Nos morimos. Eso es una obviedad que no tenemos en cuenta. Yo creo que no hay día que no considere, no tanto que me voy a morir un día, sino que me estoy muriendo.
En mi caso ayuda que estoy diagnosticado de fibrosis pulmonar, y eso significa que besé la lona y comenzó la cuenta atrás. La mitad de los pacientes no logra sobrevivir tres a cinco años después de recibir el diagnóstico. Yo llevo un año y poco. De momento parece que está estancado. Cada cuatro meses voy a la neumóloga y la mujer no da crédito a la evolución - imperceptible. Me dice que no hay enfermedades sino enfermos.
En fin, que me estoy muriendo. Pero como todos. ¿Hay alguien que no se esté muriendo?
En realidad , ya estamos yéndonos, que es una forma de morir. Aquí, en el rural, es frecuente escuchar campanas que tocan a difunto, y ver esquelas con el nombre del finado. Muchas veces imagino ese recordatorio con mi nombre - aquí se colocan en postes , tablones, esquinas.
A lo mejor nos sucede como el doctor Malcom en la película "El sexto sentido", que somos el único que no sabemos que estamos muertos. Seguiremos con la rutina normal de la vida - ir al gimnasio, a comprar al Froiz, escribir una entrada, pasear nuestro pueblo...
Y un día descubres que falta el portátil, echas en falta un mueble, una prenda de vestir, los periódicos son siempre del mismo día, las fotos familiares desaparecen. Más tarde son las personas las que están ausentes, paisajes donde disfrutábamos perdiéndonos. Así descubriremos finalmente que el mundo nos va abandonando, que ya no le pertenecemos.
Y llegas a un punto diferente, desconocido. Alguien te espera...
En fin, chorradas que uno se sueña. Pero esa tontería soñada se parece bastante a los efectos del paso del tiempo en nuestra vida : la Zaragoza de mi infancia, las calles de Lasierra Purroy han cambiado. Cuesta reconocerse: las tiendas que conocía ahora son sucursales bancarias , amigos de la infancia ya no están, los enemigos desaparecieron, el colegio que estudié ya no existe, aquella chica con la que que bailé temblando murió...todo abandona nuestra vida para no volver.
Incluso los recuerdos de lo que fuimos o hicimos se desvanecen.
La verdad es que mucho antes de que abandonemos este mundo - ¡tan maravilloso! - él nos abandona gradualmente, poco a poco. Y no porque no hayamos muerto , sino porque nos estamos acercando indefectiblemente al final.
Si rezas, acuérdate de mi. A veces tengo miedo. Y si no rezas, ahora mismo pasaría mi gorra en este Barullo pidiéndote un avemaría.
La avemaría la tienes Los médicos no tienen el don de adivinación. Es como el tiempo cuando te dicen que va a llover, llueve, o no.
ResponderEliminarTener un por qué para vivir hace mucho
Eso me lo dice mucho la neumóloga. Y piensa que estar como unan cabra- empezamos a conocernos- va muy bien como terapia.,
EliminarCuenta, no con un avemaría, sino con un misterio completo del Rosario. Un muy fuerte abrazo, amigo Suso.
ResponderEliminarMuchísimas gracias!!!
EliminarTe conocí en OL y mucho me he reído contigo. Y luego, descubrí el Barullo. Nunca intervengo, pero hoy sí, esto no va de bromas por más que buena parte de la vida lo sea. Aunque no nos conozcamos personalmente, te aseguro que la mía no será la oración de un extraño.
ResponderEliminarMuchísimas gracias. Si es oración no de un extraño.
EliminarAunque no te conozco, hace tiempo que de vez en cuando, me sale, pedir por ti, en alguna de las partes del Rosario.
ResponderEliminarEstán las mentiras, las grandes mentiras y las estadísticas. Él sabe.
Pues te lo agradezco de verdad. Me pongo de pie. Inclinación de cabeza.
EliminarUn abrazo inmenso.
Para Mauricio y tod@s.
ResponderEliminarMi correo electrónico es
susomendi@gmail.com
Dar gracias al Guiri por lo que me escribió en privado. Un muyyyy fuerte abrazo, amigo
ResponderEliminarYo también he rezado por ti en alguna ocasión (es algo que he hecho con todas las personas que aprecio en mayor o menor medida: familia, amigos, conocidos, compañeros... y, por supuesto, allí estás tú). Cuenta con el avemaría que pides y algo más. Aprovecho también para enviar un fuerte abrazo a Mauricio P y a todos los auténticos tigres del carrer Lepanto ;-)
ResponderEliminarBalumba
Mauricio no es P.
EliminarEs otro. Pero P. nos lee, con frecuencia
Lo vuelvo a intentar. Paco y yo con nuestros hijos, te encomendamos ya en nuestras oraciones. Otro amigo a la lista.... En la lista estoy yo.
ResponderEliminarMucho ánimo y a seguir luchando. Tu vales mucho. Un enorme abrazo.
Muchas gracias, me has animado mucho con tu watsap. Me sentí muy pequeño.
EliminarAhora leo que se ha publicado. Lo leía Paco. Eres muy grande y lo sabes.
EliminarAins, ser grande gilipollas!!!
EliminarCuenta conmigo, Suso. Y paso contigo la gorra.
ResponderEliminarMuchas gracias, y un abrazo
EliminarMira, yo no rezo ni creo, pero me sé el avemaría. Va por ti.
ResponderEliminarUn abrazo. Me echo al suelo, como alfombra para que usted pise blando. Obrigado. Graciñas.
EliminarÁnimo, Suso. Si la neumóloga no da crédito a la "evolución imperceptible" es una gran noticia.
ResponderEliminarComo decía aquel: "tienes una mala salud de hierro".
Estas cifras son estadísticas, como ha comentado alguien, y existe una media y una varianza. Tu estilo de vida campestre, el dejar de fumar, tu optimismo innato, tu gran corazón... todo esto te llevará a sobrevivir a muchos.
Lo patético es morir en el despacho de un infarto, como Emilio Botín (que en paz descanse).
Gracias, amigo . Sin ti este Barullo sería otra cosa, más chunga, aburrida, sin sustancia.
EliminarBotín...ser honrado es el lujo que nunca tuvo.
Bueno a Botín lo envenenaron
EliminarEso se dice
EliminarSuso, te envío oraciones. Estamos cerca del atardecer. Si no es la fibrosis será otra cosa. Y como dice el canto nos examinarán del amor. Y tú has amado mucho. Las imperfecciones de la vida, cuando están reconocidas y perdonadas, sencillamente no existen. Sólo queda el amor.
ResponderEliminarMuchísimas gracias. Un abrazo fuerte
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