jueves, 2 de febrero de 2023

UN CURA INOLVIDABLE.

De Don Juan Antonio González, un  sacerdote de muy buena cabeza - fue número uno en la misma promoción de Derecho que Fraga Iribarne, al que le dijo  en una cena de antiguos alumnos " tú has llegado a ministro de Franco, pero yo a ministro de Dios"- digo, que he perdido el hilo, que aprendí algo que en su credo de cura, de hombre, de poeta, porque era todo eso y más,  estaba prohibido : no desertar nunca de tu vocación, entendida como esa llamada interior que te obliga a ser tu mejor tú. Ni ante el bloqueo, ni ante la pérdida de energía, ni ante la soledad y las dudas.

Era un hombre de su tiempo, ahora le calificarían  de "facha" , cosa que a él, hoy, le importaría nada. Una frase que repetía mucho era " ¡ a mi derecha...la pared! 

Pero también tenía un corazón muy grande. Se puede ser facha y ser buena persona, lo mismo que se puede ser comunista y buena persona. 

De sus años en México contaba unas historias de Montefalco, una especie de cortijo apartado de la mano de Dios ,  que ponía los pelos de punta, incluso los de los brazos. Celebraba misa con un  rifle apoyado en el altar, por si aparecían bandidos de la sierra. Al parecer , durante años , disfrazados de curas, iban por las aldeas y hacían de todo.

Me quedé con una anécdota que me impresionó. Iban a villorrios perdidos en las montañas, allí pasaban días. Y al regresar  antes de hacer nada, de refrescarse, cenar, descansar, o tomar algo, limpiaban los caballos, y dejaban las cuadras en orden. 

Eran como galeotes,  días y días dale que te pego. Y decía, ¡había que escucharle!,  que no había que rendirse a las críticas, a las calumnias, a los que profetizaban que no se podía hacer nada allí.

En una meditación habló del Viejo y el mar, la novela de Hemingway. Un hombre se adentra solo en el mar. Lucha durante días. Por fin vence y ata un gran pez a su borda , pues no cabe dentro de la barca. Mientras navega de vuelta  a la costa , llegan los tiburones y devoran su pieza. 

Afirmaba que esa barca eras tú,  tu vida, tu vocación , y ese pez el fruto de tu entrega. Los tiburones son todos los que no te entenderán y querrán dejarte sin ideal , también tus  miserias, tus  vicios y tus flaquezas son pececillos que devoran esa pesca.

Y al final de esa meditación , don Juan Antonio era un  optimista nato,  hablaba de que no pasa nada si las cosas no acaban bien, no enfadarse con uno mismo si las cosas no han salido como uno quería.

El tiempo pasa, y las experiencias. El chaval que fui, que debe a ese hombre la entrega a los grandes ideales, ya no es aquel de entonces. Pero no ando lejos de ese Suso. Asumo que soy peor de lo que quise ser, y una mala caricatura  también.

Hoy ya no quiero ser santo, no creo en eso para mi. Me basta intentar ser algo ejemplar,  en algún aspecto, lejos de aquel  tío que militó  en los Cuerpos de Operaciones Especiales...me sucedió como  aquel que se casó por dinero, fama, estar en la pomada, pisar moqueta  y descubrió después que no podía vivir sin amor.





5 comentarios:

  1. LLegaste a conocer en Uruel o en Cuèllar a D. Cèsar Sànchiz?

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  2. No....y me suena coincidir no sé dónde... era cecijunto, de pelo hirsuto, y cara del rural mesetario... pero a lo mejor era otro y me confundo

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  3. Era ese. Espalda recta. Barbilla en alto.

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  4. Perdón si ofendo a alguien, pero si es comunista y buena persona, no es muy listo, y si es inteligente y buena persona no puede ser comunista, y si es comunista y listo es mala persona. Es mi experiencia.

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  5. Es una forma de verlo...hay otras.

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