martes, 15 de agosto de 2017

CÓMO POLLOS SIN CABEZA

Se dice  que las cabezas de los guillotinados continúan pensando dentro del capazo que les ha preparado el verdugo. Incluso  hay literatura que afirma  que  durante unos  segundos  la falta de riego sólo les da para elaborar una maldición, una súplica.

Muestra  el verdugo la cabeza  cortada  a  la masa  excitada, y  de los labios de la cabeza   se oye  " "¡cabrones,  iros a  cascala!"·

También  se  cuenta   de unos niños  que tendieron a media altura un   hilo de pescar   de un lado a otro de la calle. Un motorista que corría   a gran velocidad dejó en el asfalto su cabeza cortada por el cuello .  Y  , así   lo aseguran  los  que  lo vieron, el resto del cuerpo siguió conduciendo  la moto con igual habilidad varios kilómetros más porque el cerebro aún la gobernaba a distancia desde el interior del cráneo tirado en el suelo. 

¡Vaya  imagen!: un motorista sin cabeza zigzagueando  por las calles de  la ciudad  a toda velocidad!

Si a un  pollo se le corta el cuello de un  hachazo sale huyendo un buen trecho, pero, de repente, deja de existir sin saber lo que le ha pasado. De  allí  la frase de  correr  como  un pollo sin cabeza.

Nos  morimos  de   una manera  muy  prosaica. Las conversaciones agónicas que se oyeron a través de los móviles mientras las Torres Gemelas ardían eran muy simples.  Envueltos en llamas unos ciudadanos anónimos se despedían de sus familias con las mismas palabras de amor que se usan en los andenes cuando está a punto de partir el tren. 

Algunos no se olvidaron de mandar el último adiós al gato ,  ni de decir  la consigna  del cajero ,  o de agradecer a su mujer aquellas sopas  de ajo, o cantar  el himno del Barça .

Lo  que  nadie hizo es acordarse  de  los terroristas.

A este lado de la cuchilla  de  la  guillotina   no ha habido más que pensamientos vulgares. Es posible que las  perlas más  profundas  de  la sabiduría se hayan producido  del otro lado , el de  las  cabezas cortadas,  pensando sólo un minuto sin el lastre del cuerpo. 

Pero eso  nunca  lo sabremos.

Se dice que los muertos experimentan todavía un pasmo de placer en los huesos al contactar con el mármol de la tumba. Una sensación parecida al del   jugador arruinado cuando abandona el casino y la niebla helada del amanecer  le  produce  un escalofrío.

No hay comentarios:

Publicar un comentario