Esto del Barullo es como ir en Metro por las mañanas.
Cada entrada es una Estación. Y allí que sube la gente, unos días estrujándose los costillares, otros está el vagón más holgado.
Depende la hora, suben entre bostezos , con los ojos garrapiñados en legañas que saben a María Fontaneda, y manchas de café en los bolsillos, gente que no conozco.
En este metro los seres humanos nos rozamos poco, nos evitamos bastante, nos zarandeamos a veces el esqueleto con el traquetreo hinóptico de estos Ferrocarriles del Barullo donde nunca pasa el revisor, porque le da igual quien sube, baja, o se tira a la vía...que también los hay.
Son esos que un día desaparecen después de tiempo diciendo la suya y una mañana, ¡pamba!, ¡a la vía!.
Imagino lectores que desconozco, los veo inteligentes, sensibles, inquietos, buscando una locura, una razón, un motivo...
También estará, supongo, el que mira de reojo- en los trenes se observa mucho esa gente que se le van los ojos a ver qué lee el vecino.
Y el cura que reza por mi alma, "¡Dios mío, Suso!".
O el que se enamora de una que hace una coda a un comentario suyo, y el tío flipa con su dama de una manera platónica, desvariada.
Y pasa el carterista, a ver que afana para llevarse alguna ideica a su blog, o a su meditación semanal.
Y la guapa que se siente mirada, el feo que es invisible, el raro, que descubre que no es la única especie fétida del jardín botánico, el envidioso, que desearía que descarrilara esto con todos dentro.
Los avaros que ven mendigos, las princesas buscando un príncipe , a poder ser azul Ducados, el lujurioso que pudre lo que lee sólo con la vista, el cortico, que no se entera, los poetas, que sintonizan rápido, los que esto les parece una pérdida de tiempo, pero no pierden el tren.
Y estás tú, cabrón, que no sé a qué vienes.
Anónimo Cabron!!! Cabeza de Melón!!! que me has robado a mi chica Mamón!!! ¡¡¡Da la cara!!! ...Chica, vida mía no digas nada, son cosas mías ...
ResponderEliminarRetrato decimocuarto.
ResponderEliminarUna mujer mira directamente.
Su cabeza ligeramente inclinada hacia abajo, y sus pupilas un poco elevadas; lo uno compensa a lo otro, pero el resultado es completamente diferente.
No ha perdido el instinto del leopardo ni la sonrisa humana ; dada su larga experiencia es capaz de escrutar un punto importante en tí.
...
Cuando lo encuentre, será capaz de mover el Mundo.
Ese es su poder.
Las jacarandas violetas también han florecido ya en el Distrito Federal. Maravillosas.
ResponderEliminarPerdón, lo que se ve son buganvillas, o buganvilias, como dicen en México. Pero es un hecho que las jacarandas ya están aquí también. Suso, cuando vienes al D.F.?
Eliminar¿Qué le dijiste al conductor para que te enseñara las manos? Siento curiosidad.
ResponderEliminar¿Cuàl es el link al periódico local? Otra curiosidad.
Ni idea del link del periódico local, creo que hay dos.
ResponderEliminarLe dije, "me gustaría fotografiarte las manos, porque son la biografía del trabajo de años.
Y me las mostró.
Me impresionó más el pìe de la señora de la aldea, también, o más, biográfico.
Es una idea que llevo dando vueltas sobre el paso del tiempo y su escultura en las manos, pies, miradas...
Sólo que no es original.
precioso, lo volveré a leer con tranquilidad. Y es que muchos esperamos todos los días este tren. Gracias
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