SOBRE LOS MILAGROS DE AMIL.

Cuando vine a Galicia  me encontré con unas costumbres que, cuando vienes de otras culturas, chocan. Una es el trato que dan a sus  muertos. De eso  ya escribiré una entrada. 

Otra es las romerías y devociones que hay por toda su geografía. Las hay para santos y vírgenes de los más variado, y muchas son multitudinarias. Pero ya desde hace siglos  están centradas en  santuarios que sirven de centro a las mismas. Y junto a la devoción, gastronomía , folclore, y mucha fiesta. El gallego es muy disfrutón.

El poder de convocatoria es increíble, vienen andando desde comarcas muy lejanas . Y se llegaba a extremos insospechados. En bastantes romerías se cerraban muchos tratos, muchas ventas de fincas e incluso matrimonios concertados, dejando algo aparte lo puramente religioso para centrarse en lo humano y lúdico. Hoy esas costumbres están en desuso, pero el sidral que se forma alrededor del santuario, o capilla, es maravilloso.

Cerca de donde vivo se celebra la romería de la Virgen de los Milagros de Amil. Se dice que comenzó cuando un anciano que, veía imposible regar su huerto, le pidió socorro a la Virgen, necesitaba ayuda para que su cosecha no se perdiera. Sin más explicación, comenzó a brotar agua de su misma finca y, surtiendo de agua su terreno, cumpliendo así el milagro.

Este pequeño canal de agua continúa hasta los días de hoy, incluso se construyó una fuente con el nombre de “Fonte da Rozavella”. Fue un acontecimiento tan espléndido, que llegó a los oídos de mucha gente, que al poco tiempo se decidió construir allí este templo, el Santuario de la Virgen de los Milagros de Amil. Situación que hizo que muchos otros se ofrecieran a esta figura, para pedirle un deseo a la Virgen, a cambio ellos prometen ir caminando desde sus casas hasta el mismo Santuario. El camino lo elige cada uno, dependiendo de donde vayas te llevará más o menos tiempo.

Los días anteriores a su fiesta es  habitual ver peregrinos de  muchas comarcas andando en romería hacia allí. Es muy numerosa, unas treinta mil personas.

Lo que llama mucho la atención es que los devotos forran, literalmente , a la virgen con un manto de billetes de muchos euros … A   la media hora, la Señora está sin   un euro… Pero cuando sale en procesión , la gente le sigue colgando billetes para proporcionarle otro nuevo manto de dinero. 

Es una pastizal lo que se recoge allí a cuenta de los milagros. Y lo que se come. Y lo que se bebe. ¡Contenta estará la Virgen!

No hay romería que no se precie de tal que no tenga su Virgen empapelada de billetes.

Un poco triste. Y ver al párroco y la peña clerical que rodea la fiesta da un poco pol saco, la verdad. No  perdonan un euro, los tíos.

He conocido  sacerdotes buena gente que  vivían la pobreza, la castidad, y una entrega a su  labor que  conmovía. Y he conocido el cura que le gusta llevar Sebagos, Rayban, perfumarse de fragancias caras, llevar ropa deportiva de marca, y  hacer acepción de personas. Hay uno en Facebook, e Integram, que da un poco de cosa, el tío.  Es una alegría pija, Gior ( un poco de pasta basta) , que se codea  con la beautiful, rollo Tamara Falcó,  que casa a ricos, que imparte sacramentos a niñ@s bien...todo muy de dar un poco pol culo, con perdón.

Hace unos días estuve con antiguos alumnos que impartí clases hace años. Me hablaron muy bien de uno que ahora es cura. Cuando no lo era , se dedicaba tratar a familias top. Iba como un loco detrás de los apellidos y  sus carteras. Después de ordenarse siguió tratando a su particular agenda de  Tíos Gilitos: los bautizó, los casó, los enterró, les consiguió nulidades,  les invitaba a Roma, les enchufaba a alguna misa con el Papa, o una tertulia con un protonotario...

Cuando me dijeron que era muy buen tío contesté:

- Sí, pero con los ricos. No le he visto tocar un pobre en mi vida.

Me llamó la atención que  varios dijeron " eso es verdad, pero es majo".

A mi , de  majo,  qué quieres que te diga. 

Unos van con la Virgen en andas, forrada de billetacos, y este llevaba a la familia Tal  y Tal, también forrada , en procesión. 

Dan asco. Esa iglesia, y esos curas, no sirven para nada. Son basura.  Estoy convencido que son un mundo réprobo, condenado, un espejo de mierda donde Jesucristo no puede mirarse sin sentir miedo, como en Getsemaní.