Han sido necesarios millones de años para que llegásemos donde estamos. Muchos de esos años hemos andado a cuatro patas. Bajamos del árbol, nos erguimos, la mano, el pulgar...
Dicen que es la primera gran cima que conquistó el hombre. Hoy andamos tan felices y tan campantes Algunas personas, llevan esa categoría en el fondo del espíritu: morir de pie mirando de frente, erguido , su destino final.
Las fotos que ilustran la entrada son de hombres delante del pelotón de fusilamiento. Es maravilloso enfrentarse de esta manera a la muerte: mirándola de hito en hito. También imagino esa pose en Jesús cuando le cruzó la cara el siervo del Sumo Sacerdote.
¡Habría que ver el rostro de estupefacción de aquel pobre hombre al ver la mirada impasible de Jesús ante el estallido imprevisible!
Ese miserable del que no sabemos su nombre , pasa a la Historia por un lance muy triste: demostrar delante de sus jefes la valentía del fanático que gana méritos. Al revuelo de su túnica al abofetear con violencia a nuestro Señor , Jesús se mantuvo derecho , mirando a ese gusano como seguramente ni su madre lo hubiese hecho.
No se permitió siquiera un reflejo condicionado cuando vio que le atizaba.
Sí, la primera hazaña que el ser humano realizó fue ponerse en pie . Ese instante debió de ser impresionante para ese primer hombre que se alzó sobre sus plantas y miró al horizonte con un brillo nuevo en los ojos.
Esa cota nunca hay que perderla, la de la dignidad, puesto que costó millones de años conquistarla.
De pie, amig@.
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