jueves, 31 de agosto de 2017

HOY VA DE SEXO

La  sexualidad  es algo  tan personal  y  genético, que  resulta muy difícil  legislar  sobre ella, y marcar pautas morales.

Uno   ha  conocido  biografías  donde  la sexualidad  es  tan  atormentada , de una  fuerza que  no hay  manera  de encauzar , que arrastra a  la  persona  más  allá  de leyes y peajes.

Y viceversa, individuos  que  viven en zonas  heladas y secas .

Cada  uno es  como es, y bastante tiene  cada cual con  lo  suyo  como para añadir  parvedades  de materia  veniales  o  mortales.

Uno  ha  visto  un director  general  de una multinacional  esperando abordar su avión privado en compañía de altos  directivos  . Mientras estos eminentes caballeros hablan de la forma de remediar su  cuenta de resultados,   cruza la sala del aeropuerto una chica  diesel E . Plus explosiva,  y los ojos de uno  de  esos  carroñeros  se le van inexorablemente detrás de aquel culo y no lo abandonan hasta que se pierde por la escalera mecánica. 

A continuación ,  con oído  y la  sonrisa  atenta  sigue atendiendo a la conversación acerca de unos problemas muy graves de su  empresa  y,   sin poderlo evitar,  su mirada ahora sigue las piernas de una espléndida  señora de la  limpieza  de  Excelent Limp  que cruza el vestíbulo en dirección contraria.

El cuerpo de esta  gente  se  divide  en tres partes: arriba,  un cerebro poseído por una inteligencia privilegiada, lleno de pasión por los  másters , MBA, , experto en economía. Ese cerebro superdotado se manifiesta a través de un rostro felino , con ese aire de mono  alfa  perdonavidas acostumbrado a decir siempre la última palabra, el argumento irrebatible. 

El tronco también es poderoso. Un judío  con la  cartera  repleta   en el  bolsillo  izquierdo. 

Pero  en esa  charca de los buenos sentimientos se erige el sexo compulsivo, como un cetro, hasta el punto que   este  tipo  de  gente  podría ser definido como un expendedor en serie  de semen.

Los  he  conocido: las personas adictas al sexo, a medida que ascienden y acceden a altos cargos de la vida , tienen más complicada la forma de remediar su vicio. Eso  le  sucedió a  al padre Maciel, a Strasus- Khan, Clinton, a  Lope de Vega...

La absoluta visibilidad de sus agendas les fuerza a aprovechar cualquier resquicio de tiempo y espacio, un ascensor, un lavabo, el despacho oval o el cuarto de los calentadores, una entrevista, las manos bajo el mantel de la mesa del restaurante de lujo, para dar salida rápida, momentánea, en un minuto, de pie, sin quitarse los zapatos, previo acuerdo o no con la pareja, a este instinto descontrolado, como una pulsión suicida, jugándose toda una insigne biografía a una carta. 

Y    se  la  juegan. Tan  grande es  el poder de su sexo.

Esta  gente pierde  pie. Había  que  recordarles  el principio que "toda  persona  está  dotada de dignidad":

El  sentimiento  adecuado de  la dignidad es el "cuidado" . Todo  lo valioso , lo bello, lo  bueno, merece  de nosotros  esa  actitud  atenta, respetuosa,  que  quiere  algo más  que  "no  dañar" .

No es amor, pero sí su antesala.


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2 comentarios:

  1. Muy buena entrada! Morley.

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  2. Creo que sobrevaloras un poco la inteligencia de estos señores.
    Aristóteles en la política, después de contar como Tales se hizo rico pronosticando un eclipse, añade: "nosotros, los filósofos, podríamos ser ricos. Pero no es ese nuestro principal interés".
    Si seguimos los niveles de vida aristotélicos que define en su ética -biológico, crematístico y contemplativo- no llegan a la cumbre.

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