martes, 14 de junio de 2022

UN LUNES CUALQUIERA.

Cada lunes paso por la iglesia de A Estrada.


Hoy al llegar, desde la puerta, vi a este hombre. Entró antes que yo.


Estuvo un buen rato hincada la rodilla en tierra. Me impresionó. Un hombre que reza impresiona siempre. Me llevó a la nostalgia del ayer. 


Lo llevo de cuna. Cuando nací ya era nostálgico de un mundo que no había vivido. Una nostalgia jubilosa. Quería dar mi vida por ideales inalcanzables y cosas así.


Me alcanzó esa melancolía, esa nostalgia de cuando rezaba en el Pilar con la misma fe que este hombre. Porque esa persona no era yo , era yo con 14 años... Pero no he cambiado. Hoy me he reconocido en ese hombre.


En fin, no se sabe por qué uno es nostálgico como no se sabe por qué uno es de un equipo de fútbol. Y no sabes por qué hoy me uní a la petición de este buen hombre.


- ¡Dios mío, escucha ese corazón!





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