El dolor fue el primer motor de este Barullo, hace diez años ya. Aunque antes hubo otro Barullo.
Todos las personas sienten el dolor igual. El físico. Pero no todos sentimos el sufrimiento igual.
El sufrimiento es otra cosa. Si has tenido una infancia segura, sufrirás mucho menos que alguien que no la ha tenido y que percibe la sensación del dolor de forma amplificada y distinta. El dolor sin sentido aún duele más. Y son muchos los que no entienden la fuente de ese sufrimiento.
Los seres humanos vivimos en un mundo de sentido. Necesitamos tener sueños y tener recuerdos para darle una dirección a nuestra vida. Si nuestro sufrimiento viene de un dolor no superado, al recibir un golpe, sufrimos muchísimo y sin posibilidad de modificar ese sufrimiento.
Muchas veces el Barullo trata de dolores que no se terminan de superar.
Si hemos crecido fortalecidos y con seguridad, recibimos el mismo golpe, una tragedia, pero hemos aprendido a ser más fuertes que el sufrimiento, que el dolor, y entonces sufrimos menos. Pero uno ha tenido dolores que no hubo manera. Y el mayor de ellos han sido los que yo he provocado.
Si hacemos algo con ese dolor, ese sufrimiento, habremos transformado el sufrimiento en algo útil. Eso es lo que traté de hacer con el Barullo, exorcizar mi dolor escribiéndolo.
Me he refugiado en esta página, porque al haber sido herido, encontré un medio para transformar esa herida y convertirla en otra cosa: literatura, oración, poesía, canción.
La mayoría de las entradas son confesiones autobiográficas.
El Barullo es muchas cosas, pero también es una autobiografía de dolor. Dolor de vanidad por un pasado que no terminé de tragar, por una soberbia del que no supo perder, por una falsa piedad de mi mismo. Y un rascarse el picor de la sarna de mi vida.
Escribir el dolor propio es terapia de gente que sabe. Es una cura antigua que recomiendo.
ResponderEliminarEsto me recuerda a un poema de Gil de Biedma, también la foto. Como anécdota, un amigo catedrático de medicina fue invitado a su casa para dar una conferencia informal (lo que llamaríamos "charla") y se encontró a todo el auditorio en pelota picada y, eso sí, escuchando con mucha atención.
ResponderEliminarDos estrofas:
"De qué sirve, quisiera yo saber, cambiar de piso,
dejar atrás un sótano más negro
que mi reputación -y ya es decir-,
poner visillos blancos
y tomar criada,
renunciar a la vida de bohemio,
si vienes luego tú, pelmazo,
embarazoso huésped, memo vestido con mis trajes,
zángano de colmena, inútil, cacaseno,
con tus manos lavadas,
a comer en mi plato y a ensuciar la casa?
Te acompañan las barras de los bares
últimos de la noche, los chulos, las floristas,
las calles muertas de la madrugada
y los ascensores de luz amarilla
cuando llegas, borracho,
y te paras a verte en el espejo
la cara destruida,
con ojos todavía violentos
que no quieres cerrar. Y si te increpo,
te ríes, me recuerdas el pasado
y dices que envejezco".
Triste y demoledor , como Gil de Biedma.
EliminarBuena noche , amigo Sanyi.
Sanyi, si crees que la petaste, estás muy equivocado. Dos versos de Gil de Biedma son suficientes: "De casi todo hace más de veinte años"; "nos enteramos demasiado tarde de que la vida iba en serio".
EliminarOtro más, "de la vida me acuerdo pero no sé dónde está".
EliminarSuso, feliz navidad y casi cumpleaños
ResponderEliminar¡Muchas gracias!
EliminarFeliz también para ti y los tuyos.
Cuando en la Salve se habla del valle de lágrimas que es este mundo, se recuerda que el sufrimiento es parte de la vida. Una parte que por más que se silencie, se niegue o se esconda, tarde o temprano nos encontraremos todos. Cada uno lo vive como mejor puede. Pero lo básico está en que no olvidemos que no nos ha abandonado y va a nuestro lado, no como testigo de nuestro sufrimiento, sino sufriendo con nosotros, de la misma forma que está alegre cuando nosotros lo estamos.
ResponderEliminarSuso, te he redescubriendo hace muy poco. Dudo mucho que me recuerdes, de aquellos muy lejanos 1983/1986. Te deseo una feliz Navidad y te mando un fuerte abrazo!
Me gustaría recordarte , ¿ quién sabe?
EliminarUn abrazo inmenso y oceánico
Ricardo de la Rosa. Nos conocimos en Herzegovino.
EliminarPues tiene usted razón. No le recuerdo. Si pasa por Santiago o Pontevedra póngase en contacto conmigo, le debo una.
EliminarUn abrazo inmenso y oceánico
¿ Puedes ser de un grupo de La Farga que estaba Carlos Sunico y otros?
EliminarNo, yo llegué a Herzegovino de la mano de unos alumnos de Viaró, vecinos míos. Yo era un bichos raro en todas partes: en mi colegio, los Salesianos de Sarriá, por ir a un centro del Opus Dei. Y en Herzegovino, porque a éste vete a saber qué doctrina (o antidoctrina) le habrán transmitido...
EliminarY, por cierto, además de felicitarte, como tú dices, respeto gordo a ti, Suso.
EliminarHola Ricardo, eres el mismo de enllaç?
EliminarSi, yo soy. Conoces la entidad?
EliminarHola Ricardo, sorry apenas conozco la entidad... no obstante, intuyo, por tus comentarios (sobre todo el de las 14:17 del 24 de diciembre) que tienes una historia interesante. Deseo que la vida te trate bien. Una cuestión: ¿llegaste a jugar en el Betis?
EliminarBuffff, fue toda una historia en la que me acabé convirtiendo en una pelota a la que se quiso hacer rodar en muchos campos diferentes y después de mucho mareo, esa pelota que tanto prometía fue abandonada a su suerte por el Betis. Casi acabó jugando con mi equipo de origen, pero en ese momento, llegué a la universidad. Y ahí ya no me mostró interés ni mi equipo inicial.
EliminarLo demás fue una larga trayectoria que me hizo pensar, pensar y pensar. Y 40 años más tarde, aquí estamos
"Una autobiografía del dolor", pero gracias a esta playa son muchas las biografías del dolor que llegan a su orilla. Es notable, entrañable, por momentos sobrecogedor, como el Barullo crea complicidades a partir de sobreentendidos, alusiones y medias palabras en que el cariño y el afecto generan por detrás, de manera invisible pero palpable, una comunidad que a pesar de tantos avatares se levanta sobre la adhesión incondicional. No nos conocemos todos pero nos queremos. ¿Qué es esto? Por cierto, Sanyi, podrías organizar una comida con los barullanos a costa de los dividendos de la empresa, porque el Barullo se lo merece y también Isa.
ResponderEliminarGracias por el comentario. Jugoso . A veces, escribiendo, siento esa complicidad.
EliminarEsa comida se celebrará . Y a Isa di Roma ( la r suena suave, como la r de caricia, como la sonrisilla picaruela de ella misma). yo mismo la invitaré a que asista.
Suso, picarón.
EliminarPor supuesto. Comida organizada.
EliminarHace más de muchos años escribí un comentario en El Barullo primero (este es el segundo), que luego borré.
Añ día siguiente, en una entrada titulada "Si llevas cuenta de sus delitos", Suso decía:
"Era un comentario muy personal de un hombre que, menos mal que lo eliminó, decía cosas de él donde se sentía mucho dolor, mucha soledad, un naúfrago, en caída libre y en picado...imagino que el tema le puede ayudar. Yo estuve así: por eso lo he escrito".
Ese era yo (o "esa no soy yo", que decía Mari Trini).
San Josemaría escribió: "El espíritu de la Obra concede especial importancia a aquellas virtudes que faciliten la convivencia, haciendo más amable el camino que ha abierto Dios a las criaturas en la tierra".
Lo importante de una idea es llevarla a la práctica "Imagino que el tema le puede ayudar" ¿no es esa la clave?
PS: copié alguna entrada antigua del Barullo, que me impactó especialmente, y que guardo en el ordenador.
Tenga cuidado, amigo, a veces me pasa como a nuestro presidente: cambio de opinión...; )
EliminarSanyi, por favor, puedes compartir en los comentarios de esta entrada el texto a que haces referencia: "Si llevas cuenta de sus delitos"? Creo que puede ser muy útil. Gracias y feliz Navidad!
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