Hay mujeres, al menos algunas que uno ha conocido, que piensan en los hombres en términos de explotabilidad de recursos, de rentabilidad y riesgo de la inversión , de cálculo de resistencia de materiales.
La Preysler, esa mujer, es una ingeniera por la George Washington University - School of Engineering & Applied Science. Como mente excepcionalmente dotada para la ingeniería y el mundo de la libre empresa , antes de fletar el buque y embarcar , tiende a probar la solidez del casco , las posibles vías de agua, y la máxima velocidad de crucero.
Isabel es un prototipo de mujer en su estilo. Y parece que con su hija , la tontita y piadosa, está haciendo escuela. Otra que hace el máster. ¡Pobre Mario!
Picó como un bobo. Mucho premio nóbel , y la china lo vuelve loco, le despluma, y deja al pobre que los condones le quedan grandes. Pero antes, y esto es importante, la ex de otros tres tontainas - todos con la cartera que flipas- hizo su estudio de cálculo.
La princesa de Manila tiene la virtud de que siempre está vestida para excitar el celo del macho que pase por allí. Macho que tiene que ser caza mayor, un ciervo de catorce puntas. La ornamentación de la musa de Porcelanosa es algo digno de estudio. ¿ Habrá alguien que la haya visto al natural y sin maquillar? En esa mujer no hay detalle que pueda considerarse trivial, ni elemento , por muy pequeño que éste sea, que no tenga su importancia.
Digámoslo ya: el arma secreta de esta mujer Ruché Bubuá es el aderezo. Uno se imagina a don Mario Vargas esperando horas en la puerta del baño y pensando " ¿ pero cuándo sale esta tía ?".
Ella está en el lavabo mirándose en el espejo . El raso, el tul, la seda, conjuntada con el lino o el terciopelo. Probándose un palabra de honor verdaderamente inefable. En el talle lleva un drapeado de seda salvaje. Pero, ¿ y el cutis?...
Isabel sabe que esos pellejos desdicen del cargo y posición que ocupa. Las multinacionales del sector de la ornamentación han desarrollado unas técnicas que nada tiene que envidiar a las empresas constructoras, hasta el punto que un centímetro cuadrado de Preysler pueden superar en precio y complejidad a un kilómetro de firme de autopista.
- Cariño, ¿ te falta mucho?
- Ya casi estoy, Mario, amor.
El maquillaje de esta mujer puede llegar a tener entre seis y doce capas, dependiendo si va a un estreno, una fiesta, o portada del Hola. Todos los potingues están colocados en orden sobre la repisa del baño.
- Tónico para cerrar poros.
- Base hidratante para proteger la acción de capas superiores.
- Capa de crema para conferir un tono uniforme a toda la superficie. Es de color crema mate , para que la luz de los focos no produzca un exceso de luminosidad.
- Polvos compactos , que anulan el brillo. Con ellos se hace resaltar la línea de la barbilla, y las líneas laterales de pómulos y sienes ( ¡ los famosos pómulos Preysler!)
- Coloretes. Aquí es donde se muestra la auténtica maestría del maquillaje. Sólo una experta como esta mujer es capaz de poner sobre los pómulos la intensidad del pigmento rojizo para que el color parezca natural e imite el auténtico tono sonrosado de las mejillas de una dama.
- Cariño, vamos a llegar tarde...¿ te falta mucho?
- Ya estoy, Mario, un minuto.
- Pasta cremosa para eliminar las ojeras. Requiere un nivelado homogéneo para evitar intensidades cromáticas y así evitar un efecto de artificiosidad.
- Sombras de ojos. Isabel utiliza unas paletas con gamas que oscilan entre cuatro y dieciséis colores. Hoy usará diez. La combinación viene dictada por las leyes de concordancia del color de la piel y del vestido, y del pelo.
- Lápiz de ojos. Señalador de la comisura de los labios, según la mayor o menor distancia del globo ocular. Capital para obtener viveza en la mirada - el famoso pliegue " Preysler". Si se usa mal puede parecer que tienes los ojos pintados.
- Ligero toque de rímel . Elemento que pone en clave de bemol mayor conjuntamente la mirada y la sonrisa.
- Perfilador de labios.
- Barra de labios. Dependerá de los colores fríos o cálidos de los otros puntos señalados arriba.
- Fijador para las cejas.
En fin, la entrada exige terminar aquí...pero aún le quedan a la china la mascarilla, la manicura, reflejos...ser atractiva se convierte en algo tan complejo como presidir el Instituto Nacional de Industria.
Cuando Isabel y Tamara están juntas en el baño preparando una salida , entonces, nos vamos a no menos de seis horas.
- ¡ Ya estoy, cariño!....¿ aún no te has afeitado?
- Sí, estaba afeitado....¡pero has tardado tanto!...¿puedo darte un beso, estás guapísima!
- ¡ Ni hablar!...¿tú sabes lo que cuesta parecer natural?
Las malas lenguas dicen que su secreto es otro, bien escondido a media altura. Algo de carrete o no se qué.
ResponderEliminar¿Él de Mario?
ResponderEliminarEl carrete filipino
ResponderEliminar¡¡¡Tú sabes mucho!!!
ResponderEliminarBuen artículo, y ya metidos en harina, aunque de otro costal , échale un vistazo a la vida amorosa de Vargas LLosa. jeje Una vez leídos los avatares de LLosa, busca la biografía amorosa del 5 veces ganador del Tour, Jacques Anquetil, si la biografía de LLosa te sorprende, ya verás la de Anquetil, de traca. Me gusta mucho tu blog, te leo todos los días, Saludos.
ResponderEliminarConocía la de Vargas. Una tranca insaciable.
ResponderEliminarDe Anquetil no sabía nada...
Gracias por estar allí 😃
ResponderEliminarLa vida privada de VLL no debiera preocupar a nadie porque no incumbe a nadie más q a él. Qué preocupe a terceros, solo muestra catetismo y pobreza de vida personal. Tan pobre es la vida del que observa a VLL, que tiene que criticar la vida ajena. Pobreza de espíritu. Víctor Hugo tuvo una prolífica vida de escritor que no se ve empañada por su promiscua vida sexual. Y Víctor Hugo es inmortal como lo será Vargas Llosa. No le hace sombra su vida privada que sólo le incumbe a el.
ResponderEliminarBueno hombre tampoco es para ponerse así
ResponderEliminar"La vida privada de VLL no debiera preocupar a nadie..."... - Lo llevas claro majete...
ResponderEliminarA nadie q tenga dignidad. No es tu caso. Con alma de patio de portera.
ResponderEliminarLos ojos de ella dan miedo: Miradme! Admiradme! Alguno podría haber aprendido en cabeza ajena. Pero estoy segura que siendo utilizados les hacía sentir muy bien. Y muy ciegos. No veo alma de portera. Es aprender que hay gente parasitaria y súper dañinas que parecen normales… “Hay defectos que perfeccionan y virtudes que inhabilitan.” Y ahí la tienes, perfeccionada.
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