Paseo por la Rambla Ribatallada y escucho a una pareja de cierta edad, la mía, más o menos, que comentan al cruzarse un par de lesbianas que se han dado un pico en medio de la acera " Mare de Deu , quina vergoyna!"!
Si un día, ante cualquier situación insólita , uno se descubre a sí mismo diciendo "¡ manda cojones!", es hora de hacerse un TAC , o una prueba de orina, porque esa exclamación es el primer síntoma de muerte.
Si piensas que lo has visto todo y que "¡ Dios, mío, esto qué es!" estás jodido.
Conozco una señora que me dijo que si ella tuviese un hijo homosexual ( su expresión fue "mariquita") , lo echaría de casa .
Pues bien: el niño le ha salido tralarala, y se lo ha comido con patatas. Todavía no lo ha visto todo, señora.
Esta expresión de escándalo sólo la suelta gente muy mayor, peña instalada en su corral , las criaturas que han abandonado el combate, o todos aquellos que han sido sobrepasados por la vida moderna.
Frente al pucherazo de una elecciones amañadas, y el morro de unos políticos que se apuntan a la histeria de " ens roban!, ens fan violencia!, el espectáculo de una mujer que grita a cámara que le han roto, uno a uno, los cuatro dedos, o una anciana arrastrada por un policía a lo largo de la calzada, las almas jóvenes quedan sonrientes o pasmadas, pero a lo sumo exclaman "¡jo, macho!"
Si ante la contemplación burda y obscena de la corrupción no te sientes con fuerzas de exclamar "¡jo, macho!" , es que eres un carroza . O viendo a Pablo Iglesias con esa cara de penica que pone cuando habla de la casta , no caes en la cuenta que es un cuentista de tomo y lomo, y piensas que "¡ este país se va a la mierda!" , estás gagá.
El ser humano nace, crece, copula, se zampa fabadas con chorizo, se echa pedos, , hace unas gansadas, suelta bastantes sandeces, babea, falta a la mayoría de sus responsabilidades, y finalmente muere.
La existencia es una parábola que inicia su curva en el primer latido. Y desciende en caída, a veces en picado, en el momento en que la señora o el señor tal comienza a decir "¡ qué barbaridad!" .
Primero la usarás sólo para algún programa o una declaración de algún famoso que afirma se masturba poniendo la picha en la jaula de un hámster , aprovechando la inercia de la velocidad del giro de la noria que hay en su interior. Y dirás "¡ joder, qué bestia, lo que hay que oír!".
Otro día te dirán que un amigo al que habías visto tan sólo una semana antes, ha espichado de infarto...." ¡ qué barbaridad!" .
Una mañana informa la radio que se reventado la tapa de los sesos el presidente de Caja Madrid..." ¡ Madre mía, dónde vamos a parar!".
Después paseas por la calle y ves a tu hija de quince años con un short mínúsculo , con las molleras saliéndole por el culo, del brazo de un chavalín con el flequillo alerón, y cara de matarse a pajas , morreándose en un portal y, encima, frente al Mercadona. ..
Cuando te sorprenda a tí mismo diciendo "¡qué barbaridad "! más de tres veces mientras regresas a casa a comentárselo a tu mujer, tiembla.
Estás muerto.
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