Hace dos años me llamó un antiguo alumno. Vivía en los Estados Unidos, en Berkeley . Estaba casado, con un hijo, y venía a pasar unos días con su mujer a Lérida para visitar a su familia. Me pedía si no me importaba que pasara a visitarme él solo. Tenía unos cuantos asuntos pendientes de cuando yo le di clase. Además, insistió, yo fui su preceptor, y me guardaba un cariño muy especial.
Le dije que por supuesto. Pero después tuve que llamar a uno de ese curso para que me refrescase la memoria. Y, aún así - para mi vergüenza- no conseguía fijar su retrato.
Fui al aeropuerto de Santiago a esperar su llegada. Cuando me vio me dijo:
- ¿ Puedo pedirte un favor?...¡me dejas darte un abrazo?
Después estuvimos dos días juntos , charlamos, paseamos, visitamos la ciudad....y nos hicimos muchas confidencias.
Lo del abrazo era una de sus cuentas pendientes conmigo. Al parecer, cuando marché de Lérida a Tarragona, me despedí de mis alumnos. Me invitaron a una clausura de curso y allí él esperó a que terminase de saludar a gente...y se quedó sin poder darme el brazo que pensaba darme.
Ese hombre estaba muy agradecido a mis horas de dedicación a él , y a mi me costaba recordar. Y lo que más me sorprendió era la sinceridad que manifestaba. Había perdido la fe, tal vez no guardaba un buen recuerdo de sus compañeros - era carne de bullyng- y de alguno de sus profesores y, si embargo, su agradecimiento era mayúsculo.
Después le acompañé al aeropuerto de vuelta a Barcelona. Y esta vez fui yo quien le pidió darle un abrazo bien fuerte. Seguimos manteniendo contacto desde entonces.
De regreso a casa pensé: caramba, ahora sé por qué vale la pena contar tonterías, cantar, reír, tomarse las cosas con sentido del humor. Todo eso lo hago para devolver parte de la vida que me dieron, porque a mi educaron así. Todo eso lo hago para despertar el amor por la vida. Todo eso lo hago para contagiar la felicidad de estar vivo, en las circunstancias que fuere, hasta cuando más jodido estuve - porque Lérida para mi fue un destierro.
Y, en ocasiones, tiene que venir alguien a recordártelo.
Fer
ResponderEliminarConozco la sensación, Suso, de encontrarte con alguien que no recordabas, para el que fuiste fundamental, en algún momento de su vida. Me pasó con un cliente del Turno de Oficio. Un día de Navidad me tocó defender a un chico, que estaba detenido por una pelea. Después de comer, me puse el abrigo, para salir a comisaría. Mi mujer me dijo: llévate una tableta de turrón, y te la comes con el cliente. Y así lo hice, claro. Años después, jugando en el parque con mi mujer y mi hija, se nos acercó un señor, y le dice a mi mujer "Uzté no me conoce, pero gracias a usted, comí turrón en Navidad, hace diez años" Era este chico. Yo no me acordaba de su cara, pero él sí...
¡Caramba, que bien hemos empezado hoy!
EliminarHa interpretado usted perfectamente el sentir de la entrada. Me pone a los pies de su señora. Ya se ve que son tal para cual. ¡ Enhorabuena!
Ay, Suso!
ResponderEliminarTampoco me recuerdas tú a mí, como yo no reconozco a más de uno de mis alumnos cuando los encuentro por la calle. Pero lo importante no es eso. Lo verdaderamente importante es que intentemos hacer que la vida de todos sea lo mejor posible, aunque sea durante un segundo.
Y tú conmigo lo lograste.
Incluso recuerdo lo surrealista de oírte leyendo fragmentos de "Siempre alegres, para hacer felices a los demás", en que no se sabía si se estaba oyendo un relato dramático, una secuencia del pomposo locutor del NODO, o una chufla de lo que se leía. Pero con todo, aún recuerdo la historia. Si lo hubieras leído con las mismas ganas de quien leyó después que tú, ni me acordaría.
Y es que así es la vida: sólo lo singular deja huella.
Pues m sí señor. No sabemos la huella que dejamos en las personas con las que nos cruzamos- también para mal.
EliminarUn abrazo. Estás en el centro del sentir de esta entrada. Si me viera ahora mismo estoy de pie agradecido por lo que ha escrito.
Ahondando en lo que hoy escribís también me sucede que alguien que me veo al cabo del tiempo que no se ni como se llama me recuerda algo positivo que no recuerdo haberlo hecho y pensando en la razón del porque nos sucede he llegado a la conclusión de que cuando hacemos actos buenos somos instrumentos del supremo Bien que sólo es El. Nuestro único mérito , si es que lo hay, es estar receptivos a El.
EliminarDel mismo modo que el mérito de un cuadro del Greco es de él y no de su pincel y el artista sí recuerda sus obras , nosotros no recordamos las nuestras (y nos conviene que así sea).
Si existiera un fenómeno llamado reencarnación, la mayoría de tertulianos de este barullo se reencarnaría en alguno de los personajes de Bedford Falls...
ResponderEliminarNo sé si conoce "Que bello es vivir". Es una película que ahonda en el mensaje de su entrada.
ResponderEliminarHe visto esa película muchísimas veces. Todas las de Capa me parecen maravillosas. Y sí, creo en esa manera de entender la vida.
Eliminar"Lérida para mi fue un destierro."
ResponderEliminarPues imagínate algunos que estaban en Lerida, Tarragona o Sant Cugat... Vivieron en una prisión y gracias a ti pudieron sonreir. Que algunos iban a tus convencias porque en su casa no eran felices, eran solamente un número o no se sentían respetados. Y lo sé de buena tinta.
Lo fue porque fui destinado a modo de castigo: después de Bauprés, era el director, en Viaró pisaba moqueta, estaba en la "pole"...fui a Lérida a ver qué pasaba conmigo: no podía dar ni recibir charla alguna, no impartía ningún medio de formación, no pintaba nada en ningún ámbito - excepto dar clase en Terraferma. Así fue durante dos años. Sin embargo, hoy lo considero uno de los lugares más mágicos de mi vida.
EliminarUn sitio donde comen cargols hasta en las fiestas A ha de ser un lugar mágico!
EliminarYa, pero hubo gente de Terraferma que se benefició de tu compañía y les diste algo que no tenían. Y aunque para ti fuera un duro destierro comiendo ortigas y langostas, para otros les hiciste de Gabriel.
EliminarAllí fui muy gei. Dicen que a Lérida se llega llorando y se va uno llorando.
EliminarAunque lo dicen de muchos lugares.
Feliz, no, " gei".
EliminarSorry, por la pregunta (si no te mola, ignórala y no publiques. No pretende molestar, de verdad):
ResponderEliminarPor qué ese "castigo"? Te conozco de aquella época y no te merecías algo así. Podrías gustar más o menos, pero adoptar la clase de medidas que citas... cuesta entenderlo.
Buf, muy largo de contar
EliminarEn Bauprés conté que tuve un lío con una señora. Y esa fue la razón. Yo lo entendí, aunque fue un palo.
Pues la señora sería una del Betis con galones, laureada, bendecida y pasada por el santo pr*. Por lo que cuentas, el castigo es muuuy duro.
EliminarNo era del Betis... esta.
EliminarQué distintamente vivimos la misma realidad. Vivimos la realidad o nos vivimos nosotros?
ResponderEliminar“… sitio más mágico de mi vida” Qué qué suerte! Yo tuve 15 días mágicos en una playa…
ResponderEliminarEs mirando por el espejo retrovisor cuando nos damos cuenta de la suerte que hemos tenido.
ResponderEliminarYo, sospecho que como tú, utilizo el humor a modo de coraza para esconder mi timidez. Dicho esto, siempre he desconfiado del que no tiene sentido del humor y se toma a sí mismo muy en serio.
ResponderEliminarLérida siempre me pareció un sitio donde el Betis se debía encontrar con situaciones poco béticas. El agro nacionalista produce especímenes con no demasiado tono humano. Buena semana.
Hay de todo, pero me asilvestré bastante.
EliminarTe llegaste a poner calcetines blancos?
EliminarJamás... excepto para ir a andar
EliminarDe Lérida recuerdo un centro grandísimo, una directora adorable (no sé qué habrá sido de ella, originaria de la zona alta de Barcelona) y un calor enorme, insoportable. Fue en agosto .
ResponderEliminarPétalos de rosa
¿Fuiste al Pirineo Léridano?... No sé... Besiberris...
ResponderEliminarMuchos 3000 en mis piernas.
EliminarEsta pregunta es de pin pin
EliminarTe imaginas que cuando la palmes, Nuestro Padre, ( el Creador) te diga: ser faldero en tu época joven me ayudo a que llegaras a mucha gente de distintas ciudades. Pedrusco.
ResponderEliminarNo creo que vaya por allí "El Creador" ;)
EliminarLeo la entrada 5 días más tarde. Estuve contigo en Bauprés, y nos hiciste muy felices. Mucho, mucho, mucho, y allí nadie entendió tu marcha. Es casi lo único bueno que recuerdo de mi etapa en el Betis, el haber compartido un par de años contigo.
ResponderEliminarUn abrazo inmenso y oceánico seas quien seas
EliminarRecuerdo que estuviste a punto de ir a dar clase en Dauradell, incluso que hiciste una suerte de examen para nuevos profes. En realidad en el centro no sabíamos si esperar que te admitieran allí o que siguieras en Viaró. Lo único que queríamos era que siguieras con los tigres de l'eixample. Y cuando te fuiste el vacío fue muy, pero que muy grande... Y por cierto, al que vino detrás tuyo (originario de Lleida, por cierto), le duramos solo un año y nunca más fue director de centro...
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