Cuando subo a un avión, sé que se puede caer, porque según la ley de la gravedad las cosas que pesan se caen. A veces se caen.
Y cada Titanic tiene su iceberg. Porque no hay que olvidar lo que la historia nos enseñó : saber que cada Titanic tiene su iceberg o que cada avión se puede caer.
Un día , en una excursión a los Infiernos empezaron a caer rayos y truenos sobre el grupo . Decidimos cuatro de nosotros seguir hasta la cima. Unos metros antes de coronar vi al que iba delante con los pelos de punta , erizados por la carga eléctrica.
Cayeron a nuestro lado varios rayos que reventaban los tímpanos . Varios de nosotros, aterrorizados, comenzaron a rezar a gritos el avemaria. Yo pensaba : « estos gritando avemarias , y no sé de qué se sorprenden, si los rayos caen y matan gente. Me voy a morir entre gente rezando a gritos; en una granizada salvaje , vaya forma de morir».
No recé. Sabía que los rayos fulminan , y esos pobres creían de verdad que la Virgen iba a coger un rayo y desviarlo con su mano.
La peña sube al Titanic pensando que no se va a hundir. Lo creen de verdad. Cree que el coche en el que viajan no se va a estrellar contra el árbol, creen que son inmortales.
Y la vida te permite saber que no lo eres. Que nos morimos.
Y hay que aceptar eso.
La parte positiva de esta visión es que, cuando lleguen los bárbaros, tú estarás en casa oyendo una balada de Van Morrison apoyado en la ventana, viendo cómo gritan los niños , cómo violan a nuestras mujeres , cómo arde Roma, y todo el mundo gritando, y tú dices:
«Pero , ¿qué esperabais? Los bárbaros hacen estas cosas. Si hubierais aprendido de lo que nos contaron sabríais que tarde o temprano pasan estas cosas».
Más pronto que tarde tocará intentar vender todo, dejar todo atrás, intentar empezar de nuevo, de cero, porque más pronto que tarde, llegarán los bárbaros. La mayoría no lo cree, pero no los que lo creen mueven un dedo. Y están a punto :-(
ResponderEliminarPues no te digo yo que no.
ResponderEliminarLo de vender, el que tenga algo.
Hay que reconocer que los 4 que subisteis a la cima teníais un par bien grandes y bien puestos. ¿Quiénes eran los 4 valientes (a parte de ti)? Merecen un homenaje por todo lo alto. Grandeza de espíritu. Admiración. Respeto.
ResponderEliminarHoy me compro un tractorcillo y a vivir de la tierra, el sol y mis gallinas. Con Van Morrison de fondo, por supuesto.
ResponderEliminarEl de los pelos de punta se llamaba Manel, era de Lérida. Los otros están perdidos en las brumas de la memoria.
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