Conozco gente que está con serios problemas de obesidad. Me llama la atención que en el día a día, nadie de su familia le haga ver que va mal. Esa papada que le abotargada los ojos, esa gordura. En fin, nadie somos el que fuimos, pero algunos su deterioro es terrible.
Uno de esos me dice, parece un mantra: : mañana sin falta me pongo a dieta. Eso lo dice antes de meterse entre pecho y espalda un entrante de ibéricos, un lechazo, un postre casero de queso, un café, y un puro.
"Mañana sin falta a dieta". Eso sí, el café con sacarina.
Hay tantas dietas como personas : la china, la del astronauta, la de un tío medio druida que te sana con las manos y te quita el ansia...
Está bien tener esos deseos de salud. Pero hay otra dieta de la que se habla poco, y también es mucho más perniciosa: la grasa acumulada en nuestro cerebro por las creencias e ideologías. Muchas de ellas pudren la la médula, se vive en ambientes irrespirables , como la vela encendida en el interior de un vaso que , sí, tiene luz pero, ¡ay!, le falta oxígeno.
"Mañana sin falta me pongo a dieta" deberíamos decir cuando nos damos cuenta que nos falta el antídoto de nuestro propio veneno . Dicen que al morir Sócrates encontraron en su casa ejemplares de Aristófanes, autor de obras menores , y enemigo acérrimo de Sócrates. Para mi es señal de inteligencia leer tu propio antídoto.
La anécdota que me gusta escribir del que se queda encerrado toda la noche en el laboratorio de perfumes y al salir iba gritando "¡¡¡dadme a oler mierda, dadme a oler mierda!!!" habla de esa actitud.
Esta necesidad de higiene mental se produce por hartazgo de la sobrecarga libros de la misma editorial, cursos impartidos por las mismas personas, miedo a salirse de lo oficial .
Para limpiar el cerebro de esa basura también existen dietas muy variadas. Por ejemplo pasar al menos un día a la semana sin periódicos, la radio y televisión apagadas, con la idea de que eres tú el único dueño de tu vida y elegir la dieta más conveniente, por ejemplo, unos versos de Gloria Fuertes, , una sonata de Mozart , una novela de Pérez Galdós , el silencio en un bosque , el aire puro que significa para ti la mirada de la mujer que amas...
Ese día descubrirás que el futuro no es tan negro, que todo es muy relativo . Se trata de salir a la caza de cualquier belleza que pase por delante de casa.
Obviamente, el café con sacarina; sigamos una dieta sana. El azúcar, para los churros que lo acompañan.
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