La película " Silencio" de Martin Scorsese, basada en una novela de Shūsaku Endō, me dejó muy tocado.
La novela me dejó más tocado. Endō es escritor católico , complejo y profundo.
En la novela hay un momento donde el cruel Inoue, señor de la provincia , somete a Rodrigues, sacerdote jesuita , a una prueba terrible para quebrar su entereza en la fe: manda colgar bocabajo a varios campesinos en un pozo, dejando que se desangren lentamente entre gemidos, y advierte que ese castigo será interrumpido tan pronto como el sacerdote apostate mediante el acto del "fumie", que consiste en pisar un icono de Cristo.
En la película , y en la novela, es un momento terrible, muy angustioso, de un dolor profundo.
Pero en la novela se escribe que justo entonces el padre Rodrigues cree escuchar la voz de Dios , que hasta entonces había guardado silencio: "Písame...Yo he venido al mundo para que vosotros me piséis, he cargado la cruz para compartir vuestro dolor...".
Es muy difícil leer estas líneas sin conmoverse, sobre todo si uno ha pisado también a Cristo.
A este climax pavoroso se une la reflexión que el jesuita hace de un personaje que le traiciona en su amistad y confianza , y que es el que le delata a las autoridades:
"Cristo en la Última Cena le dijo a Judas " Sal, ve y haz lo que tengas que hacer". Ni aún ahora, que soy sacerdote, he podido captar bien el sentido de estas palabras. ¿ Qué sentiría Cristo al lanzar a la cara del hombre que le iba a vender por treinta piezas de plata esas palabras? ¿ Las diría con ira y con odio? ¿ O serían más bien palabras nacidas del amor? Si eran palabras de ira, Cristo en ese momento estaba negando la salvación a este solo hombre entre todos los hombres del mundo. Judas habría recibido de lleno el ramalazo de la ira de Cristo y no se habría salvado, y el Señor habría abandonado a su suerte a un hombre caído en el pecado para siempre".
Rodrigues acabará encontrando la respuesta en su propia vida. Nunca sabrá el por qué de su apostasía - tampoco el lector- pero sabrá con certeza plena que Cristo le sigue amando, como sin duda amó a Judas hasta el final.
A mi esta novela me afectó , y mucho, para bien. Trata de algo que me atrae mucho: los misterios. Porque la Iglesia no quiere arreglar el mundo, no ha venido a poner en práctica la Agenda. Ha venido a decirnos que estamos salvados. Y todo es un Misterio maravilloso: Cristo es un misterio, el dolor es un misterio, el amor es un misterio, el pecado es un misterio, el perdón es un misterio...somos un misterio, y Judas , al fin, ha sido salvado.
El Cardenal Mindszenty cuenta en sus memorias que cuando ya no podía más por las torturas a las que le sometían firmaba cualquier declaración añadiendo después de su firma las iniciales CF, que signfica "coactus fecit".
ResponderEliminarCuando los comunistas le preguntaban qué significaba contestaba: Cardinalis Foraneus, o sea cardenal provincial y no curial.
Este truco lo usaban los prisoneros cristianos en Hungría durante la invasión turca.
Estuvo encarcelado por los comunistas entre 1945 y 1956, el año de la revolución. Los soviets abandonaron entonces el país pero lamentablemente USA retiró el apoyo a la revolución y entregó Hungría al bloque comunista a cambio de que la Unión Soviética no interviniese en el conflicto palestino después de la guerra de los seis días.
Entre 1956 y 1971 estuvo refugiado en la embajada americana. Ese año el Santo Padre le pidió que abadonase la embajada y se trasladase a Austria.
No sabía Mindszenty que estaba siendo usado en el marco de una negociación de la Iglesia con los soviets. Dejó el país donde quería morir. Una vez fuera "cayó en desgracia", como Antonio Valero.
Pienso que la mayoría de la gente son unos incompetentes y las personas con carácter y compromiso "caen en desgracia" en manos de la mayoría de Anónimos sin carácter y haters enrabietados.
Ayer fue la fiesta de la Faraona de Barbastro. Nunca entenderé porque Juan Pablo II, que debía estar sensibilizado con el tema del comunismo, no prestó atención al proceso de canonización de Mindszenty y otros clérigos y laicos católicos que sufrieron durante el comunismo.
Beatificó a Carlos I de Austria y IV de Hungría, el último emperador austriaco fallecido en 1922, sucesor de Francisco José, el de Sissi emperatriz.
Ciertamente esta etapa de los países del este y lo que padecieron tantos es muy desconocida. A mi cuando escuchaba a Estarriol me impresionaba mucho.
EliminarEl dueño del blog venera a san Juan Pablo II, pero creo que hay algunos capítulos de su vida poco explicados... no digo oscuros. Digo que no se entienden.
ResponderEliminarEso le pasa a usted porque es cortito con sifón. Además , ayer ya comentó a última hora. Le vuelvo a decir lo mismo: siga leyendo, y que no me entere yo que no lo hace.
EliminarEste blog se alimenta también de mierda, como los árboles.
Por cierto, vuelva a traer la agenda que le voy a enviar otra nota a sus padres.
Su hijo siguen siendo gilipollas.
Juan Pablo II es santo.
EliminarLa curia romana es la curia romana.
Acabo de ver un documental de los jesuitas titulado "La huída" sobre los abusos sexuales en los colegios Caspe y San Igancio, de Barcelona. "La fugida", en catalán, producida por TV3.
¿Cómo puede ser posible? Encubrimiento. Ellos los enviaban a Bolivia.
Todos vivimos en un contexto. Los provinciales de la orden no sabían nada.
Se puede discrepar en este blog o es obligatorio el pensamiento único con el que nos adiestraron en el Bayer Leverkusen?
EliminarSe puede discrepar pero con argumentos.
EliminarHablando de lo que se sabe de verdad yo sólo respeto la opinión de personas que saben de lo que hablan y con respeto. Y ahí me pongo de pie. Este blog como la vida real, está con lectores muy haters y con ganas de joder la marrana.
Por cierto, tiene pinta de preguntar para echar la cagarruta después. A ver cómo se porta.
EliminarSe puede discrepar, pero tal y como decía Quevedo la amabilidad es la llave que abre todas las puertas.
EliminarA mí me sabe mal que JPII beatificase a un montón de polacos, víctimas de los nazis y mártires de la guerra civil española.
Pero detrás de las bambalinas hay un politqueo que quién sabe. La canonización no es obligatoria, no te hace más o menos santo ni los canonizados son más santos que nosotros, los de Todos los Santos, que también nos recuerdan.
Me sabe mal que no se canonizase a Mindszenty probablemente porque soy húngaro. Es Venerable, el primer paso, firmado por el Papa Francisco.
Si Juan Pablo no canonizó a víctimas del comunismo pienso que quizá fuese para conservar la paz social, o porque familiares de los verdugos siguen vivos y es una forma de no faltar a la caridad. Nadie tiene culpa de lo que hizo un familiar suyo comunista, no hace falta que le señalen.
Yo hago mis teorías. Luego están los sentimientos. Hoy me he encomendado a San Josemaría por un problema. Ya que me curre 30 años, sácame de esta; le digo.
Lo importante es tener sentido del humor y reírse de uno mismo.
PS: JPII beatificó al obispo húngaro Vilmos Ápor, a quien mataron los soviets en 1945 porque ocultó a unas mujeres que los soviets borrachos querían violar. No quiso decirles donde las había ocultado.
PS: discrepar o insultar son cosas diferentes. Pregúntele a Óscar Puente.
Bonito el recuerdo del Cardenal Mindszenty y sus Memorias que leí hace más de 40 años. Gran santo, aunque aún no canonizado, y con los huevos bien puestos. Impresionantes las últimas palabras de su autobiografía, en las que expresa su malestar y su pena por haber sido abandonado por el Vaticano. Quien la cagó allí fue el cardinal Casaroli quien, aunque todavía no era Secretario de Estado ni cardenal cuando murió el cardenal Mindszenty, era el que mandaba en la política estera del Vaticano. Fue el quien llevó a la practica la funesta Ostpolitik del Vaticano que tanto daño hizo a muchas personas en varios países [especialmente en Checoslovaquia]. Aparentemente la lección no sirvió para nada ya que lo que está haciendo la Santa Sede con China en estos años es una versión moderna de la Ostpolitik de Casaroli: calarse pantalones y calzoncillos delante de los comunistas.
EliminarYo también admiro muchísimo a JPII: gran santo, gran hombre, el también con los atributos bien puestos. Por un lado hombre de gran humanidad por el otro alguien que tenia bien clara su misión y – con caridad pero con firmeza- no tenía miedo en juzgar cuando había que juzgar. Tuve la suerte de verle y hablarle aunque muy brevemente en 5 ocasiones. Tengo unas cuantas fotos con el que guardo celosamente.
¿Que hay capítulos de su vida poco explicados y quizás oscuros? No es probable, es cierto, como tenemos todos los hombres, con nuestras luces y nuestras sombras. ¿Que hubo chanchullos financieros entre el Vaticano y Solidarność en el que el mismo JPII metió mano? Es posible. ¿Y entonces qué? Suerte que el Vaticano no solo hubiesen tíos realizando la Ostpolitiek sino también personas que tenían bien claro que es la Realpolitik.
¡¡¡Qué bien que escribas!!!
EliminarLa vida es complicada, y como dice el Anónimo de las 17.32 es totalmente indiferente que te canonicen o no. Lo importante es el "eres tú".
La vida es muy complicada, como bien dices todos tenemos luces y sombras.
A los ojos de una buena madre y de Dios todo son luces. Luego están los anónimos haters. Pero como decía alguien hace un par de días los haters son don nadie.
Reinhold Messner: “la diferencia entre el inteligente y el tonto consiste en que el inteligente comete muchos errores y el tonto comete siempre el mismo error.”
ResponderEliminarLa fe es una forma de locura.
ResponderEliminarTengo entendido que la santidad no es obligatoria. Es decir, la Iglesia dictamina que una persona es santa pero no es un dogma ni es de obligada devoción. A partir de aquí, unos son más de un palo que de otro.
ResponderEliminarParticularmente me fio poco de lo que el Vaticano diga en esta materia, imagino que es un tema marketing -en términos modernos- ante la necesidad del pueblo de tener “modelos” a seguir.
No es un tema de marketing, no lo inició la Iglesia.
EliminarEl pueblos seguía modelos, algunos ni siquiera existían. Como aquello de Napoleón quería imitar a Julio César, Julio César a Alejandro Magno, Alejandro a Hercules que nunca existió.
Así que alguien de la curia tomó el mando burocrático y se creó lo que los protestantes llaman "el cielo oficial".
Pero fue el pueblo fiel el que en primer lugar buscó modelos.
No lo inició la Iglesia, nadie lo afirma. Pero que es un tema de marketing o de imagen no hay la menor duda. Quizás no diseñada según los cánones económicos, pero forzados de alguna manera a buscar manera de mostrar sus éxitos y uno de ellos es haciendo santos. Eso cae por su propio peso.
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