martes, 24 de octubre de 2017

EL OJO QUE TODO LO VE.

¡Se repite  tantas veces!

Antes  se representaba a  Dios  con un   Ojo  enorme , y un triángulo : Dios  lo ve todo.

Hoy el lugar que antes ocupaba Dios  lo ocupa Internet, con una antena en la Nube , por donde navegan los secretos  inconfesables  y miserias de la humanidad, sus perversiones, confidencias, sueños adolescentes, deseos  vergonzantes , la política independentista, la unionista , con las pulsiones oscuras del dinero, que al final quedan atrapados para siempre en un centro de datos

Estos  días  han  cazado en esa  tela de araña al Major Trapero hablando horas y horas  con un narco ruso. Ya  no  es  un ojo, es  una   red que  absorbe las conquistas de la inteligencia humana y nuestras acciones más nobles.

Aquel ojo divino que veía todas nuestras caídas, nuestros  pensamientos  más  ocultos  desde el interior de un triángulo es  un payaso   si se compara con la alucinante cantidad de información que la  Nube  almacena sobre nuestra vida a través de un enredo infinito de chips de silicio y conexiones de fibra óptica. ¿Con quién has hablado?, lo sabe. ¿Qué  páginas  has  visitado?, la  conoce. ¿Te has  tocado el cacahué  mientras  mirabas  un   sextube?, te  pillaron.

No ha habido nunca en la historia   un  Tirano  que haya tenido semejante poder de manipulación.

Recibes  publicidad  de  asuntos  que  has   mirado hace  unas horas , y  tienes  la  impresión  de  que el Ojo  está  mirando porcima de  tu hombro.

Internet ha robado el pensamiento individual, la rebeldía y el libre albedrío a los humanos como Prometeo le robó el fuego a los dioses. A  Prometeo los dioses  le  castigaron a  quedar encadenado y  subir  la piedra hasta la cima, caer ,  y volver a  empezar. Pero  aquí  los  castigados  somos  nosotros. 

Permaneces encadenado en un poderoso Centro de Datos al  que  puede  acceder    cualquier político, espía, policía, chantajista, estafador o pervertido sexual, que te puede sacar el hígado y dejarlo expuesto al sol a disposición de las aves carroñeras. ¡ Si  tus  hijas  supieran!...¡si tu papá  se entera, niña!

En el I pod que uno lleva en el bolsillo también hay un  ángel malo y el ángel bueno, como el que  nos enseñaron en la catequesis. . El bueno te  aconsejaba  que evitaras  los peligros, el malo te tentaba para llevarte al infierno.

Ahora  esos ángeles  están en  el móvil, que lo sabe todo de ti, que es amigo y enemigo, tu delator, el que va a testificar en tu contra si un día caes en manos de la justicia. Pero eres  tan  gilipollas  que no  puedes pasar sin recargarle la batería cada noche. Estás  enganchado 

Ya  se  ha  dado  la triste  y  cómica  escena de sonar el  móvil en el  pantalón de un cadáver en  un tanatorio , y descubrirse  la amante  secreta  que tenía  el   fiambre.

Puede que llegue el día en que habrá que arrojar el móvil al carajo  y  recuperar el don de la intimidad en un planeta que navega por el universo con un follón  tan  espantoso.


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