jueves, 19 de octubre de 2017

LO QUE NADIE SUPO VER

A veces  pienso que  estamos fabricados con las miradas de los demás, y que para muchos  el afán de vivir consiste en hacerse visibles. Al principio  esa visibilidad se produce gracias al atractivo,  en la  la belleza de los cuerpos. Pero hay una frontera  que va  más allá de la subasta de lo sexual . Hay otros elementos, aparte de la dulce carne, que atraen la mirada creadora de los otros y que da volumen y consistencia al ser humano. 

Manuela traspasó mi cuerpo  con su  mirada sin dañarlo con el más mínimo deseo. No sé qué vio en mi que , decía " fue  una sensación que no sentí jamás". Y no era sexual

Después  la he llevado conmigo, y si  existiese  un  escaner  de los afectos aparecían en la pantalla, como sucede con el equipaje depositado en la cinta de  cualquier estación del AVE. Aparecerían  muchas  cosas  de  ella  que  guardo en el corazón. 

Entro en  Bocca , una discoteca de  Sant Cugat,  y la gente baila  a la luz de unas bombillas de neón reflectante  azul eléctrico. Parecen  bultos  que se agitan . Sus cuerpos no despiertan   interés alguno , pues son desechos de tienta ,  pero su figura se halla sometida a un escaner social que trata de descubrir en su interior algunas sombras o siluetas en las cuales rebotan y se hacen sólidas las miradas. 

Ese viejo contrahecho bailando con una  mulata muestra entre sus costillas la soledad  de un nuevo  rico . Ese paleto  tiene pegado al bazo traslúcido la mancha oscura de una cuenta corriente a la  que se aferra mientras se apoya en la  barra  

Dentro de la carne invisible del hombre o de la mujer madura existen cuerpos opacos de mucha intensidad :  hipotecas, pisos , condecoraciones, viajes, fincas, escrituras, honores, dioses  falsos, o apariciones de la Virgen  que esconden mucho  miedo....

Y sólo una, ¡una! supo ver un domingo cualquiera  la  parte de mi que nadie se   coscó: esa que ella vio nadadora  profunda en el  pobre  légamo de mi interior .




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