Conocí una mujer maravillosa en un centro de discapacitados en Tarragona. Se llamaba Ana.
Padecía una parálisis cerebral y no podía controlar ninguna parte de su cuerpo.
Para que lograra escribir una carta tenían que atarla a una silla y amordazarla con el fin de que no se cayera ni babeara sobre el ordenador.
Entonces puede mecanografiar con la nariz sobre el teclado.
Los días que la conocí era septiembre. Era entonces cuando comenzaba a escribir tarjetas de Navidad
En la que leí escribió: «Pasemos la Navidad con Jesús, ayudando a seres menos afortunados que nosotros».
Joder , pensé, "¡ayudando a seres menos afortunados que nosotros!". Una señora que más de una@ pensaría que entre ella y una planta había muy poca diferencia.
Me sentí pequeñito , pequeñito, pequeñito.
Las personas como ella no nos inspiran porque sus desdichas hagan que las nuestras nos parezcan menos graves, sino porque nos dan una lección de quilates.
La cuestión no es quién tiene el peor problema. Todos tenemos problemas, y al afrontarlos podemos inspirarnos los unos a los otros.
La cuestión es qué cojones hacemos tú y yo con todo ese maravilloso caudal interior que lo tenemos oculto en la niebla densa y fría de nuestra triste y pequeña vida.
Algunos nos ha sucedido como aquel caracol que trepaba por un cerezo en enero, y la cigarra le pregunta: "¿Adónde vas?" ..
- "¡A comer cerezas!", responde el caracol.
- "Pero... ¡si todavía no es tiempo de cerezas!".
- Bueno, sí, pero cuándo yo llegue, ¡las habrá!, afirma el caracol
¡Eso nos pasa a algunos, sí señor! : vamos lento ascendiendo el camino de la vida , pero Dios tiene sus tiempos!...exactamente como Ana.
Yo pienso que a veces olvidamos la triple dimensión del ser humano: cuerpo, alma y espíritu. El espíritu nos permite una relación personal con Dios, que nos amó primero, como correspondencia a ese amor ("ese maravilloso caudal interior").
ResponderEliminarLa dimensión espiritual siempre permanece en su plenitud. Me acuerdo de Enriqueta la tonta o de la costurera que escribió un libro sobre el Espíritu Santo y cuyo nombre no recuerdo pero aparecía fotografiada con un paloma (el de "marketing y ventas" de la editorial se lo curró).
Siempre volvemos a un Dios abstracto (no personal) y a un legalismo moral de tipo neurótico. Un cinco raspado para entrar en el cielo. De ahí no salgo, con complejos, miedos, inseguridades...
Dios nos sigue hablando, mediante Ana o como sea.
A veces pienso que como me amó a mí también amó a Hitler, Stalin, al Ayatolá Jajameini, Netanjianu, Donald Trump, Georgina..
Como bien dices, Dios tiene sus tiempos. Y como dice Heidegger es más fácil comprender al ente (los pececitos) que al Ser (al agua).
No quiero decir que podamos comprender a Dios, pero las personas solo existimos en un contexto de relación personal con Dios que da sentido a nuestra existencia.
No al "pienso, luego existo cartesiano".
Descartes, buen matemático, negado como filósofo. Lo triste es que al escribir en lengua vernácula tuvo un éxito arrollador. La gente de a pie era la primera vez que leía filosofía... y creyeron que eso era todo...
ResponderEliminarA la discapacidad le sucede que tiene una faceta que la hace muy difícil de entender al que se asoma a a ella por primera vez: la gente la ve antes de ver a la persona y, a veces, se queda en el umbral, sin entrar .
ResponderEliminarGracias por esta entrada. De verdad, gracias.
Gracias a ti. Parece que sabes de qué hablas.
ResponderEliminarUna persona parapléjica me dijo en una conversación: Muchas veces una sonrisa es todo lo que puedo dar. Y sí, me sentí muy pequeña. Por no valorar.
ResponderEliminarCuando uno siente la grandeza a su lado aprendes mucho. Esa persona no tenía en su mano cambiar una situación que le producía dolor, pero pudo escoger la actitud que tomar: una sonrisa.
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EliminarRecomiendo me lo agradecerán, el libro
¿ADONDE VAMOS, PAPA? de
JEAN LOUIS FOURNIER.
Trata de una historia verdadera sobre dos hijos con discapacidad y su padre. Muy ameno y con cintei
Contenidos quise decir
EliminarMe parece que muchos nos acostumbramos a tanta grandeza. Hace unos meses me tocó defender a una chica algo influencer que con un cáncer cerebral recibió en días más de 200mil en donativos y todo lo donó a una fundación para investigar y también pagar tratamientos... pues llegó la KGB o hacienda a reclamar y a pesar de explicarles la realidad... han estado durante meses hasta el final y no encontrar nada, pero además de cáncer ha estado con una depresión total. Aquí es donde se descubre que hay personas que curan con una sonrisa, incluso sin conocerte y una multitud de seres que parecen hijos del diablo, no de Dios.
ResponderEliminarA tod@s los que os estáis preparando para ser Inspectores de Hacienda. Dejaos de preparador, de apuntes y de mierdas Iros al concepto:
EliminarEl "Sistema Tributario" es un español trabajando a destajo para mantener a un jodido hijo de la gran puta parásito al que ni conoce.
Lo llaman impuestos.
Idos, o Iros, a tomar pol culo.
Susto, te queremos.
ResponderEliminarEres nuestro ídolo.
La AEAT son peores que los nazis. Los nazis al menos te mataban, y éstos malnacidos sólo se dedican a hacer sufrir a la gente (o al "contribuyente", como dicen ellos).
Y luego dicen que la Opus de Dios es una mafia. La puta AEAT sí es una mafia. La peor de todas.
Totalmente de acuerdo.
EliminarCada vez hay más inspecciones, no tienes un interlocutor, no deciden los asuntos conforme a derecho.
Lo peor es que tienen la "presunción de legitimidad" (quer por cierto introdujo Laureano López-Rodó) y te pueden embargar sin preguntar a un juez si es conforme a derecho.
Hacen lo que les da la gana. Luego: récord de recaudación.
Yo también os quiero, coño. No hay que rendirse nunca.
EliminarEsos funcionarios, recordémoslo desde aquí, que mientras tú haces cola esperando a que vuelva de desayunar para que te atienda cruza delante de ti arrastrando los cojonazos por el suelo; y ni se inmuta, porque sabe que su jefe hace exactamente lo mismo.
Que entra con las 2 bolsas de Mercadona aprovechando que está a 2 pasos de la cafetería donde ha estado 40 minutos desayunando.
Es una puta vergüenza.
Son sus "objetivos", Sanyi.
ResponderEliminarTienen "objetivos", que en realidad son al primero que encuentran por la calle.
Y tienen "incentivos", es decir, pluses por poner en un acta, con la presución de veracidad a la que te refieres, que tú eres un chorizo y ellos son buenos.
Lo que no sé es como nadie le pega fuego a todas las sedes de la AEAT.
No habría muertos, estarían todos desayunando o comprando en el Mercadona.
Lo de la discapacidad es todo un mundo. Yo tengo dos hijos con discapacidad. Al principio esperas que la sociedad te apoye, pero poco a poco te vas dando cuenta que los discapacitados están muchas veces solos, como Jesus. Es interesante la sensación de que tu vida siempre va a discurrir por una comarcal con baches y no por una autopista como te habías imaginado. Cuando era pequeño, siempre me fijaba en aquellos padres que iban a misa con hijos discapacitados y me llamaba la atención lo cansados que estaban de cara, de aspecto, de mirada, ..... entonces me entraba miedo y rezaba Dios mío! que no me pase a mi. No obstante, de momento Dios me esta dando el 50% de lo que le pedí de corazón al casarme: que mis hijos tenga Fe, sean buenos y quieran vivir en verdad. El otro 50% (que no me costara mucho esfuerzo el matrimonio) me ha dicho que ni hablar. Que me queda mucho choped por comer todavía.
ResponderEliminarGracias por compartir. Es usted, ustedes, héroes sin capa. Me pongo de pie, espeto gordo.
EliminarNo se preocupe por el choped. A ustedes les reconocerán por su amor. Ya sé que no es fácil dar consejos cuando uno no está en esa trinchera . No se rinda. Sea optimista, pase lo que pase. No ponga esa cara que a usted le disgustaba cuando era joven. Sonría.