La primera vez que salí de Zaragoza en tren para ir a Barcelona y no regresar más. El día que me dijeron " irás a Viaró de becario" , y tuve una entrevista con José Lis Martos. El día que "Como un idiota" se cantó en televisión en un programa de Jesús Hermida , y estuvimos el número 20 en los 40 principales. Las canciones de la tuna con Juan Pablo II. Las lágrimas de arrepentimiento por un adulterio inesperado. La confusión. El miedo. La duda. O una luz preciosa entrando en el salón un domingo por la mañana. El mundo es una suma de cosas.
Recuerdo. A veces lo grande nos parece insignificante y lo pequeño invade nuestro corazón con la fuerza de la estrella Canis Majoris. Qué es cada vida sino una acumulación de pasiones, de frustraciones, de sueños cumplidos y de valentías que rozaban la insensatez.
Qué es sino la medida exacta del ser humano, con sus hazañas, acontecimientos, sus hechos , sus tonterías . Esa criatura imperfecta , infantil y caprichosa capaz de lo elevado pero también de lo mezquino, interesado y egoísta . Esa criatura que camina entre el odio y el amor, el rencor y el perdón, el sexo sucio el amor , entre la victoria y la derrota, entre el azar y el coraje.
Fuera pasan cosas. Cosas verdaderamente importantes. Pero he visto a niños en primero de Primaria cogiendo bien el lápiz y tratando de escribir su nombre, con mucho esfuerzo, con una atención y cuidado maravillosos, y la F le sale bien. Y le dices " ¡ biennnn!" . Y luego otra letra, y otra… hasta completarlo.
Y piensas " ¡ joder! , ¡ es esto!"
Estoy convencido que muchas biografías son sólo un acumulación de sentimientos que suceden, muchas veces sólo de puertas hacia dentro. Que la vida de cada uno es personal, algo muy nuestro. Nuestros pequeños y chiquitos retos. Nuestras taras y defectos de serie. Nuestras preocupaciones. Nuestra memoria. Y cómo apretamos ese lapicero cuando llegan las exigencias de la vida. Sin desfallecer, con un inesperado entusiasmo.
No es sencillo ser lo que somos. Seres tan frágiles como esperanzados. Y sin embargo, aquí estamos, cada día, dando lo mejor que tenemos. Aunque sea una historia escrita en minúscula, a veces apretando mucho el lápiz y con la lengua fuera.
Gracias. Buena entrada
ResponderEliminarGracias por las canciones Suso. Ahora me estaba partiendo con la del masticapla.
ResponderEliminarPor culpa de los 5000 kilómetros no las había escuchado hasta ahora y me da rabia.
Adelante con tu vida musical
Pétalos de rosa
Un beso grande 😗
Eliminar¿No las ponían en Radio Moscú?
EliminarMe consta que, en -por lo menos- una ocasión, incuso se llegaron a escuchar en VT (las canciones, digo). Tal vez de ello nos pueda contar algo el albacea del padre Sevillani.
ResponderEliminarCreo que en VT (desgraciadamente) los últimos 40 años han mandado personajes muy muy tiesos. No les veo escuchando a Suso. Sí los imagino todo el día comiendo limones y mirándose el ombliguito satisfechos del engendro en que han convertido la Cultural Leonesa...
EliminarSé de uno que envió a Villa Tevere un cassette que grabamos en Lérida. Dio tanto bombon que se lo pasaron al chófer de don Álvaro.
EliminarLo puso en un viaje.
Al cabo de dos meses el de San Miguel de la delegación me comentó:
-: por cierto, que nos llegó un papel de Roma para que te dijéramos que hay canciones que cantas que no son del espíritu.
Una esa " elementos masticables"
Yo la llamaría "elementos intragables". Es de las más contrarias a la Norma.
EliminarEse chofer me decía que para llevar bien a una persona, tenias que conducir pensando que detrás iban dos abuelitas con su taza de café en la mano... y así se conducía bien. Lo puse en práctica más de una vez con Echevarria, Herránz, .. pues imagina poner tus canciones en ese ambiente. No pegaba, ni te entendían. Y alguno te defendimos pero no cuajó. Era como explicar ahora a mi padre de 97 años temas de tic.toc
EliminarA veces los recuerdos se mezclan con imaginaciones o se mezclan entre sí, dependiendo de la memoria que tenga uno. Los hay con memoria fotográfica, pero de esos hay pocos.
ResponderEliminar-recuerdos, memoria, fotográfica, pocos.