martes, 4 de octubre de 2016

DAR Y RECIBIR (I)

Hay gente que da  mucho y recibe poco. O nada. Y hay quien no ofrece nada y recibe mucho.  Y no siempre  somos conscientes en qué lado de la balanza  estamos.

Hay personas que  se dan por sistema a los demás, en muchos casos para obtener su cariño y aprecio. Y en otras por ver buen  rollo  a su alrededor. Alegres. Cantan, cuentan chistes , anécdotas divertidas . Son donantes . Les sobra sangre. Son como los buenos humoristas que trabajan gratis. Poetas, personas capaces  de ver las cosas como nadie las ve, y  de mostrar el contraste entre lo que pensábamos y creíamos que eran, y lo que en verdad son, pero desde un ángulo único. 

Con esa donación y chispa la tristeza y angustias de la vida  se deshacen como humo, se pincha como un globo, y en su lugar aparece esa realidad de otra manera, pequeña, abarcable, ridícula (capaz o digna de risa), humana.

Receptores. Son los que reciben los favores del resto, ya se trate de dinero o de tiempo, y lo hacen en una cantidad notablemente superior a lo que devuelven. Son amargos, pepinillos. Si es tu jefe, amigo, que Dios te bendiga.  

Equilibradores. Buscan una armonía entre lo que aportan y lo que obtienen, y están atentos a quedar bien . Son los bienquedas. Te llevarán hasta el precipicio. El que los haya sufrido sabe de qué hablamos.

Falsos donantes. Bajo una máscara de generosidad, su estrategia es dar uno y quitar diez. En el ajedrez son los que arriesgan la dama.  Es el máximo riesgo y tentación para el oponente. Te pasas la vida oyendo " con lo que yo hice por ti".

¿En qué  grupo estás? . ¿Y los que te rodean?

Hay gente  que viven de la caridad de otros.  Un solterón que vivía parásito de su madre viuda, una mujer ejemplar, decía que para que se pueda establecer una relación asimétrica de este tipo se necesitan dos enfermos: el adicto a pedir y el adicto a dar. Sin uno no puede existir el otro, ya que ambos alimentan así sus carencias.

Sin duda, cualquiera ha ejercido alguna vez el papel de donante y ha ayudado a receptores que a menudo no dan ni las gracias. 

Mañana más...

2 comentarios:

  1. Mañana más ... me suele ocurrir que estoy deseando que llegue mañana para seguir leyendo ... :-)

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  2. Recuerda que cuando abandones esta tierra no podras llevarte contigo nada de lo que has recibido, solo lo que has dado.
    San Francisco de Asis

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