Ayer fui a andar por las orillas del Río Umia. Estuve jodido toda la mañana. Recordaba constantemente el matrimonio que falleció en el incendio de Valencia, el que se encerró en el lavabo con sus dos hij@s- una de meses, otra de dos años. La historia que contaban de que ella llamó por teléfono a su madre para despedirse , hasta que se apagó.
Y anduve rezando por esas almas. ¿ Qué se dirían?
Me vino a la memoria una película que me dejó huella, " Una historia verdadera", de David Lynch. Una maravilla que deslumbra por su sencillez, y que se convierte, a lo largo de su viaje, en uno de los mejores cantos a la reconciliación, a la ancianidad, a la familia y al sentido común.
Cuenta la historia real de Alvin Straight , un anciano de 73 años, con problemas de visión, un enfisema pulmonar causado por el tabaco, y graves achaques de cadera que le hacen tener que caminar con dos bastones. Vive con una hija autista, en Iowa, y ambos se cuidan mutuamente.
Un día recibe la noticia de que su hermano Lyle, con el que lleva sin hablarse diez años, ha sufrido un infarto. Decide ir a verlo para reconciliarse con él, pero el viaje es largo: hasta Wisconsin hay 500 km., y él solo puede conducir su viejo cortacésped.
Su frase es " voy lento porque tengo prisa". A pesar de todo, se pone en camino en un viaje que, según sus propias palabras, le servirá para tragarse su orgullo y poder volver a ver las estrellas, de noche, con su hermano.
Durante el recorrido le suceden muchas cosas, y tiene muchos encuentros. Una noche , a la luz de una hoguera , tiene una conversación con una joven embarazada que ha huido de casa. Está perdida, en el desvarío.
Y aquel anciano le pregunta qué familia tiene. Ella contesta que son cinco , padres, hermano, abuela. Y el hombre coge una pequeña rama de madera y le pide que la rompa.
La chica lo quiebra sin esfuerzo. Después , Straight une con un haz cinco palitos , se los da y le pide que haga lo mismo. La chica no puede romperlos.
- Eso es la familia. Sólo ella es fuerte. Si te quedas sola, te perderás para siempre.
A la mañana siguiente, cuando despierta el viejo , ve que la chica le ha dejado el haz cerca, a la vista. Imaginamos que ella regresa a casa.
Es la experiencia del propio hombre: su mismo viaje de reconciliación se convierte en un canto a la familia y a la superación de los problemas que la ira o la vanidad traen, y este canto se comunica a su alrededor en cada uno de aquellos que se tropiezan con él: la joven, los hermanos que no dejan de discutir, el marido indeciso, el anciano del bar que nunca ha compartido su infierno con nadie…, hasta, como culmen de todo, Lyle Straight.
Me acordaba de esa escena pensando en esa familia que antes de morir llama para despedirse y, supongo, decirse, otra vez, lo que se han dicho tantas veces. Pero no será la última.
Me gustaría decírselo a esa madre que escucharía aterrada la despedida. Pero suena todo tan patéticamente falso ahora.
Mi madre un día me comentó: no quiero que cuando yo no esté os separéis los hermanos por nada del mundo, pase lo que pase, penséis lo que penséis. Quereros mucho.
En la película la misma naturaleza es otro personaje más. Y uno ayer andaba rezando y no sentía nada. Lo mismo que en la cinta , los campos de las vides en invierno , el cielo gris acerado , la lluvia , el río y sus meandros son signos del alma del protagonista. Y de la mía.
¿ Dónde cojones estabas ese día, Dios mío?
La historia termina en silencio. El silencio es aún más trascendental que las conversaciones. La última escena es, sin duda, uno de los finales más sencillamente hermosos de la historia del séptimo arte. Cuando se eleva la cámara hacia un firmamento lleno de estrellas y comienzan los créditos finales, es difícil no pensar: “tengo que reconciliarme. Quiero hacer las paces”.
Te lo deseo, de verdad, antes de que todo se consuma.
Ciertamente el cine, el arte del siglo XX, nos ha dejado algunas joyas impagables...
ResponderEliminarEn España, como de costumbre -a excepción de Centauros del desierto-, cuando traducen los títulos la cagan. No como en Catalunya, que casi todo lo hacemos d'allò més bo. La traducción sería: Una historia "directa", de verdad, tal cual, sin florituras... Algo así.
ResponderEliminarStraight también significa heteosexual...
En realidad el título es el del cartel de la película: The Straight Story.
EliminarStraight existió y su historia es real.
Respecto a la traducción del apellido , recordar que en España hay Poyales, Lamata, Comino, Conejo....y no hay ningún tipo de connotación sexual, ni de ningún otro tipo: la mujer más estrecha que he conocido se llamaba Conejo.
Me contaron una anécdtoa de cuatro numerarios que iban en un coche. En un adelantamiento, chocaron de frente con otro vehículo y fallecieron tres.
ResponderEliminarAl cuarto le preguntaban los de la Delegación si habían dicho algo sobrenatural antes de morir, o una jaculatoria, una oración, algo que poner en esas hojitas que se escriben cuando muere un numerario.
Y el del hospital contestó: "lo único que dijimos: ¡¡¡nos fooooooollaaan!!!"
Fue cuando falleció don Antonio Rico . Regresaban del Pirinero aragonés. Murieron todos.
EliminarFueron a visitar al hospital al único superviviente. Le preguntaron qué estaban haciendo cuando ocurrió el trágico accidente.
- Nada.
Una pena. Pensaban que les pilló durante el rezo del santo Rosario.
- ¿Y recuerdas cuales fueros las últimas palabras?
- Sí...alguien dijo " ¡¡¡ QUE NOS FOLLAAAAANNNN!!!".
Claro, don Antonio era de los primeros del Opus Dei , además un tío muy bueno - doy fe de su bondad- y no iban a ir con esa anécdota a explicárlo a Villa Tévere.
Hechos como el horrible final de esa familia valenciana muestran que es harto improbable que haya un Dios padre, si entendemos por padre lo que se entiende habitualmente.
ResponderEliminarEn Dios nos movemos, existimos y somos. No hay tiempo, eso es una invención humana. Usted cree en lo que ve, huele, toca, siente. Y me parece muy bien.
EliminarYo espero. Y creo que Jesucristo vino y nos dijo algo que jamás nadie podía imaginar: Dios en un Padre. Yo tampoco entiendo.
En pocas cosas más creo como en ésta.
Le escribiría más cosas pero , ¿ para qué?.
Cuando rezas no tienes que sentir nada. Santo Tomás escribe que la devoción es un acto de la voluntad.
ResponderEliminarEse viaje con el cortacésped es una oración, un reconocimiento del Otro. Tommaso da Celano decía de San Francisco, su maestro: "Ya no oraba, se había convertido en oración".
PS: hace tiempo leí un libro de Lee Iacocca, manajer de moda entonces por haber salvado Chrysler Corporation de la ruina. Se titulaba Talking Straight. Igual era familia del prota.
Los griegos clásicos no tenían una palabra para la "homosexualidad". Solo era sexo.
https://open.spotify.com/track/7Fv5A20g3t75ATGMLCcNiG?si=w--PYSdGTnG5y565hqTKyg
ResponderEliminarI really don't know life at all
ResponderEliminarhttps://youtu.be/7cBf0olE9Yc?si=6S8b27G_bF2fct06
ResponderEliminarPara quien no tenga Spotify
ResponderEliminarRealmente no sé qué es la vida
ResponderEliminarSólo sé que no sé nada.
ResponderEliminarAl tío muy perjudicado que ha escrito cuatro sentencias vitales una detrás de otra: ¿sabes que existe tratamiento para eso?
ResponderEliminarA lo mejor es lego en esto del blog y de la Internet
EliminarPara ser gilipollas sí que no hay tratamiento.
EliminarRepásese usted los tres últimos cursos de gramática del Sr. Pallero, que la destrozas en una frase, campeón!
EliminarExplíquese. Interesante lo que escribe.
EliminarQuod erat demonstrandum, gilipollas esférico, como el de la luna y el dedo.
EliminarMuy bueno usted. Muyyyy bueno.
EliminarCon la misma anécdota de los palitos comienza Ran (1985) de Akira Kurosawa.
ResponderEliminarLa tengo pendiente. ¡ Grande Kurosawa!
EliminarEsa es la razón de darme de baja de Netflix- una mierda apestosa de ideología woke - e irme a Filmin.
Al anónimo de las 11.38h que repite el argumento que está de moda: “debido al mal que hay en el mundo se demuestra que no existe Dios”, le pregunto, entonces cuando JESUS murió por ti también quedó demostrado que Dios no existía?
ResponderEliminar¿Y si tuvieras un poco de humildad y pidieras luz para ver el misterio de la libertad humana? El mal existe debido a la libertad del hombre. Y tal vez no entendemos todas las cosas.
Al anónimo de las 11.38:
ResponderEliminarUnos padres, al verse rodeados por las llamas y sabiéndose irremisiblemente condenados a una muerte espantosa, se encierran juntos con sus niños pequeños en el baño y hacen una llamada desesperada a la madre de la esposa, conscientes de que esa llamada no les va a salvar, y mantienen la llamada hasta el último momento: ¿qué más pruebas quieres de la existencia de un Dios padre? En aquel momento, Dios estaba justamente en esa llamada. Que esas muertes atroces nos estremezcan y susciten preguntas terribles en nosotros, que días más tarde seguimos aquí hablando de ellas en lugar de observarlas con indiferencia como si fuéramos ovejas, también prueba la existencia de un Dios padre. El hecho mismo de pedirle cuentas a Dios, en lugar de resignarnos a leyes físicas y a errores humanos, ya prueba su existencia. Otra cosa es que nuestra sensatez no alcance para tanta locura.
Al anónimo de las 16:39:
También al hilo del comentario anterior, recomiendo de Kurosawa la película “Barbarroja”. En un momento de la película, uno de los clientes del médico, tratando de provocarlo, le pregunta algo así como: ¿alguna vez has salvado a alguien?, ¿de qué sirve la medicina si de todos modos vamos a morir? El médico “Barbarroja” no responde (¿qué iba a responder?), pero se vuelve al hospital a seguir trabajando. Es curioso que Ingmar Bergman formulara exactamente esa misma pregunta a su psiquiatra: ¿alguna vez has curado a alguien?
Muchas gracias, señor Quilombo. Parece que usted aparece como las ambulancias, cuando se le necesita.
EliminarPensé lo mismo que usted cuando supe lo de la familia: Dios estaba en esa llamada. Y lo estaba porque allí sólo había amor. Casi nada.
Los animales no aman. Ese es para mi para el misterio. Sólo nosotros amamos, y reinventamos el amor a través de la poesía, el arte, la escultura, la música...y de esa llamada de de teléfono...¿me entenderá alguien?
Nosotros creemos en Misterios: la Eucaristía, la Comunión de los Santos, el Amor...
Hoy le envié a mi madre una canción cantada por watsap. Muy probablemente ahora se habrá olvidad. No importa, me llamó para darme las gracias y decirme que le había gustado mucho. Y, como siempre, le dije que le quería, y ella me contestó que ella también.
La canción es una mexicana " Como Dios manda".
Si mañana arde mi piso la llamaría, me despediría, y le diría, otra vez, que la quiero. Y Dios estaría allí.
Un Dios que no está en el tiempo.