Si amamos, sentimos dolor. Ese es el trato. Ese es el pacto....
El dolor es un recordatorio terrible de las profundidades de nuestro amor y, como el amor, el dolor no es negociable.
Tengo miedo a los que no tienen miedo. Esos que su fe les hace inhumanos. No hay dolor. No hay piedad. El cura que no perdona un partido de la Champions, el que no hay nada por encima de su horario.
Son los que nada tienen porque, dicen , lo han entregado todo. Esos. No hablo de dinero, porque sí tienen dinero , sino de ese otros tesoros. Los que guardamos recuerdos en los armarios del corazón , un corazón garabateado de cicatrices, una cálida visión del horizonte . Los que temblamos en la noche y hablamos con Dios en la oscuridad.
En el dolor, ese rincón , pasado, presente y futuro conviven . Uno nunca sabe si llora por lo que vive, por lo que vivió o por lo que vivirá. Y uno susurra " perdón". Y no distingues si eso es una oración, o una súplica a ti mismo.
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