Hiela en Cuntis.
Todo es confuso, extraño y gris. Lo mío parece ajeno, y lo ajeno simplemente es un paisaje que me importa nada. A veces pienso que hacen sombra y tapan el sol. Supongo que debería importarme, pero ¿me importa algo ahora? No. Sólo quiero descubrir cuánto tiempo soy capaz de sobrevivir sin mandar a la mierda toda esta mentira en la que vivo. Y no hablo de mi.
Nunca fui una buen corredor de fondo. Ni siquiera en la doble vida. Aguantaba poco sin respirar debajo del agua de la doblez y de la simulación. Al final , sacaba la cabeza del agua a bocanear y contarlo todo.
Cuando me sinceraba, entonces, parecía vomitar mi propio corazón.
Cuando eso sucedía era señal de que había que volver a empezar.
Ahora se trata de todo lo que está sucediendo allá fuera. Parece que es la propia sociedad la que está buceando en su particular apnea libre y cuando esos pulmones no puedan más nos vamos a enterar.
¿ Sólo lo veo yo?, ¿ estoy loco?.
El tiempo pasa a veces demasiado lento, a veces demasiado rápido, a veces incluso en un mismo día. ¿Amaneció? ¿Es ya de noche? Y si me preguntas cómo me siento, te diré que sólo espero.
Y veo cicatrices en mi frente y en mis manos, y en mi alma. Me preguntas de qué son y te digo que todas tienen nombres y apellidos Y pienso en otras cicatrices. Y más tarde, tú, con todo tu corazón de lana... Y pensar que había estado a punto de perderlo, de perderlo todo. Y decidí que la próxima vez que muriera, sería ahogado en tus ojos azules. Como el mar en invierno. Y es contradictorio, porque en vez de frío y salado sería tan dulce y cálido...
Ayer te dije " soy el pobre hombre que necesitas".
Fingimos no oír el burbujeo de los que están a punto de ahogarse allá abajo. Pronto ascenderán a la superficie, abotargados, cianóticos , y se agitarán las aguas, y llegará el caos .
Todo es confuso, extraño y gris, pero las cicatrices.... nos recuerdan que el pasado fue real.
Pronto...ya llegan...están aquí.
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