domingo, 9 de octubre de 2016

AL PRINCIPIO FUE EL VERBO

Al principio  fue e Verbo . No podemos imaginar las palabras  sin que éstas resuenen en el interior del cerebro. Así funciona el pensamiento, como una música  cuya partitura  a muchos les está vedada. Si no sabes solfeo no podrás captar la melodía que se esconde en la Naturaleza. 

Al  principio fue el verso , después la poesía, más tarde  la escritura. El verso  se  hizo  canto; el canto antes fue grito. El grito partió de aquel gruñido  de la garganta . De este modo los  simios trataban de imitar los sonidos que la naturaleza producía: el gorgoteo del agua, el chasquido de los alimentos  que  masticaba , el   aullido  de las fieras. 

Cada uno de aquellos gruñidos ahora se transformó   en una palabra dulce o profunda, en una súplica.  Alguno de los salvajes mordiscos del primer hombre se transformó en  un beso. 

Con el tiempo la voz humana , el más  maravilloso de  los instrumentos musicales, ha tomado infinitos matices y éstos se han adaptado a todas las variaciones y estados de ánimo: el amor, la cólera, el perdón, la alegría , la  oración . Tener oído significa captar todavía en la profundidad de cada palabra lo que hay en ella de ritmo, de verso, de canto, de grito, de gruñido, de silencio, de amor. Este silencio insondable que precede al primer sonido de la naturaleza es " al principio fue el Verbo".

Las cosas sólo existen cuando poseen un nombre y este nombre es inseparable de aquella voz que lo pronunció por primera vez hace un millón de años. Su eco aún perdura hoy en tu biografía. Es  tu nombre el que  fue nombrado.

Todo es música: el maullido del gato  y la sonata de Bach , el rumor de las ramas del bosque en una tempestad  y el  susurro  de las confidencias. 

Dicen los  que saben  de esto que el oído es el último sentido que se  pierde. Y   es  verdad  que al hombre las orejas le crecen hasta el día antes de la muerte.




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