miércoles, 13 de mayo de 2015

VEN RATONCITOS BLANCOS.


Bertold Brecht escribió “Herr Puntila y su criado”.

El señor Puntila es un desgraciado cuando está sobrio y eso ocurre rara vez. El resto del tiempo siempre está borracho y, como explica su criado, «se vuelve bueno y ve ratoncitos blancos».

Puntila es una metáfora de esas personas que cogen curdas religiosas, políticas, o vaya usted a saber de qué,  que les llevan a esas fases de constante exaltación anímica y subidón personal en torno a un proyecto o empeño que lo ocupa todo. Van chutados de emoción: son cogorzas y tajadas de campeonato, pedales obsesivos planetarios.

Las primeras palabras de Puntila en la función van dirigidas a un camarero, el primero que tiene a mano: «Ante este aguardiente voy a hablarte un poco de mí. Estoy muy solo y voy a decirte todo lo que pienso del Parlamento». 

En realidad, como a todos, lo que él quiere, por encima de todo, es que le quieran. 

Pero el señor Puntila tiene un secreto inconfesable que sólo comparte con su criado: «Matti, soy un hombre enfermo . Una vez cada tres meses me despierto y, de repente, estoy completamente sobrio».

Al principi Matti se alarma y pregunta sobre los detalles: «¿Tiene regularmente esos ataques de sobriedad?». El señor Puntila asiente: «Regularmente. El resto del tiempo soy completamente normal, como me ves ahora. Estoy en plena posesión de mis facultades mentales y soy dueño de mis sentidos. Entonces me da el ataque. Empieza con algo raro en la vista. En vez de dos tenedores, sólo veo uno».

Los Puntilas son normales cuando están con la melopea, amerluzados y enmoñados hasta las trancas...

¿Quién no ha pasado por esa experiencia de estar embebido en algún proyecto que le ilusiona y entonces se convierte en uno de los personajes más atractivos de la barra del bar , pues tiene imaginación, talento a raudales y el entusiasmo que derrocha se transmite por doquier... tambaleándose sobre la calle, dando tumbos para tratar de ir en línea recta y agarrándose  a unos y a otros como si fueran farolas .

Pero un día su euforia sucumbe ante la realidad y ese jarro de agua fría le convierte en un hombre diferente, en un personaje implacable, calculador y peligroso . Al ser arrojado lejos de la inestable cubierta de sus fantasías la ansiedad le transforma en un killer antipático y egoísta.

El personaje más singular es el criado Matti. No es ni bobo, ni un granuja, sino un tipo que reconoce la superioridad del señor Puntila, admira su «verdadero fuego interior cuando está borracho» y ha renunciado a reformarlo desde que su amo le ha hecho una advertencia muy precisa: «Aprecio tu sinceridad y sé que siempre defiendes mis intereses, pero Puntila puede actuar contra sus propios intereses, eso tienes que aprenderlo»

Supongo habréis conocido algún señor Puntila en vuestra vida. No son difíciles de identificar. Ándate con ojo, o terminarás siendo su esclavo, un criado:  creyéndole bueno y que, encima, ve “ratoncitos blancos”, o cosas peores.

¿Un Puntila? el Padre Marcial Maciel. ¿Otro?: busca, busca...¡estamos rodeados.!

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EN LO SECRETO.

4 comentarios:

  1. Acabo de leer El Astillero, de Juan Carlos Onetti. También es una alegoría de esta huida de la realidad que todos necesitamos en cierta medida pero que en algunos se convierte en patológica.
    "Hombres y mujeres pasivos, autoderrotados, cuyas iniciativas suelen ser la huida hacia lo imaginario, por medio de la fantasía, el sexo o el alcohol", escribió Vargas Llosa de sus personajes.

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  2. Los cohetes de la Kardashian alimentan nuestra esperanza.

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  3. Hoy he conocido al `peor payaso del mundo. Sin ninguna duda al respecto.
    Si lo queréis conocer acercaros al Hospital Niño Jesús en Madrid; suele estar cerca de la recepción principal, a la caza de nuevos ingresos.
    ...
    Es un manta, no tiene ni idea; de verdad que llama la atención su torpeza.
    Así, que como yo también me considero torpe, he hablado con él, de payaso a torpe.
    "Señor, es usted el peor payaso que he visto en mi vida"
    "Lógico, tan sólo llevo tres días de payaso"
    "Osea, que es usted un payaso becario"
    "Más o menos. Era director comercial del Barclays Bank en una oficina de Alcobendas; y algún cabroncete me ha prejubilado sin avisar.
    Llevaba algunas semanas levantándome sin tener ni idea de qué hacer con mi vida.
    Así que me compré un traje de payaso, y le pedí permiso al director del hospital para ejercer.
    Eso es todo.
    "Bien, ¿ se sabe usted el truco de la bolita ?"
    "Ni idea"-
    "Pues mire, yo le enseño, es bien sencillo, y tiene mucho éxito entre los niños"
    ...
    El aullido de una sirena me atraviesa el esternón; en su zona baja, media y superior.
    Si hay algo impresionante en esta vida es ver como frena un ambulancia y se queda a doce milímetros de la puerta de urgencias.
    Casi se mete dentro del hospital.
    ...
    Se abre la puerta de atrás, salta un paracaidista vestido de ATS, una madre llorando y bajan a un enano que está llorando de dolor.
    Lo montan en una camilla y se van echando leches hacia un box.
    ....
    El payaso me mira; se gira; se quita los zapatones de un golpe, y sale corriendo detrás del jodido enano.
    ...
    Pasan dos horas.
    Me estoy tomando un café en el bar y aparece el peor payaso del mundo.
    Ya no se acuerda de mí, ni de quien es, ni de qué cojones hace allí.
    Se sienta en una mesa solo.
    ...
    Lo siento.
    Es un golpe tras golpe en el pecho.
    Creo que es mi corazón; o yo qué sé que se abre paso hacia no se sabe dónde.
    ...
    A tomar por saco.
    Me siento con él.
    Tiene cara de no querer hablar; así que mejor estoy calladito.
    A su lado, pero calladito.
    ...
    Me mira por fín.
    Y entonces, el peor payaso del mundo, me agarra la mano y me dice:
    "No me sueltes ahora; no me sueltes"
    ...
    Al rato se despide; me dice que se va a su casa.
    ...
    Y entonces; me dirijo a la capilla; me siento en un banco y me pongo a hablar con el Jefe.
    Y ¿sabes una cosa?
    Le digo exactamente lo que el payaso me acaba de decir a mi.

    "No me sueltes ahora, no me sueltes"

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