lunes, 31 de enero de 2022

HACER LITERATURA DE LA VIDA.

Vivo en Galicia. Aquí aún encuentras gente que  prácticamente no se movieron de la aldea..


Me crucé hace unas semanas , en medio de una aldea, debajo de un árbol, cerca de una fuente, un hombre de ochenta y tres años que no se había movido de esas cuatro casas. Se había casado, había tenido dos hijos, y era un hombre feliz.


Tanto, que una mañana se presentó en la puerta de su casa el alcalde acompañado de un señor. Le preguntaron si conocía al personaje. Ni idea. Ni siquiera le sonaba.


- ¿De verdad que no me conoce?


- Pues no.


Era Mariano Rajoy. Un tipo que no sabe quién es el presidente del gobierno de su país es un hombre feliz.


Aquí hay gente que  no les interesa nada de lo que hay más allá. Para ellos, el mundo se divide en dos hemisferios: Galicia y Fuera de Galicia. 


El segundo hemisferio, Fuera de Galicia, es como la Ultima Thule para ellos: un lugar misterioso del que les llegaban vagas noticias y que quizá les podía parecer fascinante cuando revolotean las moscas en una aburrida tarde de agosto, pero es un lugar que en el el fondo no tenían ningún deseo de conocer. 


La gran Pirámide es una maravilla, si a uno le gustan las pirámides. Para muchos de aquí son nada, es un viaje que nunca harán porque no les interesa y, probablemente, no les guste conocerla. Y eso les sucede con muchas cosas, habiendo estos bosques, este mar, estas rías...¿para qué Egipto?


Hay una cosa que he aprendido aquí. Todos los lugares son literarios, y cinematográficos. Uno, que vive para hacer de su vida literatura, y cine , ahora sabe que es una tontería distinguir los «literarios» de los «no literarios». Es igual que las vidas. 


No hay vidas literarias y vidas no literarias. Todas son igualmente interesantes si nos ponemos a escarbar en ellas. 


Pero si escarbas en cualquier lado siempre vas a encontrar algo que se puedes convertir en memoria literaria. De todo se puede hacer poesía, literatura, cine.



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