Hace unos días , un buen amigo, antiguo alumno, me preguntó qué criterios tenía para tomar decisiones importantes en esta vida.
Le dije la verdad: muy pocas veces he seguido criterio alguno. En parte porque durante veintisiete años me daban todo pensado y sólo debía obedecer : lugares donde vivir, sitios donde trabajar, actividades que realizar. Sólo me dejaba arrastrar por mi incoherencia, mi doble vida que, la verdad, era pura pulsión, y que no me hacía ninguna gracia.
Después, sí, tomé una decisión que parecía consciente, más movido por el amor que por otra cosa. Había muy poco que pensar.
Para mi la vida, la mía , ha sido un recorrido de emociones, deseos , creencias , fantasías y pulsiones buscando ser un Suso que ya estaba soñado e imaginado. He sido muchos en uno.
Mis acciones estaban generadas por deseos, pasiones, también por miedos, es decir, por el mundo afectivo. Me costó liberarme de esa forma de ser. No creo lo haya conseguido del todo. A mi los argumentos solos no me han movido , necesito que enlacen con deseos
Fundamentalmente soy persona emocional , y esas emociones anidan muy dentro y cambian muy lentamente. Y también por eso recuerdo tantas personas y hechos de mi vida.
Leí hace unos días que el que se haya puesto de moda la felicidad es catastrófico, porque se está diciendo a cada uno que piense en su felicidad psicológica y a los demás que les den. Es verdad. Uno nunca , y nunca es nunca, ha puesto su meta den la felicidad. Soy un hombre primitivo. Mucho.
Sólo dos personas me han conocido de verdad. Y las dos se lo curraron. Quiero decir que me dedicaron muchas horas. Uno fue un sacerdote. Vivió conmigo años. No me entendía. Así que se empeñó en diseccionar al bicho. Y sentenció , después de darme muchas vuueltas:
- Eres un destemplado.
Pensé que estaba de coña. Después comprobé que sí: soy un destemplado. Todo en mi vida ha sido búsqueda de emociones, meterme en líos, disfrutar sin medida de lo que me gustaba , no parar, terminar una y meterme en otra, sin parar en barras.
El otro fue más fino. Después de tres días de hablar y hablar, y preguntarme, y volver a repreguntar ( era el director que tuve que decirle que abandonaba el barco ) llegó a la siguiente conclusión:
- Deja de jugar. Todo lo que te ha sucedido es porque no has dejado de jugar en tu vida. Tus líos, tus incoherencias, tus mentiras...¡ todo ha sido por tomarte la vida como un juego!
Buenoooo, algunos se toman la vida en serio y no hacen otra cosa que joder la de los demás. Y en nombre de Dios ¡chúpate esa!
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