Ayer fuimos a ver la última película de Clint Eastwood. Salimos de noche.
Al llegar a casa el cielo tenía paréntesis de nubes que se abrían a un firmamento estrellado. Estuve un buen rato contemplándolo. En silencio.
La Vía Láctea . En ella arden 150.000 millones de estrellas aún más potentes que el Sol. La galaxia vecina se llama Andrómeda, de la cual nos separa una distancia de dos millones de años luz. Andrómeda tiene 200.000 millones de estrellas también en llamas.
Hasta ahora los astrónomos han captado 100 millones de estrellas, pero eso sólo es un pequeño barrio, puesto que la mayor parte del universo, sumida en un agujero negro, está fuera del alcance de los telescopios.
El universo continúa su marcha sin contar con nosotros. Y viendo y sintiendo esa pequeñez anónima , después cené una tortilla francesa y tomé una cervecita.
Después salí a dar un paseo y tirar la bolsa de basura al contenedor , y vi la uña de la luna, que es un pedrusco de nada
He mirado el firmamento , entre nubes que rasgaban la noche. Hay una belleza inmarcesible allí arriba: jinetes de álgebra, carros de fuego, caballos de música.
Llegué donde depositamos las basuras, junto a los contenedores que contenían residuos de estos días.
No sabía qué pensar.
Sin duda había un número infinito de esferas ardiendo en lo alto, pero en ellas no palpitaba un solo deseo, ni un afecto. Sólo frío y enormes rocas de piedra pómez.
Sin embargo, este saco de despojos estaba lleno de pasiones. Toda esa porquería es una metáfora de nuestros amores, de placeres que se disfrutaron la tarde anterior, de restos de sueños, algunos incumplidos, de kleenex que secaron unas lágrimas por alguien que no está, ramos de flores ...
A través de esos restos las constelaciones se introducían en este mundo. Ese cubo de basura era el centro de otro universo.
Millones de estrellas giraban alrededor de los restos arrugados de una soledad que era más grande que el cielo que le cubría.
Por cierto , la película nos gustó. Eastwood cuenta muy bien esas historias situadas en los límites de la vida social y del orden moral.
En el Sporting Clube de Braga jugaba uno que era una autoridad en materia del séptimo arte (películas y también series de televisión). Recuerdo que afirmaba categóricamente, casi ex cathedra, que en el mundo del cine el mejor de todos los tiempos es Clint Eastwood. Lo argumentaba en base a la acumulación de méritos:
ResponderEliminar-Ser uno de los mejores actores de la historia.
-Ser uno de los mejores directores de la historia.
-Ser el icono/emblema/paradigma/símbolo de un género del cine: el Western.
-La multitud de premios y nominaciones que ha cosechado.
-Una dilatada carrera siempre al más alto nivel.
-Porque muchas de las películas en las que ha trabajado como actor y/o director son una referencia del cine: obras maestras que se acaban convirtiendo en clásicos inmarcesibles.
-etc.
A ver, cuando yo trabajaba en la Oficina Internacional de Pesas y Medidas de París había mucho mitómano del cine. Tíos que se daban mucho pisto y se lo sabían todo de directores y películas. Muy pringadps.
EliminarHabría que estudiar un día la relación estrecha que había entre cinéfilos y opusinos. Era muy llamativa.
Para mi el cine es muchas cosas. Me gusta mucho Clint, pero también otros muchísimos más. Mi lista es inmensa. Y no todos son obras maestras. Para mi, por poner un ejemplo, " Un funeral de muerte "me parece de lo mejor. Es de un tal Frank Oz ( tiene ese hombre un cine buenísi,mo ). Y " Secretos de familia".
La de Eastwood es muy buena. Pero si te gusta Marvel. no sé yo....
Mire usted si me fío de El Barullo que voy a dar el cuello a torcer: me hablaron no tan bien de la película, pero la veré porque aquí no se habla gratis. Además, echo de menos el cielo estrellado de mi poblado desde que me cambié de casa, asín que cualo.
ResponderEliminarLa película no tiene desperdicio
ResponderEliminarPétalos de rosa
Suso, no sé si eres consciente pero estás en el candelero. El otro día eran Mopa, la Prelada y sus muchachos... ahora son los del otro grupo (Agora coloquios) quienes te nombran. En concreto en el último video que han colgado en youtube (lo subieron ayer). Por si tienes curiosidad, mira en el minuto 59:10.
ResponderEliminarNinguna curiosidad. Me pasa como Revilla, que lo veo en televisión y cambio de cadena. Mopa y la Prelada son unos pringaos que se hacen los chulitos para darse el moco.
EliminarA mi me recuerdan a Amaral y el de gorra.
Fui al cine este sábado a ver la peli de Eastwood y como no había entradas nos metimos a "La infiltrada". No se la pierdan. Buena semana.
ResponderEliminar¡Oído cocina!
EliminarHablando de cine, en mis años en el Betis nunca vi tantas películas como en los dos años que coincidí contigo en Bauprés. De hecho en otros centros de la dlb teníamos esa fama, de ver muchas pelis.
ResponderEliminar¡Y qué gozada!
¡Cierto, veíamos, muchas!
EliminarMe gusta en especial Sean Connery. Y ya que estamos puestos en temas de religión y oscuridades, no hay que perderse “El nombre de la rosa”. Genial a mi modo de ver.
ResponderEliminarPelín machista 😡 que sólo alabéis actores. A mí me gustaba Grace Kelly.
ResponderEliminarImmanuel Kant, en su Crítica de la razón práctica, escribió : «Dos cosas llenan mi ánimo de creciente admiración y respeto, a medida que pienso y profundizo en ellas: el cielo estrellado sobre mí y la ley moral dentro de mí».
ResponderEliminarRespecto a las películas, en mi centro ponían una del Prelado cada mes y no he conocido a nadie que le pareciera interesante.
El cine es una manifestación cultural. Para el Leverkusen es algo frívolo.
Una de mis tres aficiones creativas es el cine. Lo practico, lo enseño y lo disfruto. He vivido momentos de gran felicidad haciendo películas y recogiendo los frutos de algunas. El trabajo de equipo es algo muy reconfortante. Poder convertir en imagen una historia que te pasa por la cabeza y por el corazón es como comerse un pastel que has soñado. Ello conlleva una gran responsabilidad; porque el cine es una herramienta capaz de manipular. Por tanto, debe ser una obsesión ponerlo al servicio de la verdad, del bien. Quizá por eso mis referentes no son todos los clásicos americanos, aunque algunos sí. No sería capaz de señalar un solo tipo de cine, un continente, un actor, un país. Cada película es una radiografía del alma del director. Y todas las almas tienen luces y oscuridades. Y hay grandes directores marcados con una cruz por sus oscuridades; que pena que por esa cruz mucha gente renuncie a sus luces. Con el cine se puede mentir o se puede decir la verdad. Y lo que se dice afecta a muchas personas.
ResponderEliminarRecuerdo, aquí, a mi querido profesor Caparrós; un hombre bueno. ¡Cómo me gustaría hoy poder hablar de cine con él!
PRISCILIANO
Muchas gracias. Buen comentario. A mí me apasiona el cine. Si voy solo me pongo en primera fila. Leo muchas biografías de gente del cine. La Mayer, el fundador de la Metro me dejó muy tocado.
EliminarEn fin... Caparrós, me pongo en pie. Un gigante. Un hombre bueno.
Yo conocí a José María Caparrós a los 15 años en Bauprés. Poco después de que regresara del viaje que hizo a Los Ángeles. Luego me pegué a él en la facultad de Historia (viví casi literalmente en su cubículo mientras nacía FILM HISTORIA y durante toda la carrera)... Escribimos y publicamos dos trabajos juntos. Su generosidad, su ingenuidad bondadosa, su cariño. Todo en él era imperdible. Yo soy profesor y escribo por él. No hay duda. Y trato de imitarle en el trato con los alumnos desde siempre. Cuando inicié el doctorado en Ciencia Política me escribió una dedicatoria en su libro sobre los directores de cine de Alianza que decía "A ..., sin rencor, que abandonó el cine
Eliminarpor los militares. Sabiendo que hará una tesis de película". Me lo sé de memoria y siempre he llevado ese libro conmigo de un lado para otro.
Una de sus historias buenas fue cuando lo hicieron profesor titular y se cambió el coche por uno de "titular". Mejoró su status y le hice broma. Otra fue cuando Mercé Vilanova dijo en la reunión de departamento (yo estaba delante me parece). Lástima que José María nunca podrá ser catedrático, porque es el más se lo merece. Antes de morir hablamos (yo vivo en México) y me dijo que había sido habilitado para catedrático. No sé si le llegaron a dar la plaza... Pero se la merecía. Por cierto que ayer por casualidad ví con mi hija "Mucho ruido y pocas nueces" y recordé que me encargó la reseña de esa película. Busque on line y todas las revistas de FILM Historia y están subidas a la red desde 1991... Y se sigue publicando a la fecha. Mis respetos también a los que han seguido el legado.
Un hermoso, cariñoso, emocionado, y sincero homenaje.
EliminarYo lo conocí también. Le agradezco estas líneas. De verdad. Muchas gracias.
Recuerdo que le pregunté qué hacía cuando en una película salía una escena guarrilla.
- Me quito las gafas.
Un grande al que , me temo, no se le hizo justicia
En la Universidad los profesores de Historia Contemporánea lo "rescataron" de "Historia del Arte" en dónde estaba perseguido por cuestiones ideológicas, de envidia y mala leche. Estaba muy dolido con ese trato, pero nunca lo quiso escribir (hasta donde me quedé). En contemporánea nunca le atacaron por cuestiones ideológicas, respetaron su trabajo y le dejaron trabajar. Creo que esa es una buena reivindicación y le hizo justicia. El hecho de que la revista perdure más de treinta años después, los alumnos de diferentes ideologías que hablan bien de él y lo respetan; todas esas cosas le reivindican y le hicieron justicia en lo que más nos importaba a sus cercanos en la facultad (y creo que en el fondo a él también).
EliminarUn día le dije que porque no interpretaba sus reflexiones de forma algo más general, porque sus libros eran muy descriptivos, y me dijo que no era capaz de hacerlo. No sé si lo hizo al final porque deje de trabajar esos temas. Yo me pongo la misma excusa a mi mismo con mis temas.
Si debería de estudiarse su obra en lo global (no sé si se ha hecho). Escribió como un poseso... Y le gustaba decir que había publicado más libros que Romá Guvern (me parece que así se llamaba el catedrático de la Autónoma).
Sobre lo de las gafas y su forma de ser. Una vez hicimos un viaje a Ámsterdam. José María se perdía en 100 metros. No tenía ningún sentido de la orientación. Si no hubiera sido su lazarillo quien sabe si hubiera regresado de allá, o todavía lo estarían buscando.
Mañana le dedico y homenajeo en una entrada. No sé si gustará.
EliminarUn hombre de quilates.