En Galicia, como en muchos otros lugares, los molinos tradicionales no eran de viento, eran de pedra e auga, pedra (piedra) para construirlos y auga (agua) para moverlos y ese es precisamente el nombre que recibe la ruta que hice ayer.
La ruta discurre a la vera del río Armenteira y solo en el tramo que recorre está senda hay más de 50 molinos algunos totalmente abandonados y derrumbados y otros restaurados con fines etnográficos.
El recorrido es una auténtica gozada.Se camina siempre acompañado del río, que va creando su propio paisaje de reflejos y saltos de agua a la sombra de alisos, alcornoques, avellanos y robles. Paisaje del Señor de los Anillos.
Al final del recorrido , una de las joyas de la arquitectura religiosa gallega: la cisterciense Abadía de Santa María de Armenteira habitada desde hace unos años por una comunidad de monjas de la orden de San Bernardo que venden jabones, galletas y cedés grabados por ellas, además de tener una hospedería.
Bajando me cruzo con una mujer joven vestida de Decatlón . Va de estreno. Ella está sentada a la orilla de un remanso . Yo , en la otra vereda , descanso. Nos separa un pequeño puente. Lleva gafas oscuras, un short beige, polo verde y un pañuelo atado en el cuello.
¿Quién será?, ¿de dónde vendrá?, ¿en qué piensa?, ¿por qué estará sola? ?
Parece pìja . No sé nada de ella, aunque en otras circunstancias pudo haber sido quizá la mujer de mi vida. En el bosque , entre los dos, el aire se rasga con el sonido de los pájaros y el rumor de la cascada.
Será secretaria, enfermera, ama de casa, camarera o profesora. Está haciendo fotos. ¿Cuántos amores frustrados habrá tenido? Hay un rumor de brisa entre las hojas arboladas .
Será secretaria, enfermera, ama de casa, camarera o profesora. Está haciendo fotos. ¿Cuántos amores frustrados habrá tenido? Hay un rumor de brisa entre las hojas arboladas .
La mujer me ve desde la otra vereda y probablemente también estará pensando algo de mí. Creerá que soy camarero , un tipo pelado , maduro, con esposa , tantos hijos, o que trabajo en Txupamelagorri en Correos , un llavero en el bolsillo, un ignorado carné de identidad, recetado de por vida para la tensión y 50 euros en el bolsillo .
Se oye una discusión familiar que enciende la paz de la mañana de voces chillonas. Un toque algo hortera se pinta en la postal que protagonizamos.
Si esa mujer y yo nos hubiéramos conocido en otra ocasión tal vez nos habríamos besado, amado, casado, odiado, gritado, reconciliado e incluso separado. Quizás estuvo cerca de mi y llegó de quién sabe qué lugar justo cuando yo acababa de salir de él
O yo perdí el autobús que me hubiese llevado al centro de su vida. O ella estuvo en el mismo concierto que yo, en butacas diferentes.
¡Ay!, ese corazón que desconozco y es como un bosque en noviembre.
Parece un poco frágil y triste. No sé nada de ella. Desde la otra orilla la chica también me observa. ¿Qué estará imaginando? Que -soy un sujeto anodino, también triste , con alma de poeta. Sin embargo, pude haber sido el hombre de su vida. Pude haberla llevado al parque a comer pipas en un banco.
Finalmente se incorpora y sigue su camino. Nos cruzamos: por el pequeño puente la chica avanza hacia mí y yo voy hacia ella. Le cedo el paso , sorbemos sesgada y furtivamente nuestro rostro anodino con una mirada. Al llegar al recodo, después del puente, me di la vuelta. Ella seguía andando sin mirar atrás. Ya para siempre me había olvidado.
Finalmente se incorpora y sigue su camino. Nos cruzamos: por el pequeño puente la chica avanza hacia mí y yo voy hacia ella. Le cedo el paso , sorbemos sesgada y furtivamente nuestro rostro anodino con una mirada. Al llegar al recodo, después del puente, me di la vuelta. Ella seguía andando sin mirar atrás. Ya para siempre me había olvidado.
A ti, anónima muchacha sin nombre, esta entrada.
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ESPACIO RADICAL: LA GUERRA DEL PLANETA DE LOS SIMIOS.
GALERÍA DE FOTOS DE RUTA DA PEDRA
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GALERÍA DE FOTOS DE RUTA DA PEDRA
Conduciendo de noche por las Conchinchinas.
ResponderEliminarNos cruzamos con otros vehículos
Alguno da las largas para advertir de la presencia de los picoletos.
No lo hagas amigo, no es legal.
Legal ?, lo que nunca fue legal fue el día a día.
...
Reduces, metes tercera y salvas el trance.