Mi madre planchaba la ropa blanca en una habitación que olía a lejía y a almidón.
Yo era un niño. Desde entonces en el mundo han triunfado y fracasado revoluciones, algunos países han desaparecido del mapa que adornaba la pared de la escuela, otros nuevos han surgido y aquel olor del cuarto sigue intacto en la nariz todavía. Lo mismo que la fragancia de esas sábanas que chisporroteaban al estrenarlas recién lavadas.
El pensamiento de los hombres cambia y los perfumes, los sabores y los sonidos permanecen. Papas, políticos y filósofos han dicho cosas dispares, ciertos héroes han muerto por causas contradictorias y mientras tanto el regaliz de palo continúa sabiendo igual. No sé qué es más verdadero, si el Concilio Vaticano o las sopas de ajo que hacía Manuela. ¡Qué sopicas hacía esa mujer!. Ignoro si es más eterno san Ignacio de Loyola o una balada de Van Morrison".
Pero me cosco algo a mis sesenta años: apuesto siempre por los perfumes con sabores y sonidos, por el tacto de la piel y los reflejos que despiden las cosas, e incluso tiendo a confundir el más profundo amor con la mirada . Esto para algunos significa que soy un tipo superficial.
La sillón del sofá de la sala de estar donde se sentaba mi padre a rezar el rosario en familia me ha herido todas las convicciones. No me ha abandonado todavía el susurro de esas avemarías rezadas a toda velocidad, y esas paradas en las letanías que hacía ese buen hombre. Me miraba en silencio y recitaba " Susín, ¡refugio de los pecadores!" . Al parecer, intuía lo pinta que iba a ser uno.
Yo callaba , algo humillado, traspasado por un leve olor de barniz que yo he confundido tantas veces con mi estado de ánimo.
No lo dudes. Tú pasarás y el olor de esa casa, esa cocina, esa tortilla de patata, esa nata derramada de la leche hervida, esa habitación,esas sábanas, será eterno.
Caerán reinos, un Papa reinventará nuevas morales, habrá mil teorías sobre la felicidad, sin duda se transformará las doctrinas , el ocio se reinventará , vendrán nuevos esclavismos, y otras formas de matar al enemigo, pero el caramelo de menta siempre sabrá a menta, el barniz de aquel sillón de tu padre te perforará la memoria, regresarás a ese "Refugio de los pecadores", habrá otra mujer envuelta en una aureola de lejía y almidón y todo ello hará que tú no seas sino un conjunto de perfumes, sabores y sonidos.
Cualquier pensamiento es vano. El Referendum y la Democracia es una gilipollez que no vale la pena . Busca la verdad en la música de las palabras, en el fondo de la nariz , en lo alto del paladar, y en el fondo de tu alma , porque allí reside.
Pero Suso, esto de "han pasado los reinos, las religiones, las guerras, ha habido matanzas, etc... y total para qué?" No te parece una forma un poco gruesa de analizar la Historia? Tal vez dentro de 500 años (si para entonces el cambio climático no nos ha destruido por completo) les parezca un poco absurda la Segunda Guerra Mundial, pero es evidente que a Hitler había que hacerle frente: no todas las causas son igual de justas aunque el paso del tiempo las difumine! También ha habido civilizaciones que pasaron pero merecían sobrevivir a otras por ser más refinadas culturalmente, invasiones bárbaras que trajeron un retraso de siglos... Y los hombres de su tiempo hicieron bien en defenderse. Por supuesto que hay guerras que merecen ser luchadas, naciones que merecen ser defendidas y religion(es) que merece(n) ser profesada(s)! Me gustaría añadir que la nación catalana no es una de ellas: su construcción se basa en una serie de mentiras históricas, falsedades legales y corrupción política; a los que habéis caído en el engaño os digo que lo siento por vosotros de corazón; deponed vuestro empeño suicida y estudiad la Historia Verdadera de vuestro imperfecto y hermoso país, que es España.
ResponderEliminarGran comentario, anónimo.
EliminarTe entiendo, y hubo un tiempo que compartía esas ideas.
ResponderEliminarHoy no.
Me cuesta creer en las ideologías.
Lo que tenga que ser, será ,permanecerá lo que valga pena...y hoy no sabemos qué es.
Fantastico Suso, además las mentiras más gordas las estamos forjando en estas dos semanas: sobre los falsos heridos, los falsos agresores, etc
ResponderEliminarNo son agresores, son policías a quienes legalmente se ha confiado el uso de la fuerza para evitar el crimen y eso es lo que hacen; evitar que un pequeño grupo de ciudadanos usurpe la soberanía nacional.
Eliminarhttps://elpais.com/elpais/2017/10/02/opinion/1506950604_759842.html
Y yo a mi abuela no me la llevaría si fuese a atracar un banco.
Morley.