Cuando dejé el opus dei quedé con otro ex de la cosa. Era , y es , profesor de una escuela de negocios. Lo conocía, y él a mi, y pensé que podía encauzarme y asesorarme en mi vida profesional. Me encontraba sin un duro y muy desorientado.
Quedamos en su despacho en Madrid. El personaje es un hombre de una amabilidad almibarada, de una cortesía masónica, atildado, pulcro , un poco como el portero del Palace, pero sin el sombreraco.
Hablamos y me dio algún buen consejo.
Al terminar me preguntó cuál había sido la razón de haber dejado la opus.
- Bueno, llevaba una doble vida atroz y no había manera de encauzar allá dentro lo que de verdad me importaba. Estaba harto de volver a empezar y pensaba que debía tomar una decisión , por mi, y también por la obra, pues no me echaban hiciese lo que hiciese. De seguir allí me veía en Alaska , que hace frío y las mujeres son muy feas. Y aún así, con alguna me frotaría la nariz. Y me fui.
Entonces le pregunté las razones que le habían llevado a él a dejar la institución.
- La verdad es que entré en un conflicto interior con la configuración institucional de la prelatura. Encuentro que la obra ha desvirtuado su origen fundacional.
Me quedé acojonado con la explicación, por otra parte , muy de profesor de IESE y rollo coaching.
"O sea - pensé- que lo tuyo es intelectual, y lo mío de picha brava." . No le dije nada, pero todos sabíamos que detrás de su decisión también estaba lo que le cuelga. Así que a otro perro con ese hueso.
Esta actitud me la he encontrado más veces. Negar las razones verdaderas de nuestras decisiones. Ponerse sublime.
¿ La configuración fundacional?, ¡ venga ya!
Años después me crucé con otro ex de la opus y de la escuela de negocios. Un hombre íntegro, cabal, y de gran talla espiritual. La conversación que tuvimos fue maravillosa. Nada que ver con la que años antes había tenido con el " fundacional".
Le pregunté por qué él dejó de dar clase en el IESE y este otro no.
- Antes de dejarlo se fue a Harvard , tenemos un acuerdo con ellos, y les pidió que le protegieran su plaza. Y ellos accedieron. Presionaron para que siguiese.
En fin, cada uno es como es.
Lo que no sabe ese hombre es que, probablemente, si no hubiese tenido miedo, y se hubiese buscado la vida, le habría ido mejor.
hombre limitarlo todo a la picha brava... no generalices. el celibato cuesta pero hay gente muy muy muy buena y capaz de renunciar a eso como tu muy bien sabes... y hay gente muy muy muy buena que la Obra no es lo suyo pero no por la picha o el choco, coño...que a veces eres muy simple... que no todos somo tan válidos como tu para escribir , cantar y poetizar pero tenemos lo nuestro y valemos más que tú... no perdónn VALEN MAS QUE TU, QUE YO NO lo valgo, pero titi no todo es lo mismo...si tú no fuiste capaz no les metas a los demás en el mismo saco. Hay gente muy intelectual aunque tú no te lo creas. Abrazo
ResponderEliminarVuelve a leer la entrada porque no te has enterado de nada.
ResponderEliminarNo trata de lo que has entendido. Trata de otro asunto, que conozco muy bien.
Y por supuesto que conozco personas que no siguieron por razones " intelectuales", aunque no era el caso del protagonista de hoy... ni el tuyo, por cierto, ¿ o resulta que lo tuyo fue también por la configuración fundacional?
Jajaja
sabes tanto!!!
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