miércoles, 18 de octubre de 2017

EL GRAN TEATRO DEL MUNDO.

Hace  unos  días  comentó Quilombo la  capacidad  que tiene el turismo de hacer  propio hasta  lo más trágico. Ponía de ejemplo  los atentados en Barcelona. Meses  después  siguen haciendo selfies  visitantes de  todos  los  rincones  del mundo en el lugar de  los trágicos  acontecimientos que  tantas  lágrimas  y  dolor  habían  provocado. 

Somos  lo peor.

Habría que saber cuánto de su atracción debe Chicago a aquellos mafiosos y pistoleros de los tiempos de la ley seca. El turista que llega por primera vez a esa ciudad suele mostrar un interés morboso por contemplar la butaca del salón Green Mills en la que se sentaba Al Capone a oír jazz. Otros se  fotografían   era el cine en cuya puerta cayó baleado el gánster Dillinger. 

Lo mismo sucede en otros lugares. donde  se suicidaron famosos, o tapaderas  que  fraguaron  guerras, habitaciones de hoteles del pecado y el horror.

Chicago es consciente de que parte de su fascinación pertenece a aquella banda de criminales. Y cada  ciudad  quiere, busca, y necesita, su mafia, sus héroes, sus masacre, su genocida. 

Cuando el crimen se convierte en  relato estamos  en otra cosa. El propio espectáculo purifica las pasiones de la sociedad. Salvadas las distancias, sucede lo mismo ahora en nuestro país donde los  protagonistas del drama de la Independencia , junto con los atentados, y todo la  oscura trama  que se ha urdido en muy poco tiempo , ocupan a diario de forma obsesiva las pantallas de televisión, las portadas de los periódicos y todas las tertulias.

Habría que saber quién debe más a quién. Dada la chulería y el arte aparente para hacerse  las  víctimas con que se manejan unos  y otros  no me extrañaría que un día exigieran su parte en el negocio que están realizando a su costa los medios de comunicación.

Tampoco sería  raro que Artur Mas , o el Horinapla Pujol  exigieran también su cuota  por publicidad  a  las  televisiones y medios. Si Chicago es una ciudad turística, en parte gracias a Al Capone, los medios de comunicación españoles deberían reconocer que multiplican por dos su audiencia gracias a esta  tropa  de  pelones , estrábicos, y perroflautas con  flequillo batasuno  que, un día tras otro, adornan con su figura la cabecera de todos los medios.

No  envidio  a  nadie  en este  Retablo de  las  Maravillas. El rey está en pelotas, y Puchi, y Rajoy, o esa  calva con voz  aflautada  y  melindres  tralaralas  que se apellida  Vázquez,. Todo es  una  inmensa  y fantástica  mentira.

Que es  fotin: su presencia agónica en las  tablas  del  Gran Teatro del  Mundo  es ya su condena. 

El  final  siempre es  el mismo, eso lo sabemos  por  la  Historia : un día los tragediantes abandonarán la escena, caerá el telón y no va a pasar nada.

Escucho  mientras  escribo  el Etude Op. 10, no. 3 in E major de Chopin, conocido  como  Tristesse. Eso  es  lo  que  nos  queda.


3 comentarios:

  1. Hoy hay un caos de circulación porque la Diagonal está cerrada. Ayer se pusieron con velitas y lo han dejado todo perdido de cera.
    Yo pensaba que con nuestras ínfulas de Smart City y Mobile World Congress (del que sabemos que no se irá de Barcelona, como también lo sabíamos de los bancos) deberían haber ido todos con su Smart Phone y hacer las lucecitas con los LEDs, que por otra parte es lo que se hace hoy en los conciertos molones. Pero claro, la falta de espontaneidad.
    Entiendo que con mechero no, porque te quemas los dedos, pero lo del Smart Phone debería proponerse: muy siglo XXI.

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  2. Este estudio de Chopin, "Tristeza", es la banda sonora de la película "Mi querida señorita", para mí la mejor película del cine español, con un grandísimo José Luis López Vázquez.
    Una película que tiene mucho que ver con "El barullo", y que os recomiendo vivamente. Versa sobre la quema de naves, la búsqueda de la verdad personal, volver a empezar de cero a los cincuenta y... lo que en todo esto pintan los curas y las mujeres: las camareras, las disolutas y las beatorras.

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