Para mi en bastantes ocasiones marcharme fue una obligación. No todas mis espantadas- he tenido unas cuantas en mi vida- han sido por cobardía, que también. Pero hubo escapadas que fueron motivadas por la conciencia de que había que tomar esa decisión. Se trataba de un cruce de caminos moral y biográfico donde uno intuía que se jugaba la vida.
Regresar es solo una opción. En las travesías y en la vida. Cuando uno emprende un camino nuevo no siempre apetece desandarlo.
Sucede que en ocasiones llegamos a sitios donde uno se quedaría para siempre. Y no son lugares físicos. No son territorios. No son aldeas o ciudades. No tiene nada que ver con esas cosas. Porque un hogar es, sobre todo, una actitud, un estado íntimo, un regazo en el alma marcado en el centro del corazón.
Los itinerarios más largos que he realizado son los que hice por dentro. Esos que nacen en el silencio y se dirigen a la luz. Son caminos que hay que estar callado para comenzar a realizarlos, pero no basta estar callado para hacerlos en silencio. Porque el silencio habla.
De la dependencia a la libertad. De la incertidumbre al coraje. De la soledad a la compañía. Para esos trayectos no hay aviones, ni coches, ni trenes. Esas distancias solo se recorren con un impulso interior. Y caeremos. Y nos sentaremos fatigados en la cuneta. Y dudaremos. Y lloraremos. Pero al final, no creeremos que somos otros. Nuevos. Si aquellos a quienes amamos pudieran saber cómo éramos antes de conocerlos…enloquecerían de alegría viendo lo que han hecho de nosotros.
Que la vida es un camino lo hemos leído muchas veces. Es cosa sabida. Pero que hay viajes que se inician en un cruce de caminos y que valen una vida es algo que hay que probarlo y atreverse. Y, sin embargo, una vez que hemos llegado tan lejos, no siempre compensan los retornos.
Uno de los viajes más apasionantes y duros que he hecho fue el de saber quién soy, de qué pasta estaba hecho, cuanta mentira y miseria estaba escondida dentro de mi. Un volver a empezar desde la cochinera donde veía comer a los cerdos que envidiaba su yantar. Intentar ser otro me había traído muchos problemas. La verdad es que nunca me gusto ser quien era. Un día decidí cambiar y bajar el pulso y entender a los demás y dejar de escucharme un poco a mí mismo. No fue fácil. Debajo de la piel siempre late lo que fuimos. Sin embargo, Dios andaba por allí.
Hoy escribo esta entrada como una postal que se manda desde algún lugar apartado. Quizá sólo sea que estoy enfermo, y estoy envejeciendo.
Hacía tiempo que no recibía una postal. Gracias, de verdad.
ResponderEliminarUn abrazo
Eliminaren esta foto parece que estés meando contra viento!
ResponderEliminar¡ Era lo que estaba haciendo!
Eliminar¿ Quería verme el ciruelo o qué?
Repsol ¡5 días antes del apagón! ya había avisado de fallos muy principales y muy extraños. Y todos callados como astutas p. del Bronx.
ResponderEliminarCreo que tenemos lo que nos merecemos. Todo quisqui, salvo honrosas excepciones, se apuntó al carro de ridiculizar a los que veníamos avisando de que algo gordo se venía. Sin ir más lejos, en este blog el cachondeo a costa del kit de supervivencia de 72 horas fue inmisericorde. Eso sí, ayer con un apagón generalizado de 10 horas (de promedio); es decir, la séptima parte de lo que cubre el kit de supervivencia... y todos bien cagados (empezando por los que tanta coña hicieron). Ayer, venga a comprar pilas, radios, linternas, medicinas, llenar el depósito, etc.
Que atrevida es la ignorancia.
Habie usted con el de Ciencias, a ver qué le dice.
EliminarVale, pero si hay que creer todo lo que se dice o se sospecha, no saldríamos de casa. No voy a defender a nadie, ha pasado algo muy gordo y algún responsable habrá, pero en este país todos los mangantes se van de rositas. Y puestos a especular, me da más credibilidad la foto que circula de Putin apagando el diferencial que otra cosa.
Eliminarla recomendación del kit de supervivencia vino de la EU, no de Madrid. Aquí nadie se le hubiera ocurrido.
EliminarEn la página 4 de El Mundo hay un artículo muy explicativo. Repsol ya había advertido cinco días antes de los problemas de suministro y cerró su refinería acogiéndose a una cláusula de "fuerza mayor".
EliminarAsí lo avisó al Gobierno, que no hizo nada hasta que explotó.
En el kit de supervivencia no está el sentido común
el de Ciencias?
ResponderEliminarA quién te refieres? no será alguno del Betis, no?
El anónimo listo con gafas que defiende a Sánchez.
EliminarAh vale, imagino que es un ilustre titulado de MBA.
ResponderEliminarNo creo. Tiene pinta de un holigan de Sánchez. Algo así como nuestro particular Fortes del blog.
Eliminarno me falte, soy el ángel de la guarda de Pedro, ein?
EliminarSe admiten sugerencias de la próxima catástrofe que va a venir. Quizás alguna acierte y así nos vamos preparando.
ResponderEliminarA mí hoy se me ha estropeado el váter. De verdad.
Eliminar¡Eso sí que es grave!
Eliminar¡ No estás solo, Sanyi!
¡¡¡Seguid sin mí!!!
EliminarCaganero. Ya me parecía.
Eliminar¿ No estará meando donde se marisca ?
ResponderEliminarEstos días estoy descubriendo el discernimiento como vía para descubrir la ruta más adecuada en las bifurcaciones de los caminos.
ResponderEliminarDe hecho, ya conocía el discernimiento; pero no sabía que se llamaba así. Estoy leyendo un libro escrito por un ateo, el cual entrevista a algunos personajes creyentes, y tengo que reconocer que aun y ser un libro creado por una persona que cree que después de la vida le espera la nada, y con la cual en muchas otras ocasiones no he estado de acuerdo con ella, me está acercando cada vez más a un punto en el cual ni él mismo está, un punto en que Dios dice muchas cosas.
Me ha hecho pensar en ello el leer tu entrada sobre los cruces de caminos, el marcharse, el regresar… Me doy cuenta de como tantas veces en la vida encontramos a Dios en las palabras o los hecho de los que le niegan, o de los que dicen no conocerle.
Sin ser cristiano, a través de los acontecimientos de la iglesia cristiana, a través de las palabras de Cristo, abrazo el discernimiento de los tiempos intrahistóricos e históricos para descubrir una mano que no es la mía y que señala los pasos a seguir.
Pienso que la religión no es la militancia en una religión sinó un estado vital, como la actitud de ver y escuchar realidades invisibles y mudas que quizá no pueden transmitirse más que con la poesía.
Analizando lo que afirmo y creo, no tengo más remedio que reconocer que desde el punto de vista del derecho canónico soy un hereje; pero quizá en algún siglo venidero, los que piensan y sienten como yo no serán herejes, porque la esencia no estará en creer o no creer conceptos que de hecho no son los esenciales. Si yo viviera en ese futuro, no sería hereje y podría participar de las celebraciones. En teoría, la Virgen me da con un martillo, porque la llaman martillo de los herejes; sin embargo, yo no noto sus martillazos, y no me la imagino dándole con el martillo a nadie que no cree esto o lo otro; no puedo imaginarme a Dios tampoco martilleando a quien no cree en él, o a quien no cree en él de la forma en que una determinada religión lo exige.
Como hereje, no puedo opinar sobre el próximo papa, en teoría, no debería influirme, o sería meterme en temas ajenos. Pero si el próximo papa tuviera algo que decir a los herejes, a los no cristianos, entonces sí que me afecta. Y por eso digo con el corazón que desearía que el próximo papa fuera un “poeta”.
PRISCILIANO
Dios es un misterio. Y al misterio se llega muchas veces a través de la poesía. Y del Silencio. Él mismo dijo " id a lo escondido" y vuestro padre , que está en lo escondido, ya sabe lo que necesitas, no hace falta decirle nada.
EliminarEse "decirle nada" es ña poesía.
Para mi ese misterio es el Cuerpo blanco y redondo, palpitante y desnudo de la Hostia.
Teopoesía muy espesa…
EliminarTanto les cuesta admitir que se equivocaron con sus necias chanzas acerca del kit de supervivencia?
ResponderEliminar¿Quién ha hecho " necias chanzas" sobre el kit de supervivencia?
EliminarLo de !necias chanzas" suena a " pardiez, las sales!"
Si hay que arrepentirse de algo yo me presento voluntario para arrepentirme, oh...
EliminarVanas elucubraciones evanescentes e inconsútiles, amén de austrohúngaras.
EliminarSi, sí, reíros. Pero yo ayer con mi camping-gas de emergencia, dí de comer caliente a cinco personas, y aún nos hicimos un buen café.
ResponderEliminarMcC
¡ Me pongo de pie!
Eliminar¡ Con mujeres así sale adelante este país!
McC, usted siempre en mi equipo.
ResponderEliminarPor cierto, no olvidemos que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. Me juego lo que sea a que unos cuantos frecuentadores del barullo les vuelve a pillar el toro la próxima vez que haya un apagón generalizado o algo parecido. Burlarse de los previsores, es como burlarse de las vírgenes prudentes. Aquí lo que pasa es que hay mucho insensato.
De acuerdo, pero no hay que estar siempre anunciando que el cielo caerá sobre nuestras cabezas. De otra forma nos olvidamos de vivir. Prudentes sí, desesperados no. Digo.
EliminarAdjunto mensaje recibido del hermano de uno de mis cuñados explicando y valorando las posibles causas del apagón. Me parece un análisis sesudo y serio en que se habla con conocimiento de causa.
ResponderEliminarUn abrazo.
Lo que ha sucedido el 28 de abril tiene un origen bien localizado: el corredor Aragón-Cataluña, que es una de las autopistas eléctricas más importantes de España. Por ahí pasa no solo la electricidad que producen nuestros parques solares y eólicos del noreste, sino también la electricidad que importamos de Francia. Esa interconexión internacional, aunque débil (solo puede aportar un 3 % de nuestra demanda, muy por debajo del mínimo del 10 % que marca la UE), en momentos de estrés es fundamental para equilibrar la red.
A las 12:32 h, en ese corredor Aragón-Cataluña se produjo una sacudida eléctrica. ¿Qué significa exactamente "sacudida"? Significa que de forma súbita y anormal, la potencia que fluía por esas líneas empezó a variar violentamente, subiendo y bajando en muy poco tiempo. Esa variabilidad brusca puede deberse a tres causas principales:
1. Que un relé o transformador en esa autopista eléctrica detectase un flujo anómalo de corriente o tensión (más alto o más bajo de lo esperado) y se desconectara automáticamente para evitar quemarse o destruirse. A eso se le llama que "abre" un relé o interruptor: salta y corta el paso de electricidad para protegerse.
2. Que la enorme concentración de energía renovable en esa zona (principalmente solar y eólica) haya creado una resonancia eléctrica: los inversores electrónicos, que sincronizan la corriente, pueden a veces amplificarse entre ellos si una pequeña alteración de tensión (por ejemplo, por nubes, viento fuerte o un fallo leve) se extiende como un eco a todos los dispositivos, provocando oscilaciones generalizadas.
3. Que se haya enviado (por error o ataque) una orden de control equivocada desde los sistemas SCADA, desconectando o reduciendo la generación de varias plantas de golpe. No hay confirmación aún de esta posibilidad, pero se está investigando.
Lo que sí se sabe es que como consecuencia de esa sacudida, la interconexión con Francia saltó: nos quedamos aislados justo en el peor momento, cuando la Península necesitaba apoyo exterior para estabilizarse.
Sin esa ayuda francesa, la frecuencia de la red peninsular (que siempre debe ser 50 Hz exactos) empezó a caer rápidamente. La frecuencia es como el latido del corazón de la red: si cae demasiado, los sistemas entienden que el paciente (la red) está colapsando y se desconectan automáticamente para no autodestruirse. Así, en apenas cinco segundos, se apagaron los parques solares y eólicos —muy sensibles a las variaciones de frecuencia—, se perdieron de golpe 15 GW de potencia (el 60 % de toda la electricidad generada en ese momento), y la red no pudo aguantar más: se desplomó completamente, mostrando la plataforma de Redeia (REE) un "0 MW" a nivel nacional. Eso no significa que físicamente se apagaran todas las turbinas, pero sí que no había ningún generador sincronizado a la frecuencia común de 50 Hz. Era, a efectos prácticos, un país apagado.
Para encender de nuevo una red totalmente muerta se necesita una cosa esencial: centrales que puedan arrancar en negro, es decir, sin recibir energía de ninguna otra parte. España tiene identificadas cinco grandes saltos hidroeléctricos capaces de hacer esto. Sin embargo, y aquí está una de las grandes negligencias que están saliendo a la luz, tres de esos cinco grupos estaban parados en mantenimiento programado, por decisión empresarial supervisada por la administración. Solo dos estaban operativos. Eso hizo que la recuperación fuese mucho más lenta y débil de lo que debería ser en un plan de contingencia normal.
El resultado es que, después de casi 10 horas, solo se ha recuperado un 35 % a 40 % del suministro nacional, y aún hay grandes zonas a oscuras o bajo cortes programados.
La situación revela un problema de fondo muy serio:
España sigue siendo una isla energética: solo tiene un 3 % de capacidad de intercambio exterior frente a su demanda total.
2 parte
ResponderEliminarLa red depende mucho de renovables variables, que se desconectan rápido ante cualquier inestabilidad.
La falta de reservas de inercia física (es decir, grandes masas giratorias como centrales térmicas o hidráulicas clásicas) impide amortiguar las perturbaciones.
Y la mala planificación de los mantenimientos dejó sin suficiente músculo hidráulico para responder a una crisis.
Las causas más probables, con los datos actuales, son:
Una combinación de fallo técnico en protección o en sincronización, sumado a una grave falta de previsión operativa y mantenimiento (probabilidad ≈ 40 %).
La posibilidad de un ataque ciber-físico intencionado sigue en análisis (≈ 25 % de probabilidad estimada).
Otros factores como error humano, fenómeno atmosférico puntual o causas mixtas completan el resto.
En resumen: Una sacudida inicial en el punto más sensible de la red española —el corredor Aragón-Cataluña, puerta a Europa— dejó la Península aislada y vulnerable. La red no pudo sostener su propia demanda porque no tenía asistencia suficiente, ni reserva física estable, ni centrales suficientes arrancables en negro. Tres de cinco saltos hidroeléctricos estaban fuera de servicio cuando más se necesitaban.
Por eso, España se apagó en cinco segundos, y por eso aún sigue encendiendo poco a poco, frágil, lenta y expuesta.
Y a dar gracias que teníamos hidráulica por lo mucho que ha llovido. Si no entre 10 y 15 días para recuperarse. En fin
Gracias. Mucho curre en esos comentarios.
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