Aborrezco el trabajo de profeta cuyo prestigio consiste en presagiar catástrofes, aventurar futuros apocalípticos, y anunciar que de seguir así esto se va al garete.
Siempre hay un Dios muy cabreado y harto de habernos creado.
Un saludado me habla de la Virgen de Medjugorne. También vaticina mañanas de escarmiento. Le digo que no creo que María sea así. Y que la experiencia que en mi casa hemos vivido a cuenta de Garabandal y otras apariciones hicieron mucho daño a la familia.
- Allá tú- me contesta como quien se limpia de polvo las sandalias. Ya verás.
No hay nada que ver. Todo está en el Evangelio.
Tampoco me gustan los moralistas de oficio ya que viven o comen caliente gracias a la existencia del mal que combaten y por eso en el fondo lo aman.
Dicho esto, lo que hemos presenciado en esta Cataluña donde nunca pasa nada, aunque pase, es de traca.
En medio del delirio nacional - independentista unos atentados han roto la paz y la buena armonía que hay aquí.
Arrepentíos, hermanos, porque el fin se acerca. Pronto vendrá un nuevo Advenimiento , la Tierra Prometida. Nada impedirá que terminemos esta travesía del Desierto . La gestión de los atentados ha sido una inmensa chapuza. Esta batalla de discursos que se nos viene encima va a necesitar una gran inversión en claras de huevo. Miles de millones se llevan gastados ya en oratoria, y en tapar muchas miserias interiores.
Los políticos van ahuecando la voz un poco más, las declaraciones de amor pancatalanista crecerán en énfasis y en falsedad, el vacío de las frases ganará la atmósfera y de repente se producirá una gigantesca explosión de flato. Porque lo que viene es un gran Pet.
Las condenas institucionales han omitido con gran escrúpulo los términos islamismo y yihadismo para no incurrir en la islamofobia porque Cataluña es el colmo de la integración en paz y la convivencia en armonía, el auténtico oasis tan sólo alterado por la incómoda presencia residual de una España que es que molesta de tanto tocar los cojones.
Hay muchísimos interrogantes sobre el Chernobil de Alcanar, los bolardos en Barcelona, la muerte de Pau Pérez en la Diagonal, el control de las mezquitas salafistas, el imán de Ripoll, la coordinación policial en general y aceitera, aceitera.
Ahora resulta que en Ripoll, cuna de la civilización occidental catalana, familiares, amigos y conocidos de los terroristas no se explican qué ha podido pasar y malician que todo ha sido culpa del imán, a quien por otra parte jamás se le escuchó, aseguran en el pueblo, ninguna prédica fuera de tono.
"El que siembra vientos, recoge tempestades".
Angel Colom, el que fuera secretario general de Esquerra Republicana de Cataluña hasta el año 1996 fue nombrado sucesivamente embajador oficioso de la Generalidad en Marruecos, secretario de inmigración en la ejecutiva de CDC y director de la Fundación Nous Catalans.
Desde esos puestos, Colom se dedicó a animar a la inmigración de jóvenes marroquíes a Cataluña, a estrechar lazos con la comunidad islámica con el fin de sumarla a la causa separatista y a visitar las mezquitas para dejar caer que a los inmigrantes les resultaría más fácil obtener la nacionalidad catalana en una futura Cataluña independiente. Se lo curró.
La penúltima vez que Colom saltó a los medios fue en mayo de 2013, cuando el marroquí Noureddin Ziani (colaborador de Angel Colom y uno de los altos cargos de la Fundación Nous Catalans) fue deportado a Marruecos a solicitud del CNI, por promover el salafismo. El dato se las trae.
Hace algunos años, el periódico El País publicó un artículo en el que se daba cuenta del peregrinaje proselitista de Colom por las mezquitas y asociaciones musulmanas de Arenys de Mar, Manresa o El Raval. Colom justificaba su trabajo con estas palabras: "No se puede construir un Estado catalán sin la participación de los catalanomarroquíes".
Pues bien, esta semana, algunos de esos a los que con tanto cariño se llamaba con el paternalista nombre de "catalanomarroquíes" han perpetrado una masacre terrorista en Barcelona.
Las redes de captación yihadista son tanto más efectivas cuanto mayor es el número de personas a las que poder adoctrinar. No es casualidad que Cataluña albergue 3 de cada 4 mezquitas radicales, según datos de los propios mozos de escuadra: los radicales, como cualquier otra organización, se asientan allí donde un mismo esfuerzo les puede proporcionar mayores réditos, en forma de nuevos voluntarios. Es decir, se asientan preferentemente allí donde hay más población musulmana.
Se ha creado en Cataluña, y en España, y en Europa, un auténtico vivero de terroristas radicales que jamás se considerarán, por supuesto, ni catalanes ni españoles, ni franceses, ni europeos.
Allí se muestra de manera palmaria nuestra imbecilidad y nuestra gilipollez: ellos están en su guerra.
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TE INVITO A VISITAR AQUÍ MI FEISBUK ACTUALIZADO.
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Buff... la gente que se pone en plan intenso con lo de Medjugorje es muuy pesada, y no lo entiendo... con lo bonita que es la Fe cristiana, qué necesidad de empañarla con supersticiones? Ni siquiera han sido reconocidas por el Vaticano pero ellos a lo suyo y sin pudor... Qué pasó en Garabandal? Un beso. Emma Morley
ResponderEliminarEntre los gobernantes catalanes la hispanofobia está por encima de todo. Tan por encima que promocionaron la inmigración de musulmanes marroquíes para evitar la inmigración de habla hispana procedente de Hispanoamérica. Crearon el Consell Islàmic Cultural de Catalunya, que financiamos todos los catalanes, pensando que así los controlarían y harían de ellos unos independentistas y en el colmo del delirio publican fotos de peregrinos en La Meca con la senyera ( https://www.catalunyareligio.cat/es/node/153062 ).
ResponderEliminarSupongo que se darán cuenta de que solo llevan la senyera porque les subvencionan el chiringuito.
Son muy tontos. La industria catalana creció gracias al proteccionismo español, vendiendo al resto de España, y ahora que ha desaparecido la industria (fuimos incapaces de competir en Europa y solo nos queda el turismo) la nueva clase media son funcionarios de la Generalitat demasiado bien pagados con ínfulas de hombres de estado. Han conseguido engañar a muchos al hacerles creer que no van por la caja (a pesar de Pujol...).