sábado, 17 de junio de 2023

DONDE TU PADRE NADABA, TÚ TE AHOGABAS.

Los padres, en ocasiones,  lejos de ser un refugio, constituye una condena. Pero eso, ay, lo descubres muy tarde. Hoy a más de uno los que conocí en su adolescencia le aconsejaría "  deshazte de papi . No eres más que su bonsai". 


Pasa el tiempo y te preguntas ¿ qué les sucedió a estas chicos frágiles, fascinados por sus padres, o sus , madres,  para que llegaran a romperse?


Recuerdo unos padres que , al descubrir la homosexualidad de uno de sus hijos, que negaron hasta que ya eran fue un hecho evidente , la madre le dijo al marido:


- Cuando nació - habían tenido antes sólo hijas-  dijiste " vaya, otra niña".  Y no le hiciste caso jamás. Nunca lo reconociste como hijo.


Entonces me quedé perplejo. Hoy , no sé. 


La relación con su padre fue lejana y  distante. En cambio, nació otro, su predilecto, y  cumplió todas las expectativas. El primero es un barco varado en la arena.


Son dramáticas las biografías de hijos eclipsados por el pesado genio de sus padres. Hay padres que son un coñazo. Unos genios en lo suyo, sí. Pero también unos mandones. Unos intolerantes. Unos manipuladores. 


Conocí un chaval que cuando apenas contaba con un mes de vida, su padre se separó de su esposa y se largó con un tío.  Su mujer jamás perdonó a su marido. El hijo , en cambio, pese a los intentos de su madre por alejarle de cualquier asunto que pudiera asociarle a su padre. terminó trabajando con él. Poderoso caballero es don dinero. 


Famosamente triste es la anécdota que Joyce relató en alguna ocasión Joyce tenía una hija que era esquizofrénica .  Ante la desesperación de la familia que vivía en Zurich,  acudió al famoso psicoanalista Carl Jung —colaborador de Sigmund Freud— que había escrito un texto muy interesante a propósito de su novela Ulises. Aprovechando la cercanía, Joyce le explicó que su hija era realmente una mente brillante y no una desquiciada. Le enseñó sus propios textos asemejándolos a los de Lucia y fue entonces cuando Jung pronunció su famoso diagnóstico: «Sí, pero donde usted nada, ella se ahoga».


A la mayoría de esos chicos que he conocido , y que terminan trabajando en la empresa de sus padres  se les podría aplicar esta sentencia: donde tu padre nadaba, tú te ahogas.


En fin...ya es tarde para muchas cosas.




7 comentarios:

  1. La entrada de hoy me parece sumamente interesante por diversas razones. Me hace resonar en la cabeza situaciones vitales muy variadas.

    El párrafo que más me fascina es el siguiente:

    Recuerdo unos padres que , al descubrir la homosexualidad de uno de sus hijos, que negaron hasta que ya eran fue un hecho evidente , la madre le dijo al marido: Cuando nació - habían tenido antes sólo hijas- dijiste " vaya, otra niña". Y no le hiciste caso jamás. Nunca lo reconociste como hijo.

    Me fascina y... me cuesta entenderlo (encajarlo). Me pregunto: 1) Si hasta entonces sólo habían tenido hijas... leñe, por qué dijo aquello de "vaya, otra niña" y no le hizo ni p... caso el resto de su vida? En todo caso, el hecho de tener un hijo (después de haber tenido sólo hijas) debería ser un aliciente adicional para estar más motivado con el hijo y no decir la memez de "vaya, otra niña"; 2) ¿Por qué narices soltó dicha memez cuando nació su hijo?; 3) ¿Por qué el nacimiento de su segundo hijo varón fue acogido de forma totalmente opuesta, convirtiéndolo en su predilecto y, a día de hoy, en todo un ejemplo de vida lograda, ejemplar y exitosa?

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  2. No me cuadra. Cuando nació el primer hijo varón el padre ya sabía que sería maricón?.

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  3. En ningún momento pensó lo de maricon, y no dice eso la entrada... habla de "dijiste " vaya, otra niña". Y no le hiciste caso jamás. Nunca lo reconociste como hijo"

    Esto sucede cuando se lee rápido y en diagonal.

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    1. Sigue la duda, al menos por la forma de escribirlo. En todo caso, ya te aclaras tu.

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  4. Eso de los padres me lleva a confirmar que hubo, hay y habrá demasiados progenitores irresponsables llevados a pensar, con mil teorías, que lo suyo es responsabildad. Por desgracia, la consecuencia es lo que tenemos, mucho hijo frustrado y mucho hijo tarado.

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