domingo, 6 de noviembre de 2022

UNA BUENA ANÉCDOTA.

Estoy leyendo un libro de Necrológicas que escribió Jacinto  Choza en memoria de amigos que conoció.


Jacinto es mucho Jacinto. Un hombre difícil de olvidar cuando lo has conocido. Un corazón oceánico. Una cabeza muy bien amueblada, y una imaginación sideral.


Cuando escribe de sus encuentros con Raimundo Panikkar cuenta una anécdota que me llamó mucho la atención. La transcribo tal cual:


"Luego me casé con María. Con más 60 años. Como puedes comprender, cuando uno se casa a esa edad no lo hace porque le abrase ningún fuego.


- Claro... ¿y luego?


Parece que fue el propio Álvaro del Portillo el que gestionó su traspaso e incardinación en un rito oriental en el que se permitía casarse a los sacerdotes, para que su situación no produjera escándalo.


María , su mujer, era una persona animosa y emprendedora, extremeña, de familia con inquietudes intelectuales. Se había centrado en la teología y la filosofía, trabajando desde joven en el ámbito de la teología en el CSIC en Madrid, donde había conocido a Raimon.


Después de casarse, y dado lo avanzado de la edad de ambos, se plantearon adoptar un hijo, y adoptaron dos. Pero hindúes, y en la India.


Ese propósito tenía la dificultad añadida de que los costes se elevaban por encima de sus posibilidades.


- Pero, Jacinto, me contó María, entonces se me ocurrió una cosa. ¿Sabes qué hice? Compré un décimo de lotería, y me fui a encararme con Escrivá y le dije: mira, tú has estado trabajando mucho tiempo con Raimon, tú lo conoces, tú le debes cosas... ayúdanos a adoptar a los hijos... Y cuando se celebró el sorteo, mi décimo fue premiado con la cantidad de dinero exacta que necesitábamos para viajar a la India y traernos a los niños.


Mientras me lo contaba Raimon me miraba con una mirada y una sonrisa muy difícil de definir. Como entre enigmática, divertida, resignada y casi satisfecha. Es muy difícil imaginar una sonrisa así, y también  describirla, pero creo que era bastante así".


La anécdota me ha parecido curiosa y divertida. 


Parece que allá arriba las cosas son de otra manera a las que pensamos.




3 comentarios:

  1. Escriba sólo daba lo que no era suyo. Y a veces ni eso.

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  2. No estoy de acuerdo. Ese hombre tenía chispazos de genialidad

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  3. Yo hablo de generosidad y de eso…ni una chispa!

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