domingo, 19 de febrero de 2023

A CUENTO DEL BARÇÁ Y ENRÍQUEZ NEGREIRA.

Se lio una buena a cuenta del feo asunto del Barça y  el  mangante de  Enríquez Negreira.  


No pasará nada. Es muy viejo  el tema de la compra de árbitros.  Hay tanto en juego, tantos intereses, tantos millones, tantos  descerebrados  dispuestos a cruzar con elefantes  los Alpes en invierno para ver un partido, tanta política, tanta ideología. 


Cuando era joven  escuché en una tertulia en el Colegio Mayor  Monterols a un diputado de Convergencia , se llamaba Casas , contar el feo asunto del partido España - Malta. Todo venía a cuento de que este ser humano era de Sabadell  y , en aquellas fechas, el club de fútbol de su ciudad  tenía un partido, el último de la liga,  que si perdía , bajaba  a segunda división . El diputado  amenazó al entonces ministro de deportes con llevar el escándalo a los periódicos, y al Congreso si bajaba el Sabadell.


El ministro le llamó y le dijo " tranquilo, no bajaréis" . Jugaban fuera. Ganaron. No bajó el Sabadell, y no pasó nada. 


También conocí a un linier del colegio Valenciano, que era del equipo arbitral de un conocido arbitro de primera . Éramos amigos en aquellos años. Contaba anécdotas de intentos de compras de árbitros que mosqueaban mucho. La sospecha de que siempre es fácil de caer en la tentación cuando eres un pringaillo. Había cosas muy chungas, como jamones colgados en la habitación de un hotel la víspera de un partido.  


En un partido en Barcelona decidieron llegar tarde al hotel , había muchas presiones. Al llegar a las tantas les estaba esperando un conocido vicepresidente del Barça, que no diré su nombre, pero que me juego el izquierdo a que compraba lo que fuese a cambio de un título. 


Les ofreció a los tres la insignia de oro y diamantes del club, era un aniversario redondo. El colegiado le dijo " si no le importa, me lo entrega mañana delante de la prensa y los delegados de los dos equipos"


- ¡ Por supuesto!- dijo con una sonrisa de colmillo. 


No la entregó. Este hombre siempre fue un poco bastante bocas.  Dirigía el club, y sus emoresas, en términos testiculares. Pensaba que su sola presencia , su mero frotamiento, estimulaba a su gente hasta extremos fanáticos que lo harían invencible.


Parecía decir "  trabajan para mi. Como van a perder. 


Este amigo , en aquel partido, que era también decisivo para el Barça , contó una bien divertida.


Para saber sin ninguna duda si una falta era penalti, o no, tenían un truco los dos linieres y el árbitro : si cogía el linier el banderín entre las manos, con los brazos caídos hacia abajo, era la señal de que no había ninguna duda de que era penalti.


Hubo una falta en el área del Barça. Mi amigo vio, sin duda, que era penalti, y puso el banderín abajo, cruzado  , entre las manos. El arbitro lo vio, pero la gente comenzó a insultar y el asunto se puso muy feo. Así que el tío se acerca hacia mi amigo y le pregunta ( de modo que lo vea todo el campo) si es penalti o no...mi amigo, viendo que el muy zorro  lo que quería era echarle toda la responsabilidad a él, mientras con las manos y el banderín decía que sí....y con la cabeza lo negó rotundamente. . No fue penalti. ..este hombre contaba historias de compras de partidos alucinantes...sin llegar a cabezas de caballos cortadas en sábanas sangrientas, pero casi.




5 comentarios:

  1. De fútbol no sabes.

    Sí pasará algo con esto.

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  2. No. Ni me interesa. Es pasión inútil.

    Pero puedo opinar. Tengo memoria de los asuntos de mi vida.

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    1. Jesús Membrillo Zavalcaba20 de febrero de 2023, 0:00

      Tu vida no me interesa.

      Me interesa la mía.

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    2. Vaya respuesta más incoherente y sin venir a cuenta.

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  3. Pues no me leas, imbécil. Aunque creo que no puedes no hacerlo .

    Yo, sin embargo, no te leo.

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