Ayer fue la fiesta de la Inmaculada. María es la huella dactilar de Dios en la arcilla humana
La Virgen María está con la última persona que sufre porque está descolgada en el pelotón de la vida por su cansancio y su soledad, y sabe que llegará a meta cuando el control ya se ha cerrado y todos están en otra historia. No está en la riqueza del éxito, ni en la mentira de los grandes del mundo.
Está en esas madrugadas de los insomnes de dolor y tristeza de l@s que lloran. Esa noches donde parece que no importas a nadie. Está a tu lado, en tu pobreza, y también en esos pecados, que crees que no tienen perdón. En el fondo de toda tu miseria está ella, y la besa.
Anida extramuros, en la calle, en el silencio, en los sueños, en la piel leprosa, en los escombros, incluso en la basura.
Está a tu lado. Ella sabe. Es de los nuestros.
Donde no suele cobijarse nunca es en el verbo de los que radian el Tour de la vida.
No entiendo por qué a la Virgen no la llamamos la Abuela. Somos hijos de su hijo Cristo, no?.
ResponderEliminar(Escriba así lo impuso a los suyos, de ahí me viene la idea)
Vaya "ideíca"...¿ se te ha ocurrido así, derrepenete, depronoto?
ResponderEliminarPos sí, así ha sido, sin ánimo de ofender. Y cuanto más lo pienso más creo que debería ser. La tratamos de “madre” como lo más natural, pero no lo es si nos atenemos a la filiación.¡Qué lío!.
ResponderEliminar(El de Barbastro lo tenía claro, siempre a lo suyo.)
Él dijo: "Ahí tienes a tu madre'.
ResponderEliminarTan cierto como “el que hace la voluntad de mi Padre…es mi hermano, mi hermana y mi madre”. O sea, además de hijos, todo. Pero genéticamente hablando, Ella sería nuestra Abuela.
ResponderEliminarHoy toca abuela....¡vaya traladadrada!
ResponderEliminarDios no teme la novedades
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