sábado, 8 de octubre de 2016

NUNCA LLEGAN A SUCEDER

Un hombre que tenía dos hijos  –uno muy optimista y el otro muy pesimista.

Por su 18º cumpleaños  decidió regalarles un obsequio que compensara  el carácter de cada uno: algo fabuloso para el pesimista y algo horrible para el optimista.  Quizás  se equilibrarían los estados de ánimo, pensó.

Llegó  el día, el padre hizo salir a los chicos a ver los dos regalos que estaban tapados en la calle con unas  sábanas. El pesimista descubrió una potente moto japonesa y empezó a gritar y llorar a su padre: “¡Tú lo que quieres es que me mate!”.

El optimista destapó y encontró una enorme mierda y empezó a bailar, loco de alegría. “¿Qué celebras, idiota?”, le preguntó su hermano, a lo que el optimista contestó: “Si aquí hay este excremento es que enseguida viene mi caballo”.

Somos como somos de cuna. 

Y una lección que  sabemos los que no nos ha ido muy bien la vida: yo y sólo yo soy el causante de mi propio sufrimiento. Y otra  , muy importante: la mayor parte de desastres que tememos nunca llegan a suceder.

Resultat d'imatges de OPTIMISMO
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AQUÍ: ESPACIO RADICAL LIBRE: MI ÁNGEL


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