miércoles, 10 de abril de 2024

LOS PAISAJES QUE UNO AMÓ.

Mujeres y hombres  hacemos disparates sin que podamos  explicar por qué,


Buscamos  algo que la vida no tiene: mentimos, engañamos, somos infieles, robamos, vivimos vidas porcinas, la codicia nos obliga a realizar actos miserables y rastreros, chapoteamos en barrizales de una sexualidad sucia, de esclavos...somos lo peor de lo peor. 


Solemos decir, que hay cosas que no se pueden perdonar, o que nunca podremos perdonarnos. Y sin embargo lo hacemos, lo hacemos a todas las horas.


Charles Dickens escribió un cuento en que un fantasma elegía invariablemente para volver al mundo los lugares en los que fue desgraciado. 


Sus apariciones solían ser terroríficas, pues estaba cargado de su antiguo odio, hasta que alguien sensato se lo recriminó. Su argumento no pudo ser ni más delicado ni más concluyente. 


“Puesto que puedes regresar de la muerte, ¿por que no lo haces a los lugares y a los instantes en que fuiste feliz, en vez de hacerlo a aquellos en que fuiste maltratado?”


¡ Cuántas veces también yo he regresado a  lo peor de mi mismo!...a los lugares donde me humillaron, o me engañaron, o me defraudaron, o se burlaron de mi!


Tal vez ya sea hora regresar a los paisajes que uno amó, y fue amado.



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Un antiguo alumno, y buen amigo, casi un hijo para mi, ha escrito un libro: "Disidente y perseguido". Lo recomiendo. Es distópico y eso. Editorial Bambú.



 

14 comentarios:

  1. Me acordé leyendo esta entrada de los días en que usted escribía en OL . ¿ Qué lugares fueron esos?

    Buenos días.

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    1. Una cosa más, Ismael: los escritos de OL no los considero un fracaso, ni nada parecido. Los disfruté mucho y sé que ayudaron a muchas personas.

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  2. En mi caso, acabé en el Barullo siguiendo la pista de Satur. Y cuando llegué al principio me decepcionó encontrar un Satur algo descafeinado. Mas tarde entendí que era el original…

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  3. Qué bueno esas personas en las que siempre es buen momento.
    Y siempre es un buen momento para volver a empezar.

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  4. Pues a mí me gustaron muchísimo tus escritos en OL. La parte negativa: Me dejaron impactado la cantidad de cabrones con cargo que tienen el corazón retorcido y joden almas allá donde van. Me cuesta perdonarles. Otras veces veces me dejaba jodido porque muchas veces no quedaba nada de pie. A veces me daba la sensación de que lo embarrabas todo para justificar que lo que dejabas era una balsa de agua estancada. Bueno yo también lo he hecho a lo largo de mi vida. Pero a mí me gusta pensar y tengo la esperanza de que hay más gente de la que pensamos que logra adquirir virtud, que tiene rectitud, que es buena, que no chapotea en la sexualidad sucia.....En todo caso, me considero incluido entre las personas que describes en tu segundo párrafo de la entrada de hoy y procuro volver a los paisajes donde amé y fui amado, casi siempre de la niñez. En esos paisajes encuentro esperanza y sosiego. Un abrazo fuerte.

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  5. Gracias a la entrada de hoy veo el título que recomiendas. No tenía noticia de "Disidente y perseguido", por lo que te agradezco la información. Me lo anoto y lo leeré. Todavía no sé si el libro es bueno o muy bueno, pero sí que puedo decir que su autor es "Chapó" (y, creo, que nunca mejor dicho). Persona de enormes quilates (por cierto, otro tanto puede decirse de sus hermanos). Ignoro si el autor es un asiduo del Bar Ullo, simplemente gustaría hacerle llegar mi enhorabuena por la novela y mi deseo de que llegue a muchos lectores. Un abrazo.

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    1. No creo que lea el Barullo.
      Tioda la familia es canela fina

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    2. https://www.casadellibro.com/libro-disidente-y-perseguido/9788483439739/15875910

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  6. Yo, cuando he vuelto a los paisajes en los que fui feliz, me he llevado un chasco. No sé si por estar medicado por depresión.
    Vas al bosquecito donde en verano la familia viajaba con el mil quinientos para hacer un picnic como en las películas americanas, y te encuentras mogollón de gente y un montón de basura. Radios, botellones.... El agua se estancaba y cazábamos renacuajos, ahora ni agua ni nada: botellas de Vodka adulterado.
    Vas al laguito que solo tú conocías y podías bañarte en pelota picada, y se ha convertido en el Ganges.
    Subes un Puigmal o el Carlit, cola para llegar a la cima.
    Vas al Bar América, donde tomábamos un refresco antes de ir al fútbol y mi tío comprapa Celtas cortos para el partido, y lo llevan unos portorriqueños con gorra de béisbol y la decoración cambiada.
    El colegio La Farga, donde estuve cuatro años, se ha convertido en una especie de cuna del catalanismo que publica una revista en la que aparecen efebos afeminados, más que alumnos.
    Al Instituto San José de Calasanz lo han bautizado como Moisés Broggi (un médico comunista que nunca hizo nada en su vida, a pesar de ello escribió una biografía en tres tomos, como Jordi Pujol, parece que está de moda) y hacen unas cosas rarísimas. Recuerdo cuando la profesora de literatura nos decía cuando teníamos que comprar un libro y contestábamos que no teníamos dinero: "os veo en la discoteca de la Calle Industria pidiendo cubatas viernes y sábado, y ahora salís con que no tenéis dinero para un libro".
    Preguntaré a Proust y su magdalena. Es otra forma de volver.

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    1. Me acaba de chafar la entrada. Y tiene razón. Nada es igual a lo que fue y nos hizo feliz. Ya lo dice Sabina en peces de ciudad "al lugar donde has sido feliz no deberías tratar de volver".

      De todas formas, hay lugares que aún se percibe el encanto de aquellos días. En mi caso son rincones de ciudades en los que viví, o canciones que me enamoraron ( que también son lugares), y, en ocasiones algunas personas que hace mucho que no veo, porque están a tomar pol culo , pero que sí mantengo contacto.

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  7. La acumulación de personas por metro cuadrado me produce estrés. Quiero estar tranquilo, en mi rinconcito, y recordar.
    Que tengan que cerrar bosques o limitar la gente que sube una montaña para impedir aglomeraciones...
    Pero Carlos Gardel decía que "siempre se vuelve al primer amor". Vas al Bar América, cierras los ojos, y recuerdas ("mi amor, recuerdas, dime"). Entonces mi imaginación se desboca y siento el pasado. Recuerdo a mi tío, tan amable (era bedel de la universidad, por eso le regalaban entradas, y éramos vecinos, por eso me invitaba) y emocionado antes del derby Español - Jaén (en paz descanse; mi tío, no el Español).
    Solo me pasa en bares. Será la cerveza.

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  8. Lo de "siempre se vuelve al primer amor" es verdad. Y tiene que ver con la inocencia. Y con la intimidad. Se da lejos de la muchedumbre.

    Decía Graham Greene que debemos protegernos de la inocencia : es como un leproso mudo que ha perdido su campana y que se pasea por el mundo sin mala intención.

    Pero contagia. ¡ Bendito contagio!

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  9. Uno siempre vuelve a los viejos sitios donde amó la vida y entonces comprende como están ausentes las cosas queridas..
    https://www.youtube.com/watch?v=KT0eT2uRCTg

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