el tiempo es mi particular rapa das bestas. Me moriré con la adolescencia brotándome de la boca
Sentir esas tristezas puntuales nos hace tremendamente felices....¡oh Lord, why Lord!
No hay comentarios:
Publicar un comentario