viernes, 15 de mayo de 2015

EL MUNDO AMABLE.

La ignorancia de la ley no exime de su cumplimiento, reza un principio jurídico. (¡Gracias, Miquel!)

Siempre me pareció bastante injusto el principio, aunque si uno lo piensa  bien caes en la cuenta que de no ser así la  sociedad sería  un caos. 

No todo el mundo es tan ignorante como dice, y siempre podrías acogerte a ese paraguas del “ pues no tenía ni idea de que  no se podía pasar en rojo los semáforos”. 

La justicia, como contraprestación al principio, afirma que  existe “la presunción de inocencia”. Es el otro lado de la moneda.

Pero en temas morales, ¿qué juicio hacemos de una persona que sí, y de verdad, es ignorante del mal que hace?. Que su conciencia no le delata como culpable. Son muchos los casos que actúan con una inocencia y candidez absolutas.  Muchos abortos se hacen en nombre de la justicia, de la verdad, por no poner otros ejemplos, incluso de otras culturas, aberrantes algunos.

¿Se podría hablar de la “presunción de la ignorancia”?. La ignorancia nos acecha y, en ocasiones, es insuperable e invencible. El número de cosas que ignoramos en ilimitado, basta ver a...a...¡a mi mismo, para que ir más lejos!

Pues si eso sucede conmigo, imaginad qué no será un urco, o una urca de andar por casa. ¿Cuántas personas están informadas y formadas según su patrón cultural, responden a los  saberes de su cultura, son responsables de sus opiniones?...poquísimas: es evidente que la mayoría  están lejos de esa responsabilidad, y por eso se les puede aplicar la presunción de ignorancia.

Mucho está cambiando el mundo, y nuestra sociedad. Ahora hay saberes que no importan y se ignoran, y a nosotros, sólo hace unos años, nos educaron en esos saberes y esos valores, y con otras herramientas, como  el palo y tente tieso, la memoria y una autoridad que hoy no existe.

Hoy la vaina va por otro lado, si va a algún lado, que no lo sé. 

Pero tenemos que tener muy en cuenta estos cambios y no despreciarlos, pues afectan a la visión del mundo,  a su interpretación y a una configuración personal. Si no caemos en la cuenta de eso, no sabremos donde estamos, y nos enfadaremos mucho (¡esto no puede ser, ¿a dónde vamos a parar?).Esas variaciones pueden considerarse fantásticas, desastrosas o una mezcla de cosas muy diferentes. 

Lo que no parece inteligente es no darse cuenta de ellas. 

El hombre actual está lleno de noticias que coexisten con innumerables ignorancias. Si olvidamos éstas no entendemos el mundo actual y es poco probable  que acertemos a vivir en él. Al menos cómoda y familiarmente.

3 comentarios:

  1. Suso, el principio jurídico, que recoge el artículo 6 del Código Civil, reza "La ignorancia de las leyes no excusa de su cumplimento" (no incumplimiento). Perdona mi atrevimiento en corregirte. Un abrazo.

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  2. Y qué es ,sino eso, lo que dice este artículo al comienzo?"La ignorancia de la ley no exime de su cumplimiento"...

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  3. Mayormente, por echar algo más de leña al fuego y con afán iluminador, regocijándome en las cosas pequeñas: Ignorantia juris non excusat, ooooo también: Ignorantia legis neminem excusat. ¡ Que suerte saber catalán!
    Si bien también se podría decir: Pleading ignorance of the law does not excuse you from consecuences. Moreover Being in ignorance of the law is no excuse for breaking it. Hallámonos ante un principo del derecho: "nul n'est censé ignorer la loi". "Personne ne peut arguer de son ignorance de la loi pour se défendre" dicen los gabachos. ¡Pero hay tantas leyes!
    Por otro lado yo siempre corrí huyendo de la ignorancia pero ella fue más veloz. ¡Ye asina!
    Baltasar Gracián, gran mago donde los haya, dejó dicho que el primer paso de la ignorancia es presumir de saber, ¡yo sigo este principio a rajatabla!

    Diogneto

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