Hay quién piensa que el Gran Relojero creó la materia, las leyes de la física y el orden natural de las cosas, y toda es maquinaria genética que somos.
Incluso que a ese Relojero le temblase el pulso y surgiese gente con taras: relojes que atrasan , o están parados de por vida.
También cabría preguntarse por qué somos como somos y por qué existe el mal en el mundo si todo es el producto de una creación divina.
Leibniz admitía que Dios tenía la posibilidad de haber creado mundos infinitamente distintos, pero concluía que tiene que haber una «razón suficiente» para que hubiera optado por crear la realidad en la que vivimos.
Al final, todos nos enfrentamos a la misma pregunta : ¿Si Dios es racional y bondadoso, cómo es posible que haya creado un mundo en el que existe la maldad y la injusticia?
Hay siempre un abismo infranqueable entre ese Dios de Santo Tomás, Leibniz o Descartes, y la pura existencia humana, sometida al azar y a la incertidumbre.
Creo que estamos condenados a no entender lo fundamental y eso produce una gran frustración porque significa que no podemos comprender el sentido de nuestra propia existencia, la peor de las maldiciones.
Al final uno se agarra a una sola idea, o Dios bajó a la tierra y nos redimió, o esto es una historia contada por un idiota que no significa nada.
Ayer leí la última entrevista del Papa Francisco, otra, esta vez llena de gansadas muy del personaje, con sus habituales lugares comunes y sus confusiones, y sus gilipolleces .
El Papa Francisco no es polémico en sus intervenciones oficiales, pero cuando saca lo que lleva dentro las lía pardas.
¡ Cuán grandes y graves habrán sido nuestros pecados para que Dios nos haya enviado a este hombre!
Qué cómodo creer sólo en lo nos gusta. Y si hay algo que no nos gusta, Dios tiene la culpa. A eso, en el pueblo, le llamamos ser caradura.
ResponderEliminarPues no sé si es cómodo. Mi fe no lo es. Y la del papa, con minúsculas, me parece que sí: acomodaticia, buenrrollista, climática, pelín maniática y , en fin, me callo, que prometí no cebarme con este hombrecillo.
ResponderEliminarPor otro lado, pienso que ese tipo de fe del que hablas ya no existe. Ahora la mayoría de la gente no cree en nada. Ni siquiera se hace un Dios a su medida.
Pues bien parece que tu sí sabrías hacer un Papa a tu medida.
ResponderEliminarSi es que el que no se consuela es por que no quiere…
¿ Un papa a mi medida?...te lo regalo, y me espero a otro que sea más coherente.
ResponderEliminarDios tiene la culpa, ya sabes…
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