No siempre con las personas que vivimos las cosas van bien. Lo cierto es que cuando una persona nos quiere, nos quiere de verdad, nos da una oferta ilimitada de crédito.
Uno recuerda en todos estos años que he vivido con gente muy diversa haber decepcionado unas cuantas veces, les he dejado colgados otras , he omitido algo adrede, o escurrí el bulto cuando deseaba algo con todas sus fuerzas.
Y esa gente se ha comido el marrón
También he hecho cosas que de ninguna manera ellos esperaban que yo hiciera, o me he comportado como no debe hacerlo un caballero.
Pero ellos, en lugar de cortar el crédito y dejarme a la intemperie, en pelotas y desangelado, esperaron a ver si no siempre uno es así, a ver si sienta la cabeza, a ver si luego, en otro momento, se da cuenta de que hay alguien más que él y sólo él, a ver si recapacita un poco...incluso pensaron si ellos mismos pueden llevarme con más tacto.
Quizás no es amor, es más que amor.
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