miércoles, 28 de diciembre de 2016

DOS TIPOS DE PERSONAS.

Hay  una  inteligencia  práctica, una inteligencia racional, y  otra afectiva,  la  hay  espiritual, y  también moral. 

Estamos  rodeados  de  gente  con  inteligencias pasmosas, pero  con una  amoralidad  enfermiza. Gente  que nos engaña, o cree engañarnos...me dicen unos amigos  que  si  me  doy cuenta  que fui  tangado por  los tal, que  se  quedaron  con  la  parte  que  me correspondía  aprovechándose  de  la  buena fe  de uno.

¡Eso  me  ha sucedido  tantas  veces!

¿De   qué  les  ha  servido?.

Victor  Frankl  sobrevivió  al   horror  de  Auschwitz y Dachau. En su libro  "El  hombre  en busca  de sentido" transmite varias  ideas  maravillosas.

De  su experiencia  en  el  horror   descubre  que ,en  esencia,  en  el  mundo  hay  dos  tipos   de  seres humanos  independientemente   de  su religión, creencias, culturas : los decentes  y los  indecentes. Y ambos conviven  en  cualquier  color  de piel, ideologías, religiones, países, creencias.

El  ser  humano  decente  era  aquel  que  daba  su vida por  unos  niños  acompañándoles  a  la  cámara  de gas cantándoles  una  canción  o  contándoles  un cuento. Y  eso, sabiendo  que  iban a  ser  asesinados.

Los indecentes  eran  prisioneros  que , en ese  mismo instante, abrían la  puerta de la cámara y los empujaba a golpes para  que  le dieran  un cigarrillo  más  esa semana.

Frankl  dice  que  nos  pueden  quitar todo, la  memoria, la propiedad, la dignidad, pero  hay  algo que nadie  te puede  quitar: la libertad que hoy, ahora, tienes de elegir el dar  lo mejor de ti. 

Ese hombre  descubre  que  lo que  mueve  al  ser humano  no es  el principio  del placer, como  postulaba su maestro Freud. En Auschwitz no  había   placer, ni esperanza. Lo que  mueve  a  los  humanos es el amor. 

Los  indecentes   aman  la  riqueza, viven en la mentira, y  si  pueden  engañarte  te engañarán...pues  que  les aproveche. Y  esas  personas  que  quieren abrirte  los ojos  no son mejores  que  ellos.  Buscan  que odies, que  te sientas  "gilipollas" ( así  me  lo  repitieron con todo  el cariño  varias  veces, subrayando el " te han tratado  como  si  fueras  gi  li  po  llas").

Probablemente  eso mismo  pensarían los  del cigarrillo de  los  que  acompañaban a  los  niños  a  la  cámara   de gas. 

Y sí, soy  un gilipollas.

Imagen relacionada



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EL APOCALIPISIS: EL FIN DEL MUNDO.


4 comentarios:

  1. Otro para enmarcar. Gracias :-)

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  2. Hoy he dicho en una reunión, que solo hay dos tipos de personas: los decentes y los indecentes.
    ¡ un éxito !
    Se han marchado la mitad !

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  3. Estimado Suso. A mí, ese libro me cambió la vida. O mejor dicho, me abrió los ojos a la vida. La idea de que, te mande los mimbres que te mande la vida, el cesto lo haces tú. Y la cara a la vida se la pones tú. No quiero acabar este comentario sin darte las gracias por tu generosidad, compartiendo lo que llevas dentro,todo lo que me has ayudado en malos momentos. Sin conocerte, muchas veces pienso en tí y en Manuela. ¿Has leído "La Princesa Prometida"?. Cada vez que pienso en vosotros, me acuerdo del libro y del amor verdadero. GRACIAS.

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  4. No lo leí, pero vi esa maravillosa película.

    Gracias

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