SIEMPRE LA PERSONA.

Hay autores que su mirada y su corazón salva siempre  a la persona.   Orwell ,  Camus,  Juan Pablo II...¡tantos!

Detrás de un adversario, hay una persona; detrás de un policía, hay una persona; detrás de un capitalista, hay una persona. Detrás del doliente hay una persona. Detrás del discapacitado hay una persona. 

Cuando el enemigo se humaniza  se rechaza el dogma y los disfraces, los estereotipos, las etiquetas que se colocan al otro a través de las ideologías.  Este tipo de escritores son modelos esenciales para no entregarse a la barbarie socialista, estalinista, castrista, nacionalista , etarra, o neoliberal,  que es barbarie porque el otro ha sido deshumanizado y, por tanto, puedo matarlo, encarcelarlo, instrumentalizarlo  o silenciarlo. 

Cuando nos rendimos a esa tendencia tan humana a crear bandos y antagonismos, cuando estamos al borde de la guerra civil o planetaria, llega Orwell y dice: "Lo importante no es mantenerse vivo sino mantenerse humano".

De san Josemaría me gustaba muchísimo una idea que gustaba predicar : la de que se pondría al lado del perseguido por seguir su conciencia para correr su misma suerte, aunque no pensara lo mismo. Por respetar su libertad. 

No encontré la cita, pero imagino sabéis a cual me refiero. Sin embargo, lo humano se desvanece cuando  aparece lo institucional y llega el momento de la verdad. Y todo queda en palabras. Al final , sale el hombre cabreado y el rejalgar.

¡La coherencia es tan difícil!  Hay que esperar al momento de la prueba para  saber de qué pasta estamos hechos. Vemos un matrimonio feliz, estable. Él la ama, y la colma de regalos y riqueza. Probablemente esa mujer ame de verdad a ese hombre , y no se dejaría embaucar  por otro igual, sin embargo, hay que ver qué sucedería si ese hombre enloquece, o se arruina, o  fracasa  estrepitosamente. 

Lo vemos a diario. 

Es patético ver a todo un Partido Socialista desdecirse de sus propios valores,  faltar a su verdad,  y chapotear sin vergüenza en el lodazal de sus mentiras.

La coherencia, sin pasión la vida sólo es tiempo, pero ¿ no es la coherencia la mayor de las pasiones? 

Vivimos en un mundo donde allí donde respira un ser vivo, hay otro para devorarlo. Y  vivir esa coherencia , con frecuencia, es mortal.